Gregorio Luri: “Catalunya, pedagógicamente, es muy hipócrita”

El filósofo y pedagogo Gregorio Luri, que se precia de ser “una de las personas que más escuelas registran al año”, asegura respecto a la sentencia del 25% de castellano en las aulas que “educative, Cataluña es muy hipócrita”, porque “ una cosa es lo que dicen que se hace y otra muy distinta lo que realmente se hace, ya que te encuentras tantas experiencias como escuelas”. No obstante, puntualiza que los padres Catalanes deben Plantearse: “¿dominate el castellano better las competencias? Y si la respuesta es que sí, tenemos que tomar seriamente el aprendizaje de la lengua castellana”. El autor de libros como “La escuela no es un parque de atracciones. Una defensa del conocimiento poderoso” (Ariel), ha explicado este sábado en el programa “Converses” de COPE Cataluña y Andorra con la participación de ABC, que uno de los fenómenos educativos más relevantes de los últimos años en España “no es el debate sobre las leyes de educación, sino que las familias están dedicando más recursos a completar la formación escolar de los hijos”. Luri advirtió que el fenómeno “denota que hay una desconfianza hacia la escuela”. Las familias “consider que la educación escolar de sus hijos debe de ser complementada, como ocurre con el inglés o con las matemáticas”, de modo que, en paralelo, “hay un mayor protagonismo de las familias sobre la educación de sus hijos”. En cuanto a las comparaciones sobria vuelta al colegio, el pedagogo señala que La Rioja, con un porcentaje de emigración más alto que Cataluña, “tiene mejores resultados”, mientras que en Navarra matemáticas que los hijos de padres de cuello blanco catalanes”. Otra fecha que desveló el experto es que “los alumnos de Soria obtuvieron unos resultados superiores a los de Finlandia y nuestros políticos viajando allí para aprender y no a Soria”. Ante la incapacidad de nuestro sistema educativo para aprender de los vecinos, Luri se pregunta: «¿por qué no ver lo que hace el País Vasco en materia de absentismo, dado que es de los mejores registros de la OCDE, o por qué no emular lo que hacen bien en Guipúzcoa en Formación Profesional mientras los políticos prefieren ir a Baviera (Alemania)?». El pedagogo dice que el problema fundamental del sistema educativo español es que “la escuela es incapaz de compensar los déficits culturales familiares”. Modo que “si queremos hablar de equidad, debemos plantarnos cómo compensar ese déficit lingüístico familiar”. Y para subrayar la importancia de esa carencia, Luri cita al antropólogo y monje de Montserrat Lluis Duch: “nuestra función primera es empalabrar el mundo, pero para ello necesitas las palabras”. También recuerda que Ludwig Wittgenstein reveló que “el límite de nuestro lenguaje es el límite de nuestro mundo”. Gregorio Luri afirmó que nadie le juzgue si dice “niños y niñas, cuando yo respect a los que también añaden niñes”, en referencia a la ministra Irene Montero, porque “si las cosas son lo que cree que son, la objetividad del saber desaparece y nos quedamos en el puro subjetivismo, que cae inevitablemente en el nihilismo”. En idéntico sentido, afirma que “en la nueva tradición cultural existe el concepto de la ombría, un bien que conviene defender, porque es una virtud esencial que supone el coraje, la energía disponible para hacer efectivo cualquier otra virtud y, sin embargo , hoy nadie la defiende porque porque es machista”. Preguntado por el proyecto Escola Nova 21, Luri sostiene que «es hacer creer que hay una manera fácil y divertida de prender sin la necesidad de utilizar los codos». “Y yo pienso -añade- que no hay sustituto para los codos”, porque “no existe aprendizaje si en la memoria no está lo que ha aprendido, lo comprende y sabes aplicar”. Para aquellos que defienden la primacía de las emociones sobre el saber, Luri afirmó que «pensar que la escuela puede ser como un parque de atracciones es un terrible error, porque al parque de atracciones vas a divertirte y a la escuela vas a contrar un maestro que sea capaz de hacerte visible la mayor versión de ti mismo”. Por ello, el pedagogo se pregunta: “¿cuántos alumnos han fracasado porque nadie les ha hecho visible su mejor versión?”. En su opinión, “la demanda no es una desgracia, porque no hay lugar más extraordinario que el de la comprensión después del esfuerzo”. Allí encontrarás el mapa séptima de Platón, en el que el filósofo griego, dice que “el entendimiento es un esfuerzo similar al de frotar una piedra con otra hasta que surge la chispa”. Gregorio Luri ha referido a las siete leyes de educación que ha tenido España advirtiendo que “ninguna ley educativa tendrá éxito si antes no se elabora un libro blanco de la educación que explica cómo los docentes la ponen en práctica cuando entra en el aula”. En este sentido, ha lamentado la falta de uniformidad entre los diferentes sistemas autonómicos: “España ha dejado de tener un sistema educativo para tener 17”, ha señalado. El último libro del pedagogo es “El eje del mundo. La conquista del yo en el siglo de oro español”, de la editorial Rosamerón que ha creado junto a dos amigos “igualmente románticos como yo, pero que sabemos sumar, al menos para prever los gastos”. En esta obra, Luri pone de relieve que hubo un tiempo en que los españoles tienen su alcance todo lo posible e illuminan el mundo con su esplendor intelectual, exuberancia vital, política, científica y mística, pero que, sin embargo, esa era ha caído en el olvido, más allá de números como Cervantes y Calderón, Lope y Góngora, fray Luis de León y Teresa de Ávila, entre otros. Gregorio Luri subrayó que “lo que proporciona el siglo de oro es la posibilidad de conocernos a nosotros mismos”, y cuestiona que los alumnos sepan quiénes son John Locke y no Francisco Suárez, que al considerado padre del liberalismo clásico. “¿Cómo puedes querer tu tradición si no la conoces?”, concluye el también autor de “La imaginación conservadora. Una defensa apasionada de la ideas que han hecho del mundo un lugar mejor” (Ariel).