Giorgia Meloni contra Roberto Saviano en los tribunales de Justicia. La primera ministra italiana contra uno de los más importantes escritores italianos, acusado de difamación por haberla llamado “bastarda” en televisión al hablar de inmigración tras un naufragio. El proceso, iniciado el martes pasado en Roma, acapara la atención de medios nacionales e internacionales, porque como telón de fondo está no solo el tema de la libertad de expresión, sino también el drama de la inmigración, con un agrio debate y polémica sobre las ONG, mientras Roberto Saviano recibe la solidaridad de muchos, pero también ataca como el director del periódico ‘Libero’, Alessandro Sallusti, quien insultó al escritor llamándole «bastardo» y «pedazo de m…». Meloni fue una simple parlamentaria cuando presentó la demande contra Saviano. Durante el programa Piazzapulita, transmitido por La7 en 2020, el escritor llamó “bastardos” a Meloni y Matteo Salvini, entonces solo senador, y comparó la falta de ayuda a los inmigrantes con el comportamiento del personal de la ambulancia que no hace nada para ayudar en los heridos. Noticia Relacionada Italia estandar No Un actor desata una tormenta mediática al parecer en la RAI con una camiseta fascista Ángel Gómez Fuentes Enrico Motesano participó en el concurso ‘Bailando con las estrellas’ con el logo de X MAS, formación que combatió con los nazis contra los partisanos Tras un vídeo que mostró a una mujer desperada por haber perdido a su hijo de seis meses, al volcar cerca de la isla de Lampedusa, esta fue la frase de Saviano: “Os habrá vuelto a la mente toda la basura que se ha dicho de las ONG: ‘son taxis del mar’, ‘cruceros’… Solo se me ocurre decir: bastardos. A Meloni, a Salvini, bastardos, ¿cómo hubieron podido? ¿Cómo fue posible describir así todo este dolor?». Meloni querelló al escritor, mientras que Salvini no lo hizo. Pero ahora el líder de la Liga y ministro de Transportes ha presentado una petición para ser parte civil en el proceso. Salvini declaró sentirse perjudicado por un presunto delito y, si Saviano es declarado culpable, podría pedir una compensación por el daño. Según el código penal italiano, el delito de difamación se castiga, si se produce en un medio de comunicación, como en este caso, con prisión de hasta tres años o una multa. La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, la semana pasada en la Cumbre del G20 EP Por el momento, el juicio ha sido suspendido hasta el 12 de diciembre. Luca Libra, abogado de Meloni, declaró que “la demande nació por el odio utilizado” por el escritor. “Le enseñé a mi hijo -añadió el abogado Libra- que la palabra bastardo es una ofensa. No obstante, evaluaremos si retiramos la demande”. A la salida de la audiencia, Saviano leyó una declaración, y afirmó que no podía llamar frente a los muertos en el mar y la propaganda política contra inmigrantes desperados. “Frente a los muertos, naufragios, indiferencia, especulaciones -sólo un poco más del 10 por ciento de los inmigrantes son salvados por las ONG y eso es suficiente para haber generado un odio desmesurado hacia ellas y hacia los náufragos- ante aquella madre que perdió al bebe, no podia callarme. No podía aceptar. Y siento que usó palabras incluso demasiado cautelosas”. Al mismo tiempo, Saviano escribió en redes sociales: “Un gobierno liberticida que lleva a los críticos un juicio. Un primer ministro contra un escritor, como si tuvieran el mismo peso. Intimidarme a mí para intimidar a cualquiera que critique la labor de este Gobierno”. Y los acusó de “usar la lucha declarada a la inmigración para construir y mantener el consenso”. “Saviano bastardo” Roberto Saviano estuvo acompañado ante el tribunal por algunos escritores. Pero en diversos medios critica también al escritor, por considerar que el hecho dramático de estar amenazado por la camorra y haber perdido su libertad, no le da derecho a lesionar. Saviano usó la palabra bastardo que, según el diccionario Treccani, obra de referencia de la lengua italiana, “es generalmente despectivo y, a menudo, considerado como una injuria”. Algunos medios de derechas aprovechan la audiencia para atacar duramente a Saviano. El diario ‘Libero’ titula en la primera página: «Saviano bastardo». Su director, Alessandro Sallusti, escribió: “Roberto Saviano ha reivindicado con fuerza una libertad y ha establecido un principio: un escritor puede insultar porque su lenguaje se encuadra en lo que antes se denominaba ‘licencia poética’. Y por eso -añadió Sallusti-, siguiendo su consejo de no poner límites a mi pensamiento, porque nosotros los escritores gozamos de inmunidad penal y civil, digo claramente lo que pienso: Roberto Saviano, eres un bastardo. Es más: un pedazo de m.”, escrito. En realidad, nadie en Italia pone hoy reparos a que Roberto Saviano expresa sus más duras críticas al Gobierno y a Meloni y Salvini, a los que desde hace tiempo ha atacado muy duramente. Los acusó de ser responsables del «odio» racial y antisemitismo contra la senadora vitalicia Liliana Segre, de 92 años, sobreviviente del campo de concentración de Auschwitz, que en el 2019 recibió más de 200 mensajes diarios con mensajes y amenazas, por lo que se le asignó una escuadra de fusileros. “Este odio -escribió Roberto Saviano- lleva la firma de Salvini y Meloni, dos de los peores políticos de nuestro tiempo, cuya mediocridad alimenta sus infinitas ansias de poder. Dos mezquinos que están difundiendo odio e ignorancia”. Para entender una historia que parece increíble, con Saviano gritando contra el poder que procesa la libertad y califica al Gobierno Meloni de ‘liberticida’, accede a explicar como el escritor y periodista, el fenómeno Saviano, muy ligado a ‘Gomorra’, se ha convertido en un referente de la cultura y la política italiana. ‘Gomorra’ ha vendido más de 10 millones de copias y ha sido traducida a más de 50 países Roberto Saviano (Nápoles, 43 años), licenciado en Filosofía, hijo de un médico, es seguramente el escritor italiano contemporáneo más famoso en el mundo, gracias sobrio todo a ‘Gomorra’, libro con un éxito literario planetario: ha vendido más de 10 millones de copias y se ha convertido en más de 50 países. Publicado en 2006, es un viaje sobre el aterrador imperio económico-financiero de la camorra, la mafia napolitana, una multinacional del crimen que billura, según diversas fuentes, más de 30.000 millones de euros al año mediante la extorsión y la usura, el tráfico de armas y la prostitución, con ramificaciones en diversos países, entre ellos España. De ‘Gomorra’ se hizo hasta una serie de televisión. A Roberto Saviano se lo reconoce, el coraje de denunciar a los principales capos de la camorra, descubriendo sus crímenes y delitos que sustentan su poder. Se enfrenta así al poderoso clan de los Casalesi, originario del Casal di Principe y al comenar las amenazas de muerte, el Gobierno decidió permanar la escuela en 2006. Desde entonces no se puede hacer una vida normal. Ha vivido bajo vigilancia en Nueva York, ha dado lecciones en Princeton y Boston, y ahora reside en un céntrico apartamento de Roma. “No soy un héroe” Su misión en estos años no ha sido solo la lucha contra las mafias, sino también la defensa de los más débiles y de nuestra sociedad, los pobres y los inmigrantes. Loser la libertad, no poder hacer una vida normal, aunque tenga fama y dinero, no es algo envidiable y merece respeto. Hace poco más de un año, Saviano escribió en ‘El Corriere’: “Mi vida terminó a los 26 años (y tengo 42). Solo quiero caminar libre. Vivir bajo vigilancia te hace desear incluso la muerte. No seas un héroe”. Muchos lo aprecian, pero también tiene sus detractores. Despertó mucha simpatía, pero también antipatía y ha recibido ataques injustos como el especular sobrio su escolta, como hizo Matteo Salvini, cuando era ministro del Interior. El líder de la Liga lo amenazó con quitarle la escolta, afirmando que “valoraría los riesgos, porque me parece que pasa mucho tiempo en el extranjero”. Saviano llamó a Salvini “bufón, ministro de la ‘malavita’” Muy dura fue la réplica de Saviano contra Salvini, al que llamó “bufón, ministro de la ‘malavita’”, una expresión que se usa para visitar a la mafia y que , según el diccionario Treccani, equivalente a expresiones como “vida deshonesta, contrario a la ley ya la moral”. Por este ataque, Salvini presentó una demande contra el escritor, y está pendiente el juicio. Los medios de izquierda, sobre todo, han hecho de Saviano un icono, un ejemplo de heroísmo cívico y casi un mártir, al estar amenazado de muerte. Se cuenta con su presencia en cualquier debate sobre el crimen organizado e incluso sobre otras cuestiones de interés público. Incluida en el último Festival de la canción de Sanremo con un monólogo para recordar a los jueces Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, asesinados por la Mafia en 1992. Gomorra’. El semanario ‘Panorama’, por ejemplo, publicó un reportaje bajo el título «Los secretos de una estrella», en el que contaba detalles de su vida privada, sus ganancias, que «son muchísimas», sus relaciones y sus mujeres, así como sus batallas públicas y privadas, resaltando que no es oro todo lo que reluce. El sociólogo Alessandro Dal Lago, experto en comunicación, autor de ‘Héroes de carta. El caso Gomorrah y otras epopeyas’, se trevió a escribir que «la inclusión de Saviano en el martirologio motiva que a quien no se alinea con sus tesis se le considera aliado de la delincuenci a» y agregó que «en la izquierda no se puede decidir que un producto editorial está escrito o filmado para hacer dinero. Sus todos los titanes contra el Mal”. Además, Dal Lago subrayó que “Saviano se siente difamado por quien legítimamente polemiza con él ya menudo responde por vía judicial a las críticas”. Cuando el autor de ‘Gomorra’ se ha sentido ofendido, no ha dudado en querellarse. En varios casos ha acudido a los tribunales. Es probable que Meloni retire la querella Definitiva, Roberto Saviano es un personaje en el que muchos ven un mito contemporáneo, un scriptor a menudo polémico que es al mismo tiempo testigo y vicima, acusador y juez. Es probable, como adelantó el abogado de Giorgia Meloni, que la primera ministra retire la querella. Hay quienes aseguran que lo hará si ve algún gesto de excusa por parte del escritor. Pero eso no lo hará nunca Roberto Saviano. El jueves pasado volvió al programa ‘Piazzapulita’ de A7 y reafirmó en su crítica: “Quise decir, ¡ahora basta!. La libertad de crítica debe medirse con el poder político, que yo critico. Cuanto mayor es el poder, mayor es la posibilidad de critica. No empleé aquella palabra contra una persona que no tiene la posibilidad de defenderse, está dentro de la dialéctica política. Yo critico al poder político, que miente sistemáticamente”. Saviano consideró que la situación italiana camina hacia una “democratura”, un término muy fuerte, porque “para algunos la situación se está volviendo complicada”. No porque Giorgia Meloni con los muchos problemas que debe hacer frente a su Gobierno, como son, entre otros, la inflación y el riesgo social que supone contar con 5.5 millones de pobres, está muy interesada en llevar adelante un juicio contra Saviano. Beato el país que no necesita héroes ni escritores que entren en el martirologio.