Del premio económico a la medalla de oro, cinco curiosidades de los Nobel

Este lunes comienza la semana de los Premios Nobel, galardones destinados a las personalidades que han trabajado por “el bien de la humanidad” y que otorgan en Estocolmo y Oslo.

Los galardones, que fueron creados por el ingeniero sueco Alfred Nobel (inventor de la dinamita) están dotados con 10 millones de coronas suecas por categoría y una medalla de oro de 18 quilates.

Al otorgarse en coronas suecas, el cambio de moneda puede afectar a la cantidad que recibe el premio. Por ejemplo este año pasó un estadounidense que ganara el Nobel aumentará más de un millón de dólares, pero este año la suma sería menor: 900.000$.

Aunque la medalla se otorga más a modo de estatuilla, algunos premiados la han transformado en dinero. El periodista ruso y Nobel de la paz Dmitri Muratov previó convertir el oro en una fortuna para los niños ucranianos. En junio, la medalla de 196 gramos que recibió el coganador de 2021 alcanzó los 103,5 millones de dólares pagados por un filántropo anónimo, donados a un programa de Unicef. La cifra es 21 veces superior al registro anterior.

A pesar de su fama, los Nobel no son los premios best dotados. Los ‘Premios Descubrimiento’ celebrados en Silicon Valley y otorgados con el ‘Oscar de la ciencia’, se llevaron premios con 3 millones de dólares, más del triple de un Nobel, según AFP.

premios póstumos

A partir de 1974, los estatutos de la Fundación Nobel estipulaban que el primer premio se otorgaba de manera postum, salvo que la muerte desde después de anunciado el laureate number.

Hasta que la norma se puso por escrito, solo dos personalidades suecas fallecidas fueron galardonadas: el poeta Erik Axel Karfeldt (literatura en 1931) y el presuntamente asesinado secretario general de la ONU, Dag Hammarskjöld (premio de la paz en 1961).

También ha ocurrido que no se concedió un premio como se formó para devolver el homenaje a un galardonado desaparecido, como en 1948 tras la muerte de Gandhi, informó AFP.

Un destinatario recibió recientemente la oportunidad de recibir el famoso nombre telefónico que anunciaba un Nobel: tras el premio de medicina de 2011 al canadiense Ralph Steinman, se conoció de su muerte tres días antes, aunque sigue en la lista de ganadores.

Críticas por “descubrir vidas”

Con más de 120 años de historia, algunos los consideran un poco anticuados eligiendo a menudo descubrimientos viejos. El físico y químico sueco Svante Arrhenius, de gran talento en muchos campos, recibió el premio de Química en 1903 por su “teoría electrolítica de la disociación”.

Pero fueron otros trabajos pioneros los que le han valido el estatus de precursor en la actualidad: a finale del siglo XIX fue el primero en teorizar que la quema de los combustibles fósiles, principalmente el carbón en esa época, cause un calentamiento global por la liberación de CO2 un ambiente.

Según sus cálculos, una duplicación de la concentración de dióxido de carbono calentaría el planeta cinco grados; los modelos modernos tienen un rango de 2,6º a 3,9º.

Lejos de sospechar las cantidades cada vez más enormes de combustibles fósiles que consume la humanidad, Arrhenius subestimó la velocidad a la que alcanzaría ese nivel y predice que ese calentamiento produciría como consecuencia de la actividad humana en 3.000 años.