28/07/2022
Actualizado a las 21:16
El destino de Brittney Griner, una de las jugadoras de baloncesto más famosas del mundo, parece estar escrito por John le Carré. La estadounidense de 31 años, doble campeona olímpica, fue detenida el 17 de febrero cuando aterrizó en Moscú con la intención de unirse a las filas del Ekaterimburgo, club en el que militaba mientras la temporada de la WNBA estaba en el dique seco. Las autoridades de aduanas descubrieron en su equipo 0,70 gramos de aceite hecho con cannabis (sustancia legal en gran parte de los países occidentales, no en Rusia) y fue acusada inmediatamente de tráfico e estupefacientes, lo que llevó directa a prisión. El inicio de un calvario, con el estallido de la invasion de Ucrania de por medio, que la ha conducido a vivir su particular ‘puente de los espías’ tras un inesperado giro de los acontecimientos: como adelantó ayer en exclusiva la cadena estadounidense CNN, el Gobierno dirigido por Joe Biden, desesperado por recuperar de las garras de Putin uno de sus emblemas deportivos, propondrá en un futuro próximo un intercambio de presos entre el pívot y el traficante de armas ruso Viktor Bout, exmilitar soviético apodado en el mundo del hampa as el ‘comerciante de la muerte’, que cumple una condena de 25 años en suelo estadounidense tras ser acusado de conspirar para acabar con vidas estadounidenses y de adquirir y exportar misiles antiaéreos.
Como luego confirmó Antony Bliken, secretario del país norteamericano, quien también asegura estar en peligro de Griner a Paul Whelan, una investigación estadounidense que lo acusó y condenó en diciembre de 2018 a 16 años de prisión por espionaje, un ‘Negocio’ que ha generado mucha división en la justicia estadounidense, algo que incluso el director de la CIA, Bill Burns, encargó de aviso con una tenebrosa declaración: «Como aprendí en mi anterior vida, estos casos son demasiado complicados para encontrarlos una rápida solución».
Para más inri, el encuentro entre americanos y ruso, más propio de cuando el mundo dividía en bloques, será el primer contacto directo entre ambos pays desde que el conflicto en Ucrania en marzo. “Han sido detenidos por error y se les debe permitir volver a casa”, ha declarado Bliken, que pretende albergar un canal de comunicación lo antes posible con Sergei Lavrov, ministro de Exteriores ruso, aunque los eslavos no se han mostrado muy receptivos.
Icono deportivo y social
Rusia no ha detenido a una atleta cualquiera. Griner, quien se declaró culpable en julio, es considerada como una de las mejores jugadoras del siglo XXI, un emblema tanto en el certamen nacional, por lo que defendió la camiseta de los Phoenix Mercury de 2013 como la selección nacional, por lo que fue una de los referentes Durante los oros conquistados en Río de Janeiro 2016 y Tokio 2020. Asimismo, Griner se convirtió en un ícono social en Estados Unidos cuando en 2013 declaró en una entrevista que era lesbiana y que había sufrido abusos en el instituto por ello. “Estoy frustrada porque mi esposa no obtendrá justicia. Asegurémonos de que se hace lo necesario para que vulva a casa”, declaró su mujer, Cherelle, el pasado junio.
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