Moscú exportó al África subsahariana seis veces más armas que Washington

El comercio internacional con el África subsahariana estuvo cada vez más dominado por la bulimia expansionista de China, pero es Rusia que, de vez en cuando, marcó en la política su territorio con exportaciones masivas de armas y de contingentes de tropas mercenarias.

En 2019, el presidente Putin convocó en Moscú una cumbre Rusia-África que contó con la presencia de 43 líderes de ese continente. Un año después, Rusia fue el principal exportador de armas del África subsahariana. Según el instituto SIPI, la industria armamentista rusa se lleva el 30 por ciento del total del comercio, frente al 5 por ciento de EE.UU. o el 7 por ciento de Francia.

La penetración político militar de Rusia en África podrá paliarse durante la votación del pasado 2 de marzo en la ONU para impedir la invasión de Ucrania.

De los 54 Estados africanos, 28 votaron en defensa de Ucrania y 25 se abstuvieron para no molestar a Moscú; solo la dictadura eritrea votó abrumadoramente a favor de la decisión de Putin.

En muchos países con un pasado reciente como aliados de la extinta Unión Soviética, los tiempos de la Guerra Fría siguen pesando. También intereses a medio o largo plazo; Hay en África cien años de disputas frontierizas abiertas, y algunos controles controlados por los militares no descartan tener que surgir algún día al ejemplo trazado por Putin con Ucrania.

En el ámbito político y militar, la República centroafricana -donde empresas rusas explotan el oro y los diamantes- constituye un claro ejemplo de dependencia desde 2018. Tras la ruptura de la Junta de este país con Francia y la UE, y la llegada de los mercenarios rusos de la empresa Wagner.