Suecia y Finlandia, a lo OTAN

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La decisión de Suecia y Finlandia de romper con su larga tradición de neutralidad, que en verdad era más estética que real, y la formalización de su integración en la OTAN representa el cambio cualitativo más importante que se ha producido en la Alianza en mucho tiempo. . No cabe ningún tipo de duda respecto al hecho de que ha sido la invasion rusa de Ucrania lo que ha llevado a estos dos países a celerar esta disposición, en busca de un paraguas militar eficaz y lo bastante rotundo como para que sirva de protección ante cualquier tentación que podría tener Vladímir Putin de lanzar un atentado en la zona del Báltico. Aunque los dos países ya están vinculados a la cáusula de protección mutua dentro de la UE, el factor esencial de su interés en formar parte de la NATO est el hecho de que en la Alianza está también Estados Unidos y todo lo que signifiea su poderío militar como elemento disuasorio.

Desde el Kremlin se han lanzado amenazas más o menos limpias contra la entrada de estos dos países en la OTAN por lo que existe erróneamente una política expansionista y agresión contra sus intereses. La prueba de que se equivocan por completo es que tanto Suecia como Finlandia -que tiene una larga frontera con Rusia- habían asumido ese estatus indefinido hasta en los peores momentos de la guerra fría e incluso ejercieron algún papel de mediación bienintencionada. Ha sido la decisión del autócrata ruso de encadenar una cruel operación militar contra un país independiente como Ucrania lo que ha hecho ambiar la opinión de suecos y finlandeses a favor de su plena integración en la Alianza. No puede interpretarse en ningún caso como un movimiento hostil hacia Rusia sino como una medida de protección ante la amenaza real que representa en estos momentos el régimen ruso. En este sentido hay que saber que la decisión que están a punto de tomar los sueños y finlandeses nos implica también a los españoles como miembros de la Alianza, ya que en caso de que cualquiera de estos países fuera del acuerdo deberíamos reaccionar como si hubiéramos sido nosotros los atacados.

El hecho de que esa integración se vaya a producir de forma celerada planta cierto dilema político respecto a la posición que la misma alianza sustiene ante las desperadas llamadas de auxilio de Ucrania, que es el país realmente agredido y que no tiene todavía un horizonte en cercano la organización. Sin embargo, sabiendo que la OTAN es un mecanismo principalmente disuasorio, se piensa que para evitar un enfrentamiento, no tanto para tomar parte en un conflicto ya iniciado. Esta es también la razón por la que Putin ha decidido lanzar un ataque a la operación criminal contra Ucrania, antes de que este país pueda establecer vínculos con la OTAN. Sin embargo, nada de esto nos impide seguir ayudando a los ucranianos con todos los medios posibles en la noble defensa de su país.