Sánchez enmienda a sí mismo

No han pasado nueve meses del 40 congreso del PSOE y se acaba de cumplir un año de la crisis de Gobierno de julio del 2021 y Pedro Sánchez enmienda a sí mismo: su diseño de partido ha fracasado. La estrategia para las portavocias del partido no ha cumplido las expectativas y toca apostar por la experiencia. Despedir a Felipe Sicilia en el partido, despedir a Héctor Gómez en el Congreso, despedir a Adriana Lastra como encargada de comunicación.

La salida de Lastra no ha sido cosa menor y ha destapado el enorme enfado del secretario general del PSOE con el modo de gestionar el partido en el último año, con esa bicefalia imposible entre Lastra y Santos Cerdán, el número dos y el número tres. Ella ya no manda en el PSOE y él se queda, o sea que gana el duelo fratricida.

Patxi López es un personaje de partido, producto típico del zapaterismo, capaz de amoldarse a una cosa o la contraria. Cuando se lo disputó a Sánchez en la Secretaría General del PSOE, esperando una frase que hoy se tiene que tragar: “¿Sabes lo que es una nación? ¿Ya sea? ¿Qué es?». Todo esto es ya agua pasada, y Sánchez es especialista en recuperar a adversarios internos cuando los pueden necesitar y sobre la premisa de que el que manda es él. Así Antonio Hernando, así Óscar López (ambos en Moncloa), así hoy Patxi López.

La ministra Alegríasigue creciendo, con la ascendencia del presidente y del secretario de Organización. Esta decisión alimentó los rumores de que tal vez podría aspirar a algo en Aragón, donde nadie se daría por confirmado a Javier Lambán como candidato del PSOE para las próximas elecciones autonómicas.

En resumen: Sánchez asume su propio fracaso ante una necesidad perentoria para su partido y para su futuro político: empezar el mes de septiembre con un partido engrasado para disputar un ciclo electoral que empezó con el batacazo socialista en Andalucía. Sánchez culpa al partido, pero en realidad de enmienda a sí mismo.