Los incendiarios desoyen las advertencias de la Xunta y se desatan nuevos fuegos

De poco debe la advertencia del conselleiro do Medio Rural, José González, este martes por la mañana, a quienes han estado detrás de la secunda gran ola de incendios del verano, con más de 4,000 hectáreas devoradas: “Los vamos a coger, caerá sobre ellos todo el peso de la ley y recaerá sobre su patrimonio los costos de extinción, que están siendo cuantiosísimos”. Al fin y al cabo, se sucedieron nuevos incendios que truncaron la buena racha que experimentaba la Comunidad, apenas al final de la semana quedó perimetrado el fuego que se levantó por delante 2.200 hectáreas en el Barbanza.

Ayer, a media mañana, no quedarán focos “activos” en la Comunidad. Lo ponía en valor el consejero. Estaban “todos estabilizados o controlados”. Se refiere a los de Verín, Ponte Caldelas y Boiro. No obstante, esta evolución no tardó en truncarse. A las 11.20 horas se detectó un nuevo incendio en el Parque Natural Fragas do Eume, en el concello coruñés de Monfero, que fue extinguido a las 18.31 horas; alrededor de 0,01 hectáreas. Una comida.

Pero siguió otro en Carballeda de Valdeorras (Orense), parroquia de Casaio, detectado a las 13.59. En torno a las 22.30, todavía activo, había consumido 120 hectáreas. Y la situación empeoró al acercarse la noche. Minutos antes de las 21.00 horas anunciaba otro incendio, en Chandrexa de Queixa (Ourense), que llevaba 50 hectáreas abrasadas. Y sobre las 21.30, Medio Rural informó que había solicitado la declaración de la Situación 2 por un tercer incendio en As Pontes de García Rodríguez, debido a su proximidad con el núcleo de Cuíña, con unas 20 hectáreas afectadas.

Especialmente doloroso es el caso de Carballeda de Valdeorras, un concello que durante una semana sufrió uno de los mayores incendios de la historia de Galicia y que se salvó con 10.500 hectáreas arrasadas. La Comunidad, que intentaba pasar página de una segunda ola que, a diferencia de la anterior, tiene un alto componente de intencionalidad, vuelve a medirse con las llamas. Y no es de extrañar. El conselleiro explicó que “esta noche [por la de la víspera] ha habido nueve intentos de incendios previos”. Sobre esa noche en cuestión, afirmaba que detrás estaba “la mano del hombre”, pues “no ha habido tormenta seca” ni ningún fenómeno natural que pudiera provocar incendios. Y demandeba prudencia: “No es tiempo de hacer barbacoas”.

Conciencia

En este caso de los que sí son intencionados, el conselleiro pidió a la ciudadanía “concienciación”, como lleva siendo su lema desde que comenzó el verano y, con éste, las llamas. Solicitó “cualquier dato” que pueda ayudar a atrapar a los incendiarios, que “si se ve cualquier tipo de comportamiento” de este tipo, se traslade a las autoridades. De hecho, el mes pasado, los teléfonos de la Xunta recibieron 120 llamadas, y con “algunas de ellas se han abierto líneas de investigación”.

Más allá de los últimos focos activos, el resto se encuentran bajo control o estabilizados. El último gran fuego pendiente de extinguir es el del Barbanza. Está estabilizado desde el domingo. Los profesionales antiincendios y los propios bosques gallegos parecían tomarse un respiro de alivio. Pero las llamas no se han ido.