Los presupuestos de la Xunta suben en 1.000 millones hasta los 12.620

La Xunta anuncia una congelación de los precios de las tasas administrativas

Alfonso Rueda y Miguel Corgos en la presentación de los presupuestos

Alfonso Rueda y Miguel Corgos en la presentación de los presupuestos XUNTA

Natalia Sequeiro

18/10/2022

Actualizado a las 7:43 p. m.

La administración autonómica tendrá en 2023 12.620 millones de euros presupuestados. La cifra, en constante crecimiento en los últimos años, es nueva la más alta de la historia. En este ejercicio el incremento es el mayor con casi mil millones (993) más con respecto a las cuentas de 2022. Suben un 8.5% y lo hacen indispensables por «la buena marcha de la recaudación tributaria» de impuestos, como el IRPF y el IVA, que llegan a las arcas estatales y posteriormente son cedidos a las comunidades autónomas, reconocido el conselleiro de Facenda , Miguel Corgos. Los presupuestos elevan además en 21 millones el techo de gasto fijado el pasado verano, al poder disponer de nuevos fondos que no se conocían entonces.

Junto con el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, Corgos desgranó esta mañana los principales números del Anteproxecto de lei de Orzamentos, aprobado minutos antes en un Consello de la Xunta extraordinario. El Gobierno gallego alega que las cuentas sirven para hacer frente a la complicada coyuntura económica. “En un contexto económico como el actual tenemos el deber, más que nunca, de ayudar a la gente a enfrentar las dificultades y de que los esfuerzos se repartan de una manera justa y equitativa”, destaca Rueda. Las líneas maestras de los presupuestos, que el jueves llegarán al Parlamento para iniciar su tramitación, ya habían sido adelantadas. La Xunta apuesta por continuar su política de rebajas fiscales. Entre ellas, el incremento de la bonificación del impuesto de patrimonio a las rentas altas hasta el 50 %; la deflactación para los tres primeros tramos del IRPF; la rebaja del 9,4% al 9% del IRPF para las rentas más bajas; o la equiparación fiscal como familias numerosas para aquellos que tengan dos hijos. En total los descuentos en los impuestos detraerán 128 millones de las arcadas autonómicas. Rueda resaltó que “permanecerán en los bolsillos de los ciudadanos”, como medida para ayudars ante el alza de los precios. No hubo grandes novedades en este punto, salvo el anuncio de que la Xunta prevé en 2023 congelar también las administrativas.

Los presupuestos no sólo serán los más elevados de la historia, sino que batirán récords en gasto social. Sanidad, educación y políticas sociales y de creación de empleo (principales competencias autonómicas) suelen aportar al primer ejercicio disponible 9.368 millones de euros, 709 más que en 2022. En 2023 se destinarán 4.967 millones a salud pública, 2.795 millones a educación pública, 1.164 a políticas sociales y 443 millones a empleo. Como solo ser habitual, tres de cada cuatro euros del presupuesto irán destinados a estos materiales. Las cuentas reservan también una importante partida para la inversión con 2.772 millones, un 8,5% más que en 2022.

La Xunta pretende impulsar 5 líneas de actuación prioritarias: el apoyo a las familias y las personas vulnerables, el ahorro y la eficiencia energética, la dinamización económica, la lucha contra la sequía y el cambio climático y el fortalecimiento de los servicios públicos. Corgos detalló las subidas que experimentarán en el próximo año las partidas de programas ya conocidos —desde la Risga a la ampliación del periodo de actuación de los servicios antiincendios— que en conjunto reforzarán con 500 millones de euros. Preguntado por los periodistas por la eliminación de la tarxeta básica puesta en marcha en la pandemia — bonos para comida y gastos básicos de entre 150 y 300 euros al mes para las familias más vulnerables— el titular de Facenda aseveró que las subidas previstas en los sociales servicios “compensarán con mucha” supresión.

El capítulo de gastos se verá también afectado por las subidas de precios. La cuota personal ascenderá a 4.600 millones de euros, un 6,1% más que el pasado pasado debido al incremento de sueldos de los funcionarios que ha anunciado el Gobierno central. También habrá que hacer frente a los altos costos de la energía que consumen los edificios públicos. La Xunta será además afectada por la subida de los tipos. Corgos afirmó que Galicia es la tercera comunidad con menor gasto en intereses derivados del endeudamiento. Aún así este año afectarán hasta los 110 millones de euros. El endeudamiento previsto será cada vez menor de 415 a 181 millones.

Cuadro macroeconómico

El conselleiro considera que las cuentas presentan además un cuadro económico con previsiones “realistas pero también ambiciosas”. Facenda espera que Galicia supere el producto interior bruto (PIB) ante la pandemia “a principios de año”. Conscientes de la ralentización de la economía, se prevé que el PIB aumente un 1,7% en 2023. El conselleiro confió en las predicciones elaboradas por el Instituto Galego de Estatística frente a otras, como la dada a conocer por el BBVA que apunta a une incremento del 0%. Corgos apuntó también el próximo año seguirá reduciendo el desempleo. La Xunta estimó que, desde los medios, la tasa de paro se ubicará en el 10% e incluso hacia finales de 2023 bajará por primera vez de los dos dígitos.

Tanto el titular de Facenda como el propio Rueda insistió en que Galicia tendrá que aprobar sus cuentas en “tiempo y plazo” lo que muestra la estabilidad política de la Comunidad en los últimos años. Los presupuestos, resumió Corgos, son “los más altos de la historia, pero eso no es lo más importante”. Su característica destacada, prosiguió, es que “permitirán alcanzar el impulso que Galicia necesita”. Corgos destacó que protegen a las familias y sectores vulnerables, shieldan el crecimiento económico, impulsive medidas medioambientales y de ahorro energético, al tiempo que protegen y fortalecen la sanidad, la educación y los servicios públicos, concluyóyó. El jueves dará más detalles en el Parlamento gallego.

A falta de conocer la letra pequeña, la oposición carga contra las cuentas autonómicas. La nacionalista Ana Pontón se quejó de que “lo único que tienen de históricos” es el “pelotazo fiscal” y anunció que el BNG concluyó dos enmiendas para evitar las rebajas de impuestos a los más ricos y reclamar 200 millones extra para la atención primaria sanitaria. Desde el PSdeG, su portavoz parlamentario, Luis Álvarez, coincidió en que los 30 millones que dejarían de obtener las arcadas autonómicas con la bonificación a Patrimonio serían mejores empleados en los servicios públicos. Atribuyó la subida de casi 1.000 millones “al esfuerzo que hace el Estado” para financiar a las comunidades.

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