Los neandertales de Huesca, aún más carnívoros que los lobos

¿Qué comían los neandertales? De manera tradicional se ha considerado a estos europeos extintos como carnívoros pertinentes. En las regiones más frías eran devoradores de mamuts, rinocerontes, búfalos y renos, lo que ha contribuido a su fama, del todo inmerecida, de toscos y brutos. Sin embargo, otros estudios atribuidos a estos homínidos instalados en la península tienen una dieta más variada, con gran cantidad de vegetales e incluyen pescados, mejillones, crustáceos y otras especies marinas. Una nueva investigación publicada este lunes en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) añade un nuevo capítulo al debate sobre las aficiones culinarias de los neandertales. A partir del análisis con un nuevo método del molar de un individuo hallado en el yacimiento de Gabasa (Huesca), el equipo, en el que participaron los investigadores españoles, ha determinado que los neandertales de Huesca eran predominantemente carnívoros, “incluso más que los lobos , los linces y los zorros”, confirma a este periódico Klervia Jaouen, del Laboratorio de Geociencias y Medio Ambiente de Toulouse (GET-CNRS) y autora principal del estudio. Para determinar la posición de un individuo en la cadena alimentaria, hasta ahora los científicos tienen que extraer proteínas y analizar los isótopos de nitrógeno presentes en el colágeno óseo. Sin embargo, este método solo se utilizará en templados y muestras de más de 50.000 años. Cuando no se cumplen estas condiciones, el análisis de isótopos de nitrógeno es muy complejo, o incluso imposible. Este fue el caso del molar del yacimiento oscense de Gabasa. Se desconoce su antigüedad, pero las capas por debajo tienen unos 150.000 años. Noticias Relacionadas estandar No Neandertales y sapiens: hubo sexo, pero poco amor Javier Baena Preysler estandar No Nobel de Medicina para Svante Pääbo, el hombre que nos dijo que también somos neandertales Judith de Jorge Dadas estas limitaciones, Jaouen y sus colegas determinar analizar las proporciones isótopos de zinc presentes en el esmalte dental, un mineral resistente a todas las formas de degradación. Siempre que la mayoría de los isótopos de zinc estén presentes en los químicos, es más probable que el pertenezcan tenga una sustancia carnívora. El análisis también llevó a cabo en huesos de animales de la misma época y zona geográfica, incluidos carnívoros como linses y lobos, y herbívoros como conejos y rebecos. Los resultados mostraron que el neandertal al que pertenecía este diente, un individuo ya mayor cuyo sexo se conoce, probablemente será un carnívoro extremo. Comía médula ósea Los huesos rotos encontrados en el sitio, junto con los datos isotópicos, indican que este individuo también comía la médula ósea de sus presas, sin consumir los huesos, mientras que otros trazadores químicos muestran que fue destetado antes de los dos años. Los análisis también muestran que el Neanderthal probablemente murió, por causas también desconocidas, en el mismo lugar en el que había vivido cuando era niño. El Neanderthal de Gabasa comía ciervos, caballos y conejos. “Nuestra investigación sugiere que los neandertales eran principalmente carnívoros. La proporción de isótopos de zinc que registra el consumo de alimentos consumidos con frecuencia. Si los neandertales comían algunas plantas de vez en cuando, no podemos detectarlo”, señala la investigadora. Descartar por completo que este ejemplar fuera omnivoro, “es difícil porque nuestro rastreador es nuevo. Actualmente estoy trabajando en un gran proyecto que ayudará a detectar si el consumo de algunos productos vegetales también podría explicar nuestra observación en Gabasa”, explicó el autor. Por lo que saben hasta ahora, era un carnívoro extremo. Sin embargo, “podría matizarlo: las frutas tienen un contenido muy bajo en zinc, por lo que si los neandertales las hubieran comido a diario, no estoy seguro de que pudiéramos detectarlo”. Para confirmar estas conclusiones, los científicos esperan repetir el experimento con individuos de otros yacimientos, especialmente de Payre, en el sureste de Francia, para que se lleven a cabo nuevas investigaciones. Un cazadero Para Marina Lozano, investigadora del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES) y profesora asociada en la Universidad Rovira i Virgili, “lo más destacable de este artículo es la nueva metodología que presenta. Tal y como dicen los autores, los análisis de isótopos estables en el colágeno de los huesos tienen ciertas limitaciones (relacionadas con la conservación de los restaurantes, posible contaminación…). Por tanto, poder obtener información del esmalte dental, que se conserva mucho mejor, es muy positivo”. Lozano, que no ha recibido en este estudio, tiene una amplia experiencia en el análisis de dientes neandertales. “Los resultados obtenidos son interesantes por la línea de otros estudios isotópicos que identifican a todas las poblaciones neandertales con una dieta carnívora. Sin embargo, hay que tener en cuenta que se ha analizado un individuo y no se pueden extrapolar los resultados a todos los neandertales”. Como indica, hay que tener en cuenta que estos homínidos “vivieron durante un lapso temporal de más de 200.000 años, en los que se produjeron diferentes cambios climáticos, con los cambios en el medio ambiente, la vegetación y la fauna que ello supuso. Sepa que adapton su alimentación a períodos más fríos ya otros más templados. Por tanto, sorprende que un individuo en un hábitat de montaña cultive una dieta carnívora”. MÁS INFORMACIÓN noticia No Los monos bajan de los árboles al suelo a cause de l’ambio climático noticia No La primera amputación quirúrgica en la historia de la humanidad: el pie de un niño, hace 31.000 años In Gabasa se han encontrado restos de 5 neandertales . “Era un lugar de caza, no vivían allí”, explica Pilar Utrilla, codirectora del yacimiento y catedrática emérita de la Universidad de Zaragoza. “Los humanos cazaban ciervos y caballos en verano. Se sabe porque los huesos con huellas de flint eran de ejemplares infantiles, nacidos en primavera. Después, sus presas o las que habían cazado otros carnívoros se las llevaban a otro lugar donde vivían sus familias”, dice la investigadora, también coautora del estudio. En la cuenca se ha registrado la presencia de 80 ejemplares de carnívoros entre huesos, gallinas, gatos y lobos, incluyendo un número mínimo de 475 herbívoros. Una auténtica sala de despiece para humanos y animales.