Los osos pardos y polares se cruzaron igual que sapiens y neandertales

Hace no mucho tiempo, los científicos pensaron que cuando los modernos humanos y los neandertales se separan en dos tintas especies, no tuvieron que ver los unos con los otros nunca más. Pero más tarde el ADN neandertal fue encontrado en personas euroasiáticas modernas, lo que implica que los sapiens recibimos una afluencia de genes de estos homínidos en algún momento de nuestra historia evolutiva compartida. Es más, también los neandertales recibieron nuestros genes. Hubo mestizaje en ambas direcciones.

Ahora, un equipo internacional de investigadores ha descubierto que los osos tienen una historia similar. Un estudio publicado en la revista ‘PNAS’ esta semana encuentra evidencias de hibridación tanto en el genoma del oso polar como en el del oso pardo.

Los primeros en particular tienen una fuerte firma de una afluencia de ADN de los pardos. Los biólogos han aprendido que se convertirán en especies separadas sin perder por completo que estos animales aparecerán entre sí, pero desconocían hasta qué punto.

El estudio analizó los genomas de 64 huesos polares y pardos modernos, incluidos varios genomas nuevos de Alaska, un estado donde se encuentran ambas especies. Además, el equipo también produjo un genoma nuevo y más completo de un oso polar que vivió entre 115.000 y 130.000 años en el archipiélago norteño de Svalbard. El ADN del antiguo oso polar se extrajo de un diente adherido a una mandíbula fósil, que ahora se encuentra en el Museo de Historia Natural de la Universidad de Oslo.

Usando este conjunto de datos, los investigadores estiman que los osos polares y los pardos comenzaron a convertirse en diferentes especies hace aproximadamente 1,3 a 1,6 millones de años, lo que actualiza evaluaciones anteriores. Esta división ha sido y sigue siendo un tema de debate científico.

Los genomas analizados incluyen el de este oso, fotografiado en 1995 en North Slope of Alaska.  Los científicos se habían preguntado si podría ser un híbrido de oso pardo y oso polar, pero la nueva investigación encontró que “no es un híbrido, sino simplemente un oso pardo de color claro”Los genomas analizados incluyen el de este oso, fotografiado en 1995 en North Slope of Alaska. Los científicos se habían preguntado si podría ser un híbrido de oso pardo y oso polar, pero la nueva investigación encuentra que “no es un híbrido, sino simplemente un oso pardo de color claro” – Richard Shideler, División de Conservación de la Vida Silvestre, Departamento de Caza y Pesca de Alaska

cuello de botella

El estudio también concluye que tras convertirse en su propia especie, los huesos polares sufrieron una disminución considerable en la población y un cuello de botella genético prolongado, donde ya estos animales con mucha diversidad genética que los huesos marrones.

“La formación y mantenimiento de especies puede ser un proceso complicado”, dice Charlotte Lindqvist, profesora de ciencias biológicas en la Universidad de Buffalo y experta en genética ósea. “Lo que sucedió con los osos polares y los osos pardos es un claro análogo a lo que estamos aprendiendo sobriamente la evolución humana: que la división de especies puede ser incompleta”, señala.

Cambio climático

La idea de que las áreas polares adaptadas al Ártico capturan el material genético de la tierra, que está adaptado a la vida en latitudes bajas, es un sello distintivo que puede ser de interés para los científicos preocupados por el impacto del clima climático en las especies en peligro de extinción. En la medida en que el mundo se calienta y el hielo marino del Ártico disminuye, los osos polares y los pardos pueden encontrarse con más frecuencia en lugares donde sus áreas de distribución se superponen. A juicio de Lindqvist, esto hace que su historia evolutiva compartida se un tema de estudio particularmente intrigante.