La Xunta descarta que los lodos aparecidos en el Barbanza sean derivados de los incendios

La Xunta ha movilizado diferentes medios ante lo que identifica como un “arrastre de tierra de caminos y sedimentos de los propios ríos” en O Barbanza a causa de las horas fuertes lluvias producidas en las últimas en la zona. Según informó la Consellería de Medio Rural a Europa Press, los técnicos del Centro de Investigación Forestal de Lourizán (CIF) “descartan” que el arrastre haya sido de cenizas del gran incendio forestal que tuvo lugar en O Barbanza el pasado mes de agosto.

De tal forma, el Gobierno gallego ha enviado medios para comprobar las causas y “alcance de la turbidez del agua”, así como su posible afectación a bancos marisqueros. Asimismo, hará un seguimiento de la situación para evaluar las actuaciones a adoptar, informó Europa Press.

El fuego de O Barbanza, que procedía de la parroquia de Cures, municipio de Boiro (A Coruña), quedó extinguido tras arrasar unas 2.200 hectáreas -607 de monte arbolado y 1.593 de monte raso-. El incendio provocó la activación de la alerta por proximidad a viviendas y desalojos, ya que subía desde A Curota y se extendía a los municipios de A Pobra do Caramiñal y Ribeira.

Al respecto, la Xunta señala que los expertos determinaron que la afectación en los suelos por el fuego fue «en general baja», «solo moderada en puntos concretos», en los que se adoptaron medidas paliativas por parte de personal de Augas de Galicia -dependiente de la Consellería de Infraestruturas-, en coordinación con los técnicos del CIF de Lourizán. Además, se “evalua la adopción de más medidas, en las zonas que sea precisa actuar, para frenar la erosión”.

Problemas con el agua en A Pobra

En una comunicación, el Ayuntamiento de A Pobra do Caramiñal informó que las lluvias «arrojaron las cenizas de los recientes incendios en la comarca» en la toma del río de As Pedras, que lleva agua a la estación potabilizadora de Roupión. La sociedad concesionaria ha realizado trabajos de restauración de la red, con cortes en unas 250 viviendas de zonas como Santa Cruz, Entrerríos, A Banda, A Casa Queimada, entre otras.

Debido a que el agua no era apta para el consumo por la presencia de impurezas, se ha procedido a que vaciar el depósito para volver a llenarlo con agua que se recibe del Ulla. Asimismo, se detectó una afectación a los manantiales de agua del depósito de Vilas, con cortes en unos 80 domicilios en núcleos como Vilas, O Cruceiro Novo y Campomuíños, entre otros.