Guim Costa: Ciudad, arquitectura y salud

En 1996, la Unión Internacional de Arquitectos (UIA) decidió unir arquitectura y sostenibilidad de manera indisoluble, al declarar el primer lunes de octubre como día internacional de la arquitectura, y celebrarlo así junto al día mundial del Hábitat que conmemora el desarrollo urbano sostenible .

La importancia del diseño arquitectónico y el urbanismo es fundamental para el sostenimiento social, económico y ambiental, así como para la protección del entorno y la seguridad integral de la ciudadanía.

La comunidad científica ha venido a advertir sobre el gran deterioro que está sufriendo un crecimiento natural por el ritmo creciente de crecimiento de nuestra sociedad, mensaje que está siendo reforzado recientemente por la repercusión de la pandemia provocada por la COVID 19 y por la crisis energético.

Nuestro encontramos ante un reto ambiental y así el lema de este 2022 con el que celebramos este día mundial de la arquitectura: “Diseño para la salud”, toda una declaración de intenciones. La salud es un derecho fundamental y la arquitectura y el urbanismo son una herramienta imprescindible para canalizar políticas públicas que lo desarrollen a favor de ciudades más saludables.

La designación de Barcelona como capital mundial de la arquitectura a partir de 2026 brinda la oportunidad a la mayoría de que, a través de la arquitectura, el urbanismo y el paisajismo, es posible transformar las ciudades en entornos amables para sus habitantes, respetando la naturaleza del planeta.

Barcelona ha iniciado su transformación y avanza hacia mejorar esta ciudad compacta que ya es. The política de rediseño y adaption de la ciudad a través del proyecto de los ejes verdes en diferentes sectores de l’Eixample (después de l’éxito de implantación del modelo de las Superilles en el barrio del Born, en Gràcia y en los alrededores del mercado de Sant Antoni ) implica trabajar con las infraestructuras y el entorno arquitectonico existente para adaptarlas a las necesidades urbanas, diversificando y aproximando todo tipo de ocio y comercio, y promoviendo los servicios y equipamientos de proximidad, lo que llevará a una jora de la calidad de vida

Pero el desarrollo de toda esta transición ecológica y de los objectivos de carbonización requiere políticas locales de ordenación del entorno construido, del territorio y de las infraestructuras y también la colaboración del resto de agentes políticos, dado que lo que estamos protegiendo es la salud global a vanos de la protección del medio ambiente.

El Plan de recuperación de la Unión Europea post pandemia, los Fondos Next Generation se han estructurado alrededor de esta línea conceptual, y debemos hacer un esfuerzo, técnicas y ciudadanía, para que su materialización se haga conforme a los principios fundacionales del recientemente creado movimiento de la Nueva Bauhaus Europea, sostenibilidad, belleza, entre todos, aprovechando estos recursos económicos para una regeneración urbana de calidad.

Tenemos un objetivo común y urgente: ir construyendo un futuro en equilibrio con nuestro buen entorno que pasa no obstante por hacer pasos para una mayor eficiencia energética, una aplicación de las nuevas tecnologías y adoptar acciones para vivir de una manera sostenible. Dediquemos hoy un espacio a esta reflexión.

Guim Costa Calsamiglia es decano del Colegio de Arquitectos de Cataluña