Se busca a los culpables del vertedero en el que se ha convertible el K2

El registro de ascensiones al K2 este verano dejó como consecuencia una ristra de basura nunca antes encontrada en la montaña salvaje. Toneladas de desechos que las expediciones comerciales dejaron atrás y que ahora trata de limpiar una cuadrilla de trabajadores del Parque Nacional del Karakórum Cental (CKNP, por sus siglas en inglés). Un desastre ecológico de dimensiones confusas que provocó las alarmas del gobierno de la región de Gilgit-Baltistán, que provocó que los culpables exigieran responsabilidades y prohibiciones, en este caso, para provocar el retraso inmediato en la gestión de las montañas Karakórum para Pakistán. .

En la nota del CKNP -hecha pública por la web especializada ExplorersWeb-, se encuentra concretamente la alarma social que ha generado la publicación de noticias en todo el mundo sur la situación en los camps de altura del K2. Varios alpinistas han mostrado imágenes en las que podrían verter decenas de tiendas, cuerdas fijas y botellas de oxígeno abandonadas sin que nadie se hiciera cargo de ellas.

20,000 libras

Is the cifra de desechos que se han retirado esta temporada en el K2, superior en 6.000 kilos a los recogidos el año anterior

En consecuencia, el gobierno de esta región ha anunciado qu’iniciará una investigación para encontrar a los responsables y exigirles responsabilidades. Incluso advirtió de que las agencias comerciales que estén implicadas podrían ver denegados sus permisos para la próxima temporada.

En los trabajos de limpieza que el CKNP ha llevado en las últimas semanas, coincidiendo con el fin de la temporada, se han recogido 20.000 kilos de basura, que tiene que ser bajada desde los campamentos de altura y porteada colgantes kilómetros par ser incinerada. Una tarea muy complicada, pues obliga a contratar a alpinistas de alto nivel, y que cualquier persona no es capaz de alcanzar los 8.000 metros, donde está situado el campo de mayor altitud del K2.

De hecho, la imagen más icónica del montañero en la que ha convertido a este montañero al publicaba un montañero peruano, Flor Cuenca, reflejaba allí un campo 2 completamente abandonado y lleno de tiendas, cuerdas fijas y latas de plástico a la intemperie.

El K2 no es la única montaña donde se han visto este tipo de imágenes en los últimos años. El Everest ha sufrido un desastre similar hace años y, aunque se intentaron buscar soluciones, aún persiste el problema, cuya única solución pasa por la responsabilidad particular de cada uno de los que pisan las montañas.