mula por amor

Tenía 27 años cuando se enamoró a través de Tinder. Su ‘match’, la coincidencia que devolvió el algoritmo de la red social entre perfiles retrocompatibles, hacía llamar a Faysal, hablaba español y le dijo que vivía en Ámsterdam, Países Bajos. Después del ‘match’ llegaron los ‘whatsapps’, las llamadas de teléfono y las confidencias. A él le contó que le habían diagnosticado cáncer de mama años atrás, cómo la habían echado del trabajo por sus ausencias tras las sesiones de quimioterapia, que tenía una situación económica difícil y una deuda de diez mil euros por las mensualidades del alquiler retrasadas o el copago de los costes de su tratamiento. De los ‘whatsapps’ entonces llegaron los viajes de él a Barcelona, ​​donde la joven vivía desde que tenía dos años. Hasta que en julio de 2019 fue ella quien voló desde Tánger (Marruecos), donde estaba visitando a unos familiares, a Ámsterdam para encontrarse con él. Allí Faysal pidió un favor: Que cruzara en jaque la frontera entre Holanda y Alemania con seis kilos de cocaína en su interior. “La acusada accedió porque lo vio como una oportunidad para saldar sus deudas y porque estaba enamorada de Faysal y quería ayudar”, dice la sentencia del tribunal alemán que la juzgó y a la que tuvo acceso ABC. Con 1.500 euros en efectivo Así que con las instrucciones claras –debía hacer la entrega en un taller de Innsbruck (Austria)–, un mapa con la ruta a seguir, 1.500 euros en efectivo que le había dado Faysal y la promesa de que recibiría otros 1.500 si completó el viaje con salida, montó en un Mercedes para completar la misión encomendada. Nunca llegó a conocer el destino. Un equipo de control de aduanas en Colonia, Alemania, terminó de inspeccionar el vehículo y encontró los seis kilos de cocaína. Fue detenida y encerrada en firme el 11 de febrero de 2020 a 5 años y 2 meses de prisión por un delito de narcotráfico. El Juzgado Regional de Bonn tuvo en cuenta su confesión, sus muestras de arrepentimiento, que no tenía antecedentes penales y su enfermedad oncológica. Su salud “preocupa” Fue internado en el Centro Penitenciario de Colonia en Alemania hasta que su familia consiguió que la trasladaran a Madrid y de ahí a una prisión catalana. Ahora la Audiencia Nacional ha acordado su clasificación en tercer grado en contra del criterio de la Fiscalía: “Es la Junta de Tratamiento la que entiende que el interno está capacitado para seguir cumpliendo su condena en un régimen de semilibertad”, explicó el juez en el auto al que tuvo acceso ABC. “Se señala un pronóstico de reincidencia muy bajo”, prosigue el magistrado, que pone encima de la mesa que la condenada ha cumplido más de la mitad de la pena que se le impuso, que su comportamiento en prisión ha sido correcto el tiempo que ha estado recluso–participando en actividades deportivas, formativas y de orden del centro– . Tercer grado 6 kilos de cocaína Es la cantidad de droga que un equipo de control de aduanas alemanas encontró en el vehículo que se dirigía a Austria. 5 años de cárcel Is the condena that un juzgado germano the impuso tras su detención in Colonia (Alemania). El magistrado ha atendido, además, a las consideraciones esgrimidas por su defensa, ejercida por el despacho especializado en penal Ospina Abogados: la joven, que ahora tiene 31 años, fue diagnosticada hace años de un cáncer de pecho imposible de tratar adecuadamente en prisión. Esta circunstancia “preocupa” al juez y así lo refleja en su escrito. Por ello ha solicitado toda la documentación relativa al estado de salud de la condenada y además de confirmar su clasificación en tercer grado, déja abierta la puerta a que, tras el análisis de los informes médicos, pudiera otorgarse a la chica la “libertad condicional o un régimen de vida que permita atender las consultas posibles”.