Los mejores prestamistas de hipotecas pequeñas
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Préstamos para viviendas pequeñas de menos de 50.000 euros
Si su solicitud de hipoteca es rechazada, hay una serie de cosas que puede hacer para mejorar sus posibilidades de ser aprobado la próxima vez. No te apresures a buscar otro prestamista, ya que cada solicitud puede aparecer en tu expediente de crédito.
Cualquier préstamo de día de pago que haya tenido en los últimos seis años aparecerá en su expediente, incluso si lo ha pagado a tiempo. Podría seguir contando en tu contra, ya que los prestamistas podrían pensar que no serás capaz de afrontar la responsabilidad financiera de tener una hipoteca.
Los prestamistas no son perfectos. Muchos de ellos introducen los datos de su solicitud en un ordenador, por lo que es posible que no le hayan concedido la hipoteca por un error en su expediente de crédito. Es poco probable que un prestamista le dé una razón específica por la que haya fallado con una solicitud de crédito, aparte de que esté relacionada con su expediente de crédito.
Los prestamistas tienen diferentes criterios de suscripción y tienen en cuenta una serie de factores a la hora de evaluar su solicitud de hipoteca. Pueden basarse en una combinación de edad, ingresos, situación laboral, relación préstamo-valor y ubicación del inmueble.
¿Puedo obtener una hipoteca por 100k
Los precios de las viviendas no están por las nubes en todo el país. Y algunos propietarios sólo necesitan refinanciar un pequeño saldo de préstamo. Pero, ¿exigen los bancos y las compañías hipotecarias un importe mínimo de préstamo para comprar o refinanciar una vivienda?
Muchos de los costes de constitución de una hipoteca son fijos, como los de suscripción y tramitación. Sin embargo, la mayoría de los prestamistas cobran a los prestatarios un porcentaje del importe del préstamo. Para una hipoteca de 30.000 dólares, una comisión de apertura del 1% (300 dólares) no llega a cubrir los costes del prestamista. Así que es posible que pague varios puntos adicionales para obtener un préstamo más pequeño.
Tras recuperarse de la conmoción que produce esta pregunta, la mayoría de los agentes de crédito responderán: «No tenemos límites formales de reducción de los nuevos préstamos». Espere (apueste su camisa en ello, si puede encontrar a alguien que acepte la apuesta) que su siguiente palabra sea «Pero».
Tal vez quieran ayudar a un hijo adulto a encontrar el pago inicial de una casa. O se avecina una boda familiar. Tal vez tengan que hacer frente a facturas médicas inesperadas. O su casa se está cansando y le vendría bien una pequeña remodelación. No quieren cargar con una deuda de 250.000 dólares, que era la media de las nuevas hipotecas a finales de 2017. Pero unos 30.000 o 40.000 dólares relativamente indoloros serían muy útiles.
Préstamos para viviendas pequeñas de menos de 100.000 euros
Es posible que tengas que buscar para encontrar un prestamista que ofrezca hipotecas de bajo monto, pero algunos se asocian con organizaciones sin fines de lucro o crean sus propios programas de préstamos para ayudar a las personas a alcanzar la propiedad de una vivienda y construir una riqueza personal.
Por lo general, se considera que una hipoteca de dólares pequeños es un préstamo de $100,000 o menos, que es mucho más bajo que el monto promedio nacional de préstamos hipotecarios de $184,700 en 2019. Aunque estos préstamos son una pequeña parte del número total de hipotecas emitidas cada año, son vitales para las familias de ingresos bajos y medios que intentan comprar una casa.
La razón principal por la que las hipotecas de pequeño importe son difíciles de encontrar y asegurar es que los prestamistas ganan menos dinero con ellas que con los préstamos hipotecarios de mayor cuantía. Esto es suficiente para que muchos prestamistas no las ofrezcan.
Los prestamistas incurren en algunos de los mismos costes fijos -alrededor de 7.000 dólares, según la Asociación de Banqueros Hipotecarios- para la tramitación y el servicio de cada hipoteca, tanto si se trata de un préstamo de pequeña cuantía como de un préstamo jumbo. Esto se traduce en un menor margen de beneficios en los préstamos de bajo importe. Los prestamistas también ganan una comisión menor en comparación con las hipotecas más grandes.
