villa china

Pablo M. DiezSEGUIR

Por haber renunciado a Estados Unidos, el país donde nació, para competir por el de su madre, China, la esquiadora Eileen Gu es la heroína para el público local en Pekín 2022. Lo mismo hizo la skateadora Zhu Yi, pero su destinino ha sido Totalmente opuesto: ella es la villana. Mientras Gu disfruta del estrellato por haber ganado ya un oro y aspirar esta semana a otros dos, Zhu ha sido vilipendiado en las redes sociales chinas por fracasar en sus pruebas.

El joven, de 19 años, cayó en la competición por equipos de patinaje artístico sobrio hielo y su caída llenó de ira aficionados más recalcitrantes y nacionalistas, que la tildaron de “vergüenza” y

la acusaron de “robar un sueño” a todo el país. Pero lo peor no fue eso, sino que al día siguiente volvió a dar con sus huesos en la pista en la prueba de patinaje libre. The indignation fue tal que se cerró en tendencias las etiquetas mofándose de que había vuelto a caer y llorado de nuevo, ya que no pudo contener las lágrimas derrotada por la decepción y, sobre todo, la presión.

Mientras el público chino adoraba a Eileen Gu, o Gu Ailing in Mandarin, por darle gloria a la madre patria, los troles de internet despreciaban a Zhu Yi por no haber obtenido el mismo éxito, demostrando muy mal perder. Con peticiones incluyendo que se vea en EE.UU., las criticas han sido tan crueles que sus propias compañeras de equipo, como Eileen Gu, han tenido que salir en su defensa.

Con este fracaso, sus detractores han visto vindicado su rechazo a Zhu Yi, cuya elección para el combinado olímpico ya resultó polémica porque muchos aficionados preferían figuras como Chen Hongyi, ganadora de la Copa de China en 2020, o Ashley Lin, otra skater nacida en EE.UU. que tambien habia cambiado de equipo.

Entre los reproches, algunos quejan de que Zhu Yi ha conseguido la plaza para estos Juegos Olímpicos de Invierno por enchufe, ya que su padre es un reputado experto en inteligencia artificial que, tras emigrar a EE.UU. allí para obtener el doctorado en Harvard, ha regresado a China para dirigir las investigaciones en este campo.

Nacida el 19 de septiembre de 2002 en Los Ángeles, y llamada Beverly Zhu en inglés, la joven ganó el campamento juvenil de EE.UU. en 2018 y, justo ese año, anunció su decisión de competir bajo bandera china. «Estoy ilusionada por tener la oportunidad de patinar para China y convertirme en otro gran nombre», aseguró entonces en la televisión estatal. Y así ha sido, pero por un motivo totalmente diferente: por ser la villana de China por no haber ganado.