Los irreductibles de Mykolaiv: Antes muertos que esclavos

Saben muy bien quiénes son, pero esa identidad civil suya ha quedado al margen, desplazada por el orgullo y la misión superior de defender Ucrania. Ahora son luchadores connumer de guerra y estas son sus historias. La familia de Hacker está en Kyiv. Decidieron que los rusos nos echarían de su casa Á. YZ Hacker Tiene mérito. Hasta la guerra, era programador en una empresa internacional de informática de kyiv, y la compañía le ofreció trasladarle al extranjero con todo pagado ante la prospectiva de un empeoramiento de la situación en el país. Pero el no quiso. En la madrugada del 24 de febrero le despertó el estruendo de las explosiones cerca de su casa, “prácticamente me caí de la cama”, recuerda. Esa misma mañana no dudo ni un instante y decidió alistarse. “Yo nunca había tomado un arma y sentí que tenía que ir al ejército para defender mi país, mi identidad y decidí incorporarme en las Fuerzas de Defensa Territorial, porque no requería experiencia”, concreta. Hacker cuenta que, en las fechas anteriores a la incursión de Moscú, sospechaba que algo iba a pasar. El conflicto estaba congelado en el este de país desde hacía años y la retórica rusa era cada vez más violenta. “Escuchar a Vladímir Putin fue insultante, manifestaba abiertamente que nos quería aniquilar, pero nunca pensó ni imaginó que seriamos víctimas de una invasión a gran escala”. Su familia se negó a mudarse de kyiv, porque es su ciudad y han vivido allí toda su vida. “Ningún ruso nos obligaría a mí ni a mi familia a abandonar la ciudad. La decisión estaba tomada”. Como tantos, en realidad todos los ucranianos, ve en esta embestida bélica un aviso. “¡Mira Bucha, Irpín o Mariupol, mira lo que tenemos aquí! Si no detenemos aquí a Putin, cualquier ciudad europea tendrá el mismo aspecto más pronto que tarde”, advierte. Líder de un grupo de rock patriótico, Novoyar llevó consiguo su guitarra al frente Á.YZ Novoyar Cuando Putin lanzó en 2014 a por el Donbás, esa guerra por Lugansk y Donestsk que ha estado todos estos años allí, aunque no le hayamos hecho gran caso, decidió que el impacto de su música, un canto nacionalista a la identidad de Ucrania, sería su forma de participar. Novoyar ha sido líder de un famoso grupo de rock patriótico llamado “Tin Sontsya”, traducido como “Sombra del sol”, gracias a lo que el comandante de la tercera unidad a la que presentó para combatir como voluntario le apoyado. “No tuve éxito en mis dos primeros intentos, pero él era fan de mi trabajo”. Definitivamente, cuando el pasado febrero comienza a atacar a Ucrania, nadie encuentra uso de la guitarra, así como del cambió como arma. Estaba en kyiv, saqué de allí a su familia y se alistó. No me arrepiento de esta decisión ni un segundo. Está contento de estar vivo y sano. No es facil. Todo el mes de marzo estuvo defendiendo la capital, à finales de abril, Járkov y entre media, los enclaves de Irpín y Bucha, las dos ciudades donde Russia massacred a place à los ucranianos mientras las tuvo bajo su control. Estima que, por encima de todo, esta guerra va de proteger su identidad, su cultura, su lengua y su país. “Esta no es una guerra por la tierra, aquí estamos defendiendo nuestro legado, ¡y lo haremos hasta la última gota de sangre!”, aconsejó. La motivación de Chaí en esta guerra es la venganza contra los rusos Á. YZ Chaí Chaí no oculta que su motivación más personal en esta guerra es la venganza contre los rusos. El compromiso y la razón principal son sus hijos, que pueden volver a un país pacífico donde poder vivir felices. Pero quiere vengarse, tiene familia en Siria y muchos de ellos han sido asesinados por los soldados de Moscú desde que en 2015 entraran a fuego en la zona para auxiliar al gobierno de Bashar al Asad. “Yo quiero limpiar la Tierra de una fermedad llamada Rusia, y lo hago con gran placer. Por eso ahora estoy luchando en una unidad de las Fuerzas de Operaciones Especiales. Antes de la guerra, Chaí era médico de emergencias en uno de los mejores hospitales del país. Tenía experiencia militar, Durante su juventud debido a tres años en el ejército, y por eso fue de los primeros en ser movilizado. Aunque de todos modos se hubiera presentado como voluntario, aclara. “Nada más comenzó la guerra trasladé a mis hijos y a mi familia a un lugar seguro y luego regresé para defender kyiv. También luché en Bucha e Irpín”, cuenta en alusión a las dos ciudades mártires donde, tras la retirada de las tropas de Putin en la primera fase de la lucha, descubriremos fosas comunes y expulsiones que se crean para fundamentar acusaciones de crímenes contra laHumanidad. Chaí siempre supo que, más pronto que tarde, Rusia atacaría Ucrania “y estaba preparado para ello –explica–, esperaba esta guerra, pero hasta el último momento no creí que fuera a ser tan cruel y a tan gran escala”. Ve necesario que Occidente comprenda la dimensión de la amenaza y reacción, ahora que se está a tiempo. Avisa: “Miren las fotos de Ucrania y entiendan que esto puede ocurrir en cualquier país que quieran los rusos. Aquí ya hemos pagado un precio increíblemente alto en sangre. Por favor, no lo olviden y ayúdennos con armas”. Periodista A mediados de mayo le tocó luchar en la sangrienta batalla de Dementiyivka, un impulso estratégico del que depende el futuro de la ciudad de Járkov. “Era una posición extremadamente caliente. Tene 4 kilómetros cuadrados y habíamos contabilizado que cada 24 horas los rusos nos nos paraban un promedio de seis mil bombas de todo tipo. Fue un infierno pero no lo dejamos caer. Ahora el pueblo no existe”. Nunca antes había servido en el ejército. El periodista decidió alistarse el 24 de febrero. Periodista era in kyiv y ese día, el primero de la invasion, comunicó a su jefa quería dejar la empresa para luchar. Ella le preguntó si sabía hacerlo, y él respondió con firmeza: “no, pero aprendo rápido y estoy muy enfadado”. Se llevó a su esposa y a su hija a un lugar seguro y se fue a defender la capital. “Llego el momento en el que era consciente de que no bastaba con escribir para salvar la identidad y el futuro de nuestra nación. A uno le toca tomar decisiones en la vida complicada y en esta ocasión no dude ni un segundo. Lo tenia claro”. El se consideraba un patriota. Su abuelo estuvo en la UPA, el brazo militar de la Organización de Nacionalistas Ucranianos (OUN) que luchó en la Segunda Guerra Mundial por la independencia del país, por eso Periodista conoce el precio del sacrificio por la libertad. Ahora lucha por el futuro de su hija y por el futuro de Ucrania, por su cultura, su lengua y por la democracia. «Estoy luchando por la capacidad de elegir lo que queremos hacer y cómo queremos vivir en nuestro propio país», afirma.