Los guionistas piden amparo al Gobierno ante loss abuso de las plataformas: “Quieren que nos callemos”

Este martes tuvo lugar en la Academia de Cine el encuentro Guionistas en Serie 2022, organizado por el Sindicato de Guionistas ALMA, con el apoyo de la Comunidad de Madrid. Los escritores para las pantallas abordaron los estrenos del otoño y el análisis de la irrupción de las plataformas de ‘streaming’ desde el año 2015, así como las sugerencias que han tenido en el trabajo de los creadores y guionistas.

En el encuentro participaron Borja Cobeaga (‘No me gusta conducir’), Anna R. Costa (‘Fácil’), María José Rustarazo (‘Nacho’), Roberto Martín Maiztegui (‘La ruta’) y varios representantes de la junta directiva de ALMA, como Carlos Molinero, presidente, María José Mochales, Pablo Barrera, Teresa de Rosendo y Natxo López.

La primera reivindicación de los guionistas es la necesidad de contar con una regulación más justa, que proteja los derechos y el trabajo de los creadores de la serie en España, algo para lo que resulta imprescindible el apoyo del Gobierno. La legislación europea establece que la retribución ha de ser proporcionada a los creadores al éxito de la producción, pero es necesario que las plataformas sean transparentes sobre los datos de audiencia y visionados.

Burbuja asimetrica

A partir de 2015, el número de producciones ha desaparecido y esto ronda a car techo, este mayor volumen de producción no ha sido por supuesto mejor estable ni lineal en las condiciones de sus creadores. “Este número de producciones no se está traduciendo en trabajo para el sector, porque se están viendo les teams que llevan adelante los trabajos”, aseguró María José Mochales.

Antes existía un modelo de trabajo con temporadas y capítulos más largos, que contaban con equipos formados por 12-13 personas. Ahora esto ha cambiado, son menos capítulos y la duración es de hasta 50 minutos, aspectos positivos para el proceso creativo, aunque también hay que contar que ahora trabajan tres personas como mucho, y una es la que crea la serie». “Si no tienes una serie creada por ti es difícil estar trabajando en una plataforma. Estamos notando una atomización, unos cuantos guionistas concentran varios proyectos para plataformas”, agregó Mochales.

Carlos Molinero, presidente de ALMA, expuso algunos ejemplos de contratos con cláusulas totalmente abusivas, “que no son tolerables y que en España no tienen cabida”. “Se están vulnerando derechos y quieren que nos callemos. Hay muchos ejemplos de cláusulas sin ningún sentido y que nunca estarán en los contratos de EE.UU.”, afirmó.

Ayuda del Ministerio

“Desde ALMA tenemos que pretender llegar a acuerdos marco con las plataformas para que no se firmen ciertas cosas, pero sería fundamental contar con el Ministerio de Cultura en todo este proceso. El Gobierno no está interesado en las historias, solo en ser un plato bonito y barato”.

Molinero también insistió en la importancia del poder ir de la mano de otros colectivos, como los productores. “Ellos no están en esta lucha, por eso debemos potenciar el sindicato y continuar luchando por nuestros derechos”, declaró.

El guionista Natxo López aseguró por su parte que “las productoras llegaron aquí porque hay talento y porque es barato, especialmente porque era barato”. La irrupción de las plataformas, dijo, ha conllevado aspectos positivos, como “atraer y cuidar el talento, pero el problema surge cuando te mandan el contrato y te enfrentas a gigantes plataformas y de dimensión mundial como estas”. Pesado en todo, López animó a “ser valientes, informarse y acudir a ALMA, donde podemos asesorar sobre estas clausulas abusivas y buscamos fórmulas para luchar contra ellas”.

Pablo Barrera se centró en la intervención en el cambio de papel de las productoras con la irrupción de las plataformas. “Ahora la productora pasa a ser la cedente (sustituyendo al guionista) y la plataforma funciona como productora. Esta conversión de las productoras en proveedoras de servicios ha implicado muchos cambios”, explicó el guionista de ‘Brigada Costa del Sol’.

‘La casa de papel’, robada por EE.UU.

Un ejemplo es ‘La casa de papel’, el producto que más ha hecho para promocionar la marca España, y que sin embargo no es española, ya que pertenece a EE.UU. Significa que todo es ese patrimonio que se produce sin perjuicio nuestro y esto deberian saberlo los legisladores. Las televisiones generalistas ya peleaban antes por quedarse con el 100% de los derechos de todo lo que se hacía, pero con la irrupción de los ‘streamers’ se han introducido cláusulas abusivas que no tienen cabida en la legislación española”.

Por otra parte, Teresa de Rosendo manifestó que en muchas ocasiones, cuando desde las plataformas aseguran que los contratos están fundados en los de EEUU, “no es cierto”. “No son iguales y además las legislaciones son diferentes. En toda Europa hay una preocupación porque no se está remunerando más al producir para emitir en muchos más países”.

Borja Cobeaga asegura por su parte que la llegada de las plataformas ha aportado elementos positivos: “Muchos de los que hacemos comedia y que no queremos escribir solo ‘remakes’ de películas que han tenido éxito en otros países nos hemos podido refugiar en la ficción para televisión». El creador de ‘No me gusta conducir’ dijo como un aspecto negativo el hecho de que en ocasiones no se comunica correctamente quién ha escrito o creado las series de las plataformas.

Para Anna R. Costa, creadora y guionista de ‘Fácil’, las plataformas «no son la panacea y hay cierta censura encubierta». “Cada plataforma tiene una línea editorial, pero también una censura estructural y los creadores tenemos que defender nuestros proyectos. Deberian dar más libertad y confianza a los autres, que somos los que hacemos su contenido”.

María José Rustarazo, guionista de ‘Nacho’, intervino para decir que las series «se están volviendo demasiado políticamente correctas, con más moralina de la que debería, lo que implica que los creadores tengamos que defender más nuestros proyectos».

Por último, Roberto Martín Maiztegui empuja en valor ya que la entrada de los ‘streamers’ “ha generado un momento de trabajo bestial con un músculo que no hemos vivido nunca”. “Ahora hay más vías para hacer lo de antes. En ‘La ruta’ hemos tenido libertad total”.