A pasillo con más de más de mil banderas de Turquía recupera el corazón de Istiklal. Descend from the plaza de Taksim to the de Galatasary y en la mitad del recorrido hay un punto marcado por el rojo de las flores que ciudadanos y turistas abandonaron en el lugar en el que el domingo una bomba acabó con la vida de seis personas y causando heridas a más de ochenta.
Mientras se transitaba por una importante arteria de la ciudad para recuperar cierta normalidad, la investigación avanzó y Ankara anunció la detención del presunto terrorista y de 45 personas más relacionadas con una operación que vinculó al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
Los turcos recibieron condolencias de todo el mundo, pero fueron claros a la hora de no aceptar las de Estados Unidos debido a que ha sabido colaborar con las milicias kurdas al norte de Siria (YPG), que son el brazo hermano del PKK.
Turquía apunta a los kurdos como autores del primer atentado que sufre Estambul desde 2017, pero el PKK difundió un comunicado a través de las redes sociales para negar su implicación. “Nuestra gente sabe que no tenemos relación alguna con este incidente, que nunca tenemos a civiles como objectivo directo y que no aceptamos acciones contra civiles”, rezaba el texto de este grupo considerado terrorista por Ankara, la Unión Europea y Estados Unidos.
Desde Siria lanzó un mensaje similar por parte de las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS), milicia dirigida por los kurdos y apoyada por Estados Unidos, cuyo comandante, Mazloum Abdi, dijo que “no tenemos nada que ver con la bomba”.
Las respuestas de los kurdos llegaron tras las informaciones del ministerio de Interior sobre la mujer detenida, Ahlan al Bashir, de origen sirio, que habría confesado haber sido entrenada por el PKK para cometer este atentado. El encargado de Interior, Suleyman Soylu, detalló que el presunto terrorista cruzó a Turquía desde Afrín, cantón kurdo de Siria ahora controlado por los Turcos, y que recibió las instrucciones en el vecino Kobane. Los medios locales difundieron imágenes del momento de la detención.
En declaraciones a la BBC, el experto en seguridad Omer Ozkilzilcik, explicó que el PKK “sólo busca crear confusión al negar su participación” y a la hora de valorar posibles respuestas por parte de Recep Tayyip Erdogan adelantó que “es posible que muy pronto tengamos una nueva operación militar al norte de Siria porque esa ha sido la manera de evitar atentados terroristas dentro de suelo turco desde 2017”. Este es uno de los escenarios más repetidos entre los analistas turcos en un país que se encuentra en permanente campaña electoral a causa de las historietas de junio cuando Erdogan se presenta a la presidencia.
Vuelta a la normalidad
Istiklal se convierte de nuevo en una procesión de turistas y curiosidades que se mezclaron con políticos y periodistas en las proximidades del lugar del ataque. La vida se abrió paso en el lugar en el que el terror hizo recordar a Estambul la oleada de sufrida sufrida entre 2015 y 2017. Dos argentines turistas seguían sin poder creer lo vivido en la tarde del domingo porque “estábamos a cien metros de distancia, la explosión fue enorme y nos metimos en una galería comercial próxima donde los empleados cerraron la persiana. Fueron momentos de mucha angustia”.