Si un mes después del ciberataque ruso, el CSIC recuperará la normalidad de sus conexiones

Los pasados ​​16 y 17 de julio el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) sufrió un ciberataque de tipo ‘randsomware’, por el que se ‘secuestra’ la red de conexiones. Para evitar la filtración de información, el CSIC cortó, sin previo aviso -tal y como denunciaron algunos investigadores- todas las conexiones, lo que utilizaría que sus 149 centros, institutos y sedes territoriales sufrieran interrupciones parciales y totales durante todo este tiempo. Una situación que ha durado casi un mes, ya que el organismo acaba de anunciar que ya ha recuperado la normalidad en todas las instalaciones.

El CSIC ha explicado que su sistema informático tenía copia de seguridad de toda la información de la institución y “no se ha detectado pédida de datos sensibles o confidenciales”. El ha subrayado organismo que cuenta con “multiple mecanismos de seguridad que evitan más de 260.000 intenciones de ataques diarios”, y ha señalado que otras instituciones internacionales de investigación, la Sociedad Max Planck, en Alemania, la NASA, en EEUU, han recibido ciberataques recientemente.

A los pocos días del ciberataque, muchos investigadores se quejaron a través de sus redes sociales sobre los cortes sufridos y las consecuencias de este parón. “Llevo dos semanas parado, lo que va a afectar a mi planificación anual. De mí depende otros seis investigadores que, de no sucio adelante nuestro trabajo, se quedarán en la calle en enero. Está paralizado el trabajo de años”, explicó a ABC David Arroyo Guardeño, investigador en ciberseguridad del Instituto de Tecnologías Físicas y de la Información del CSIC.

Ataques anteriores

Estos ciberataques a organismos de la Administración pública no son nuevos: en 2021 algunos organismos como el Servicio Público de Empleo (SEPE), el Instituto Nacional de Estadística y diversos ministerios como el de Educación y Cultura, Justicia o el de Asuntos Económicos y Transformación Digital fueron víctimas de aparentes ataques dirigidos.

Este año, coincidiendo con el conflicto en Ucrania, los ataques han seguido aumentando en todos los países miembros de la Unión Europea, incluida España. Por ejemplo, hace unos meses se asignó un ataque similar a la Universidad Autónoma de Barcelona, ​​que estuvo casi tres meses parada. En la última década que aumentó con creces estos fenómenos, si bien tras el COVID y, últimamente, la guerra entre Ucrania y Rusia han crecido exponencialmente.