El consumidor responsable intentará resistir el huracán de la inflación

La mitad de los consumidores españoles tiene en cuenta la sostenibilidad a la hora de realizar sus compras, tal y como muestra los resultados del estudio Sostenibilidad y Consumo 2022 elaborado por el Observatorio Cetelem. “Todavía queda camino que recorrer en este sentido, pero los españoles tienen claro que en los próximos años tendermos un modelo de consumo mucho más responsable”, afirmó Liliana Marsan, quien está al frente de esta unidad de estudios y prospectiva de BNP Paribas Personal Finance .

Hace ya veinte años que en sus informes preguntaron por temas relacionados con la sostenibilidad y ya entonces “observabamos el inicio de una preocupación por el medio ambiente por parte de los consumidores, pero quedó más bien en la teoría y no repercutía directamente en su consumo”. reconoce Marsans.

Hace 10 años esta tendencia comenzó a notar se más en los comportamientos de compra de los españoles, “acentuándose progresivamente en los últimos años. Sin duda la pandemia ha sido un catalizador de muchos cambios, de tendencias que vienen creciendo y que, lo que hemos vivido, han hecho crecer con mayor celeridad. También la mentalidad de los consumidores ha cambiado”, añade.

El 24% de los españoles compra productos de segunda mano alguna vez al mez

Pero en un momento de crisis, incluida la inflación tan elevada, cabe preguntarse si este consumo responsable puede poure judicado, de modo que los productos sostenibles suelen tener un precio más elevado. “Creemos que es una tendencia que puede tener altibajos, pero la línea va a ser ascendente, es fuerte y consolidada. El factor precio es importante pero el consumidor sigue pidiendo productos de calidad, que se asocia a la sostenibilidad”, indicó Rosario Pedrosa, gerente de Estrategia Comercial y Marketing de AECOC, la Asociación de Fabricaciones y Distribuidores. Reconocer que “calidad y precio se dan la mano y no nos podemos despistar. Para una mayoría de consumidores el precio es decisivo en la compra”, añade. Valora positivamente que las empresas están realizando inversiones de cabo para ser más eficientes y cree que a la gran el precio de estos productos irá bajando.

Creciente competencia

Además, Pedrosa consideró que “hay mucha competencia, y eso hace que los precios se autorregulen. Tanto fabricantes como distribuidoras hacen un esfuerzo para ofrecer la mejor oferta calidad-precio”, puntualiza. Más allá del efecto que la inflación pueda tener en nuestros bolsillos, “llevar un estilo de vida sostenible es muy importante. En mayo barómetro mostró que el 50% de los consumidores tiene en cuenta aspectos relacionados con la sostenibilidad. Un 61% entendió que puede productos de proximidad local, lo cual relaciona mucho con estilo de vida sostenible”, explica Pedrosa.

Desde AECOC recuerdan también que hay un marco regulatorio que nos lleva hacia el camino de la sostenibilidad y “es una petición de los consumidores”. Pedrosa habla de un consumidor más consciente y responsable, “pero con una gran falta de conocimiento en términos de cómo debe actuar para ser más sostenible, por lo que las marcas tienen una gran oportunidad de hacer pedagogía con sus productos y servicios y, así posicionarse como referentes en sostenibilidad”. El sello de garantía de los productos sostenibles es importante para el consumidor, hay que da una garantía. En la categoría de productos alimenticios “vemos que el consumidor está más preocupado a la hora de hacer la compra sostenible. Compra productos a granel, de proximidad y que tengan los menos envases posibles”, explicó el gerente.

nueva realidad

Otro cambio de comportamiento importante, que no sufrirá además con la inflación, es el relativo al mercado de segunda mano. Según destaca el responsable del Observatorio Cetelem, hace veinte años estas compras estaban asociadas a un consumo que sólo demandeban aquellos que no podían comprar un producto nuevo y optaban por estos de un menor precio. “Hoy en día la realidad es muy distinta, en primer lugar, porque las compras de segunda mano se han extendido a una gran variedad de productos que hace años no existían, y, en segundo lugar, porque ahora son consideradas como compras inteligentes y sostenibles no destinados a un único target de la población, sino que se han generalizado”, matiza. De hecho han establecido las tiendas en este sector.

El 95% de los españoles estaría dispuesto a tomar medidas para contribuir contre el clima y los problemas que se derivan de él.

Patricia San Miguel, profesora de Comportamiento del Consumidor en ISEM Fashion Business School, Universidad de Navarra, reflexionó sobre las motivaciones que están produciendo el cambio del consumidor, que también influye en la toma de decisiones. “A nivel gubernamental hace tiempo que hay una apuesta por el cuidado del planeta pero no estaba en la opinión pública”. Cree que el derrumbe del conocido edificio como Rana Plaza en Bangladesh permitió que la opinión pública conociese lo que estaba pasando: «La moda puede ser contaminante». “En los últimos años hemos visto en videos el impacto de lo que está pasando en el planeta y sabemos que hay que tomarlo en serio. Poco a poco se creó una concienciación de una vida sana y todo influir en el consumidor a nivel global”, matiza. De ahí que hayan surgido los términos ‘slow life’ y ‘slow fashion’.

San Miguel cree que ha conseguido cambiar la motivación en las personas y que se produce un cambio de actitud, primero en aquellos consumidores más educados. Liliana Marsán, por su parte, cree que la evolución señalada seguirá siendo positiva, teniendo en cuenta los datos obtenidos en los estudios de los últimos años.

La transición energética es igualmente un tema que preocupa mucho a los españoles y que se refleja además en comportamientos de compra. “El gasto medio realizado en la contratación de mejoras para la sostenibilidad del hogar ascendió a 2.500 euros, lo que supone un crecimiento del 12% respecto al año anterior”, subrayó Marsans. La mayoría de españoles tienen instalados en sus hogares sistemas de iluminación led, electrodomésticos eficientes e incluso sistemas de aislamiento térmico. “Pero lo más desmontable es que un tiene intención de instalar placas solares para autoconsumo fotovoltaico en los próximos 12 meses”, apunta Marsans. A pesar de una fiebre inflacionista histórica, el consumo con ciencia sigue iluminando el futuro.