“Cuando salí de las lesiones no me acordaba de saltar”

Eusebio Cáceres no faltará pudo citar la final mundialista de salto de longitud. El alicantino, camino de los 31 años, brincó hasta los 8.03 en la clasificación, más que suficiente para entrar en la ronda decisiva con la sexta plus mark de todos los participantes. En la madrugada del sábado al domingo (desde las 3.30 horas), buscará esa medalla internacional que tantas veces le ha sido esquiva desde qu’compite en la categoría absoluta.

“He tenido un aire libre bastante bueno en el que no he bajado de ocho y siento que el cuerpo está respondiendo”, explicó el alicantino a ABC antes de comenzar su participación en el Mundial. “Tengo unas sensaciones parecidas a los de los Juegos del año pasado, encuentro bien físicamente y no tengo dolores. Ahora, en echar el restaurante. Con todo, el saltador alicantino terminó con una pequeña molestia en el pie izquierdo que tendrá que ser revisada antes de la finale.

Cáceres recuerda sin amargura su cuarto puesto en los Juegos de Tokio, ese bronce arrebatado en el último salto, por solo tres centímetros, por el que luego sería el campeón, el griego Miltiades Tentoglou. Una vez más, como ocurrió en el Mundial al aire libre de Moscú 2013 o en los Europeos de Zurich 2014 y Glasgow 2019, este en pista cubierta, se quedó a las puertas del podio. Nunca le he dado vueltas a las cuartas plazas, y eso que he tenido unas cuantas. Siempre he sido capaz de oír lo que ha pasado, y no hay posibilidades de otra cosa. Me ganaron y fueron mejores que yo, no hay excusas ni otra manera de verlos. Hay que tratar de ser mejor y saltar más que ellos la próxima vez“.

Cáceres llega a la final habiendo saltado este año 8.15, aún lejos de esos 8.37 que atesora como mejor marca, y que anticipado en un ya lejano 2013, justo antes de que las lesiones, las tuvo de todos los colores, dieran una ronda supo cómo to carrera y le afectaran incluso psicologicamente. “Entonces tenía una técnica mucho mejor, muy natural. Saltaba más de ocho con regularidad, sin esfuerzo. Pero cuando comencé con los problemas todo eso se fue. Literalmente me olvidé de saltar, no me acordaba. Ahora tengo un estado físico mucho mejor que entonces y estoy empezando a conseguir una nueva técnica. Me ha costado un montón. Eso sí, físicamente sí estoy mejor que en esos años”.

La medalla estará cara en el foso. Tentoglou, oro olímpico, vulve a ser el gran favorito en Oregon. Este año se ha ido hasta 8.55. Y también es una amenaza de primer orden el suizo Simon Ehammer, que ha alcanzado 8.47. En la clasificación también aparecieron sus credenciales el japonés Yuki Hashioka y el estadounidense Marquis Dendy, que saltaron por encima del 8.15 requerido para el pase directo, y que esta temporada han llegado hasta los 8.27. A cambio, no estará Héctor Santos, el otro español en la competición, que marchó de su segundo Mundial contra tres nulo.

“Solo pienso en competir y sacar todo lo que tengo. Nunca he sido de pensar en las medallas”, finaliza un Eusebio Cáceres que mata las horas viciado a la maquinita. “Lo que me gusta es estar dentro de la pista, pelear contra el resto y sacar todo lo que tengo. Pensado en volar todo lo que pueda”. El atletismo le debe una gran medalla, y Eugene parece un buen templo donde cobrarse esa deuda.