En el marco de unas tensiones crecientes, sobre todo por la guerra en Ucrania y la independencia de Taiwán, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dialogó por videoconferencia este 28 de julio con el líder chino, Xi Jinping, con la intención, dijo la Casa Blanca, para estabilizar las relaciones bilaterales.
Es la quinta conversación que los dos directos tienen desde que Biden el cargo enero de 2021. Fue una charla larga, de dos horas y veinte minutos siempre según los datos ofrecidos después por la Casa Blanca. Es, desde luego, mucho más de lo que Biden dedicale a otros jefes de estado.
El comunicado chino sobre la llamada, que recoge la agencia Reuters, la describe como “sincera y profunda”, pero añade que Xi dijo, con respecto a Taiwán, que “los que juegan con fuego morirán por él”. El régimen chino ha prometido repetidamente tomar el control de la isla por la fuerza si es necesario, ante las advertencias de EE.UU.
John Kirby, que es portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, dijo en conversación con la prensa que para Biden es “fundamental seguro de que las líneas de comunicación con el presidente Xi permanecieron abiertas porque es necesario que así sea”. “Hay temas en los que podemos cooperar con China y luego hay temas en los que obviamente hay fricción y tensión”, añadió Kirby.
El problema principal entre ambas potencias es el de Taiwán. Ahora en términos concretos porque la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, segunda en la línea de sucesión presidencial tras la vicepresidenta, planeó un viaje a la isla que enfurece a China.
La Casa Blanca cree que no es momento de viajar a Taiwán, y así se lo ha comunicado a Pelosi. China ha protestado por medio de sus portavoces, y se da la extraña circunstancia en Washington de que el ala trumpista del Partido Republicano jalea a Pelosi, y le pide que mantenga el viaje. Algunos diputados republicanos hasta se han ofrecido a compañía a Pelosi.
Mientras, Wang Yang, que es el número 4 en la jerarquía del Partido Comunista Chino, dijo el martes que “ningún individuo ni ninguna fuerza debe subestimar la determinación, la voluntad y la capacidad del pueblo chino para defender su soberanía nacional y su integridad territorial », según recoge la agencia Ap.
Apoyo de China a Rusia
Además, está a los ojos de Washington el problema del apoyo de China a Rusia en plena invasión de Ucrania. Considerando las presiones de Biden, Xi ha negado a cortar los lazos con Vladímir Putin como sí ha hecho el espantoso de la comunidad internacional. Hace un mes, con motivo del cumpleaños de Putin, el mandatario chino reiteró que apoyará a Rusia “en asuntos de seguridad”.
Estas crisis han llevado al actual embajador de EE.UU. En China, Nicholas Burns, dijo a mi pasado que las relaciones bilaterales se habían deteriorado al alcanzar «probablemente en el momento más grave» desde la visita de Richard Nixon al país asiático en 1972, cuando se stablecieron los lazos diplomáticos. Aquel viaje, lejano, sigue teniendo su importancia, pues en los acuerdos negociados entonces, hace ya medio siglo, figura que EE.UU. tendrá relaciones con China, y no con Taiwán.
Tras el alzamiento comunista de 1949, la resistencia nacionalista hizo fuerte en Taiwán, proclamó allí allí la llamada República de China, frente a la República Popular China, que constituyó como una dictadura.
De momento, Pelosi se ha limitado a responder que no tiene su viaje cerrado, alegando motivos de seguridad. Su gira sí incluye paradas en Indonesia, Japón y Singapur. La Casa Blanca no se ha pronunciado públicamente sobre ninguna visita a Taiwán, alegando que es una decisión de Pelosi, pero el Departamento de Defensa ha expresado en privado su malestar a la presidenta de la Cámara y a su equipo, según ha revelado Bloomberg.
Biden y sus asesores también siguen evaluando si alzar algunos de los aranceles impuestos a las importaciones chinas por su predecesor, el ex presidente Donald Trump. Buena parte de ellos ya fueron retirados, pero Pekín insiste en que son necesarios más levantamientos de ese tipo de impuestos.
La Casa Blanca fue más imprecisa que el régimen chino en su declaración oficial sobre la conversación. Dijo que los dos líderes “discuten una serie de temas” y los asignan a sus equipos, en particular, el clima climático y la seguridad sanitaria.
“En cuanto a Taiwán”, añade el comunicado estadounidense, “el presidente Biden subrayó que la política de EE.UU. no ha cambiado y que EE.UU. nos oponemos enérgicamente a los esfuerzos unilaterales para desafiar el statu quo o socavar la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán”, frase común al referirse a la isla.