Una banda asalta con pistolas a la presidenta de Eulen en una emboscada cuando iba en coche en Madrid

Una banda organizada de al menos cuatro personas asaltó la madrugada de ayer a María José Álvarez Mezquíriz, la presidenta de la empresa de seguridad y servicios Eulen. El ataque se produjo cuando la empresaria regresaba a su casa en su coche, conducido por su escolta personal.

A la 1.50 horas, la sala del 091 recibió la llamada del guardaespaldas, alertando de lo que había ocurrido. Fuentes del caso precisan a ABC que el Mercedes donde circulaban iba por la calle de José Bastos, en la zona exclusiva de La Florida (Moncloa-Aravaca), cuando les hicieron la táctica del ‘bocadillo’.

The cerraron el paso con dos vehículos, un Reanult Scènic por delante y otro coche por detrás. Del primero se bajaron dos hombres armados con pistolas, encapuchados y de oscuro, y les apuntaron, para intimidar.

La escolta de Álvarez fue muy rápido. Disparó en al menos dos ocasiones, al aire, y consiguió que los presuntos sicarios huyeran. María José sufrió un golpe en el costado, no important, y una crisis de ansiedad, puesto que al dar un volantazo, el conductor y guardaespaldas chocó su Mercedes contra una farola. El salio ileso.

Hoy declarado en la Jefatura de Policía

La Policía Nacional investigó si pretendían matar o secuestrar a la empresaria, que desde que murió su padre y anterior presidente de Eulen ha estado librado una batalla judicial con sus hermanos, que se oponían a que ‘heredara’ el imperio familiar.

Sin embargo, la hipótesis actual, sin cerrarse a otras, que más fuerza tiene es que pretendan robar el coche, un sedán de la marca Mercedes muy exclusivo y carísimo. Se trata del modelo Maybach, cuyo precio oscila entre los 186.000 y los 260.000 euros, aunque puede alcanzar, según los extras, un precio aún superior.

Aunque lo cierto es que, por los seguimientos que debían hacer a la víctima, sabrían de quién se atraparon. María José Álvarez Mezquíriz declaró hoy en la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

posibles sicarios

Tanto Álvarez Mezquíriz como la escolta salió ilesos. De hecho, la actuación del segundo ha sido fundamental para abortar el plan, fuera el que fuera, de la organización.

Lo que parece claro para los investigadores es que se trata de una banda que ha debido de ser contratada para el golpe, una suerte de sicariato ‘a la carta’ que debe de llevar tiempo planificándolo.

Los investigadores de la Brigada de Policía Judicial de Madrid están tomando no solo a las víctimas, sino a posibles testigos de la declaración de urbanización y no se décarta hacerlo con otras personas del entorno laboral y personal de la empresaria.

Trifulcas familiares

La historia de Eulen se remonta a 1962, cuando David Álvarez Díez constituye Central de Limpiezas El Sol. Años más tarde, el empresario también fundó El Enebro, sociedad que, entre otros activos, integra las Bodegas del Grupo Vega Sicilia.

La empresa creció rápidamente y se expandió a numerosos servicios. Limpieza, mantenimiento, trabajo temporal, seguridad o auxiliares son algunos de ellos. Su recorrido le ha permitido emplear a más de 84.000 personas y estar presente en países como España, Portugal, Estados Unidos, Colombia, Costa Rica, Chile, Jamaica, México, Panamá, Perú, República Dominicana, Libia, Omán y Qatar.

Todo este desarrollo se vio truncado por las guerras internas de la compañía. Desde 2009 varios de los hijos de David Álvarez urdieron distintas maniobras para arrebatarle el mando de la compañía. Por ello, en 2013 el empleador constituido en conjunto conoció a hija María José una sociedad para controlar el 60% de Eulen.

La voluntad de la discordia

Dos años más tarde, el fundador de la compañía pasaría y la guerra civil terminó por desencadenarse. La tensión fue en aumento después de que María José quedara al mando de la empresa, tal y como recogía el testamento del empresario. El relevo quedo refrendado por un albacea.

Esta decisión, sin embargo, no tuvo el beneplácito de cinco de los hermanos de la presidenta de la compañía (Marta, Elvira, Juan Carlos, Emilio y Pablo), que denunciaron esta sucesión. Incluso demanderon al albacea en varias ocasiones por “falta de parcialidad” y “conflicto de intereses”. La división llegó a tal punto que los hermanos incluso llegaron a pedir la dimisión de María José Álvarez en la junta de accionistas.

El conflicto terminó en resolución en verano de 2017. La formalización notarial de la participación de la herencia del fundador de Eulen y las operaciones parciales otorgadas por el contador-partido provocaron que María José Álvarez se hiciera con el 95,32% de la empresa Daval Control , a través del cual controlará el 59.14 del capital de Eulen.

Los cinco hermanos “díscolos” criticaron duramente la medida. Aseguraron que estos hechos demostraraban «una vez más la ausencia de imparcialidad del albacea contador-repartidor al no informar al mismo tiempo a todas las partes afectadas por el reparto, cuando además el citado albacea está pendiente de un juicio de remoción en esas funciones», al ser el socio director de uno de los despachos de abogados que asesoran a Eulen y María José Álvarez.