“De pequeño no iba a cumpleaños y a los 21 años fui a una discoteca, pero me ha compensado”

Eugenio Chacarra (22) es uno de los mejores golfistas del panorama actual. Pasó varios años en Estados Unidos estudiando una doble carrera de Finanzas y Psicología, aunque sigue viviendo en Madrid donde está su hogar y sus amigos de toda la vida. Comenzó a jugar al golf a los cuatro años gracias a su familia paterna oriunda de Santander, que empezó a llegar a un club infantil para que aprendiese a jugar.

No es hasta los diez años cuando entra en la Federación Española de Golf y comienza con los entrenamientos por equipo. Con 15 años convenció a sus padres para poder aceptar una beca en Estados Unidos ya que había comenzado a ganar competiciones: “Quería ver si pudiera llegar a ser alguien en el mundo del golf”. Tuvo la suerte de adaptarse perfectamente a un nuevo entorno y mjoró mucho a nivel deportivo: “Me convertí en el número uno del mundo amateur”.

Fue acumulando victorias hasta que en 2022 le llamaron para entrar en la liga de Arabia Saudí y le ofrecieron un contrato que no pudo rechazar: “Están los most players del mundo y es el circuito mejor pagado, todos quieren estar”. Su mayor victoria hasta el momento ha sido ganar uno de los torneos más importantes del mundo, en la liga LIV, donde se embolsó casi cinco millones de euros por el premio. “Estoy muy agradecido porque me ha cambiado la vida a mí, a mi familia y a la que algún día espero tener”, confiesa.

Eugenio aún guarda su primer trofeo, una copa que consiguió a los seis años en un torneo que organizaba un socio del club de golf de La Moraleja: “La tengo puesta en mi mesilla, ahí dejo el reloj cada noche, me hace mucha ilusión tener presente donde empecé”. Asegura que el éxito no le ha cambiado y que sigue siendo el mismo chico que cuando tenía 18 años y no era nadie. “Tengo la vida resuelta pero soy muy normal”.

Tanto sacrificio le ha impedido disfrutar con plenitud de su infancia y de la adolescencia. “No sabía lo que es una discoteca hasta los 21 años, no salió de fiesta en mi vida y tampoco iba a un cumpleaños de pequeño, pero me ha compensado”, dice. “No me veía trabajando en una oficina ocho horas delante de un ordenador, ni teniendo un jefe que me diga lo que tengo que hacer, siempre él querido ser algo en el golf y pretendo seguir dando alegrías al deporte español”. Está completamente centrado en su carrera a la que dedica gran parte del día: “Más que un trabajo lo veo como un hobby por el que me pagan muy bien”.

El golf es un deporte con muchos altibajos: “De una semana a otra pueden haber muchos cambios en tu posición, es un deporte que da muy pocas alegrías y muchas derrotas, si ganas tres veces de veinte que juegas es hacer una temporada heroica, lo que implica estar muy centrado mentalmente e implica mucho trabajo”. Aún siendo ya millonario con solo 22 años, tiene muy claro que elegiría el reconocimiento deportivo antes que el económico: “Me encantaría ganar un Major y lo conseguiré dentro de poco, mi sueño es ser el número uno del mundo”.

Viaja alrededor de 22 semanas al año, lo que le obliga a estar lejos de su familia. Actualmente no tiene pareja pero dentro de unos años se ve “teniendo una mujer con hijos y creando una familia a la que dar una vida fantastica como la que le han dado sus padres o incluso mayor”. A ellos les debe todo ya día de hoy aún siguen ayudándole y preocupándose de que el éxito “no se me suba a la cabeza” (ríe). Ellos forman su equipo junto a su agente que es su mejor amigo, su entrenador y su consejero “Siguen siendo las mismas personas que cuando tenían doce años e iba a entrenar con una sonrisa y un ColaCao”.