Tres de cada diez plazas MIR para médicos de Familia quedan vacantes

La Medicina de Familia no termina de convencer a los profesionales más jóvenes. Una vez celebrado el proceso ordinario de plazas MIR para acceder a la formación especializada, en Castilla y León han quedado vacantes 55 de las 190 plazas que se ofrecen en esa rama. Es decir, tres de diez cada no tienen un estudiante que se vaya a formar para ejercer en esa área sanitaria, mientras que a nivel nacional los puestos que han quedado vacíos en esa especialidad han sido 202 -de los que más del 25 por ciento corresponden en la Comunidad.

Por provincias, la que acumula mayor número de plazas que han quedado desiertas es Burgos, con 19; seis en el área de Aranda de Duero y otras nueve en la de Miranda de Ebro, seguida de León, donde son 17; siete de ellas en la zona de El Bierzo. Ocho más se han quedado libres en Palencia; nueve, en Soria, y dos en Medina del Campo (Valladolid).

Desde ayer y hasta el próximo 11 de mayo, el Ministerio de Sanidad ha puesto en marcha un proceso extraordinario en el que podrían cubrirse más puestos, ya que el restaurante de especialidades está prácticamente completo. Se trata de un periodo que ya se tuvo que habilitar el año pasado por el mismo motivo. Los destinatarios, según el orden que lo regula, son “las personas aspirantes de la titulación de Medicina que no habrían sido adjudicatarias de plaza en el llamamiento ordinario por cualquier causa” y extracomunitarios.

El año pasado, una vez realizada la ‘repesca’, se completa en la Comunidad 133 de los 161 puestos ofrecidos. La Junta de Castilla y León, que ya ha mostrado en varias ocasiones su preocupación por la situación de esta especialidad, confía en que en esta fase puede cubrirse algún puesto más. Y es que el déficit de profesionales en esta área comienza a notarse, pero, si las previsiones no cambian, lo hará más en los próximos años, cuando estén previstos un elevado número de jubilaciones.

Rural y nota de corte

A raíz de la situación, el consejero del ramo ha plantado en el Gobierno central que permitió la formación de residentes de Medicina de Familia en los centros de salud rurales. Esto, dice, podría ayudar a que los jóvenes conocieran este ámbito -muy amplio en la Comunidad- y se animasen a elegir la especialidad. Por otra parte, ha sugerido que la nota de corte que establece para que las personas que han superado el MIR puedan elegir una plaza de especialización se elimine porque, en su opinión, todos los años quedan muchos aspirantes fuera de la selección, pesa haber aprobado el examen.