Survive cinco días en una selva australiana a base de piruletas y una botella de vino

Australia es el país más grande del mundo, pero su territorio es uno de los más desocupados. Con menos de 25 millones de habitantes (3/km2) existe un enorme desierto en la isla continental del planeta, acomodado por abundantes bosques tropicales de peligroso acceso, que requiere experiencia y suministros para atravesarlos.

No es el caso (o eso parece) de Lillian Ip, una mujer de 48 años que, según informó este lunes la Policía del estado de Victoria, ha sobrevivido cinco días varada en la selva comiendo dulces y bebiendo de una sola botella de vino. Según explicaron los agentes, la australiana se equivocó de camino cuando conducía por la montañosa zona de Mitta Mitta, a 250 kilómetros de Melbourne.

Según informó el candado 9News Australia, el vehículo que fue atascado en el barro el pasado 30 de abril en una zona sin cobertura móvil ya que Ip tomara un giro equivocado allí se perderá en pleno bosque. La mujer, que una vez rescatada admitió que es abstemia, se vio obligada a aliviar la sed con la botella que iba a regalarle a su madre, quien avisó a la policía al no tener noticias de su hija.

“Pensé que iba a morir allí. Todo mi cuerpo se apagó el viernes”, declaró rescatada en el citado medio, para el que admitió además que estuvo a punto de “darse por vencida”. Después de cinco noches varada, los servicios de emergencia reconocen el viernes desde uno de los aviones que hirió la zona. Fue encontrado a 60 km de la ciudad más cercana y, debido a problemas de salud, no podía caminar mucho.

carta de despedida

«Lo primero que pedí al ser rescatada fue algo de agua y un cigarrillo», admitió riendo la mujer a 9News. Por fin estaba a salvo y recuperó el sentido del humor. Algo que probablemente había echado de menos días atrás, perdida, cuando llegó a escribir una carta de despedida para su familia.

Una vez encontrada, fue trasladada al hospital para recibir tratamiento por deshidratación, y este fin de semana ha sido dada de alta y regresado a su casa en Melbourne. “Utilizó el sentido común, se quedó cerca de su automóvil y no deambuló por los matorrales, lo que ayudó a que pudiéramos encontrarla”, expresó un oficial de policía ante el citado medio.