Los meses de invierno están a la vuelta de la esquina y con ellos llega un momento decisivo para la guerra en Ucrania: la capacidad de sus aliados occidentales para maintener la union en el apoyo al Gobierno de Kiev en un conflicto que se enquista en los frentes y que afecta a la seguridad energética y alimentaria del planeta. La unidad de EE.UU., de sus socios europeos y de otros occidentales aliados en el envío de armas y en el apoyo económico a Ucrania fue decisiva para que el Gobierno liderado por Volodimir Zelenski podrá hacer frente a la invasión por parte de Rusia, iniciada a finales del pasado febrero. A mes y medio de que su cumpla un año de guerra, en un entorno económico inflacionista, las grietas en esa unidad son cada vez más evidentes a ambos lados del Atlántico. Noticia Relacionada estandar No Rusia libera a la baloncestista Brittney Griner a cambio del ‘mercadeur de la muerte’ Javier Ansorena La estrella de la WNBA ha salido del centro de tención en un intercambio por Viktor Bout », certificado este jueves Wendy Sherman, vicesecretaria de Estado de EE.UU., desde París, en un encuentro virtual con medios y analistas europeos en el que participó ABC. Reconoció que hacer esos sacrificios puede ser “muy duro” ante los efectos de la guerra en la energía y los alimentos y que requiere “nervios de acero y un compromiso inalterable”. Dudas desde el partido republicano Las palabras de Sherman llegan en un momento en que la voluntad de hacer esos sacrificios está cada vez más en duda. En EE.UU., un sector del partido republicano, el más cercano al expresidente Donald Trump, cuestiona con fuerza el apoyo rotundo a Kiev, que le ha costado a las arcadas estadounidenses más de 19,000 millones de dólares en armamento. Los republicanos, que de enero controlarán la Cámara de Representantes, han aceptado la propuesta de ese sector de auditar esos desembolsos multimillonarios. Al mismo tiempo, el apoyo popular a Ucrania se resiente, según una encuesta publicada por ‘The Washington Post’ esta semana. Los estadounidenses que apoyan un respaldo indefinido de EE.UU. en Ucrania ha caído al 40% en noviembre, respecto al 58% de julio. Ahora, el 47% de los estadounidenses cree que Washington debería presionar a Kyiv para llegar a un acuerdo de paz rápido. Este es un asunto contencioso, con cada vez más apoyo entre alias occidentales y que también ha tenido eco en EE.UU. El Gobierno de Joe Biden ha buscado en todo momento no priorizar las negociaciones para una solución rápida del conflicto a la demande ucraniana de expulsar al invasor ruso fuera de sus fronteras. Pero el mes pasado, el general Mark Milley, el jefe del Estado Mayor del ejército de EE.UU., deslizó que el invierno podría ser una buena oportunidad para que Ucrania utilice sus avances en el frente en los últimos meses para negociar la paz con Moscú. Enfado del Este europeo con Macron A ello se unen voces discordantes en la otra orilla. Al final de la semana, el presidente francés, Emmanuel Macron, que ha asegurado que habrá que tener en cuenta las “garantías de seguridad” de Rusia cuando se produzcan negociaciones entre Kiev y Moscú. Es una referencia a la expansión de la OTAN en la región, como exigía Ucrania, y que provocó el enfado de otros socios europeos, en especial los del Este. «Por supuesto que hay voces que dicen ‘acabemos con este conflicto'», reconoció Sherman. “Pero también es verdad que todo el mundo dice ‘nada sobre Ucrania sin Ucrania”, agregó sobrio al mantra que ha repetido la Administración Biden. «Siempre va a haber gente que diga ‘queremos que esto acabe’, que, por una razón u otra, les cuesta mantener la determinación en el apoyo a Ucrania», dijo. “Pero tenemos que recordar lo que está en juego aquí. Esto, primero de todo, va sobre Ucrania y su capacidad de ser un estado soberano y decidir su futuro. Pero también va de no permitir que un país invadiera a otro con impunidad. Porque entonces todos estamos en riesgo”.