Sánchez cede y entrega material ofensivo a Ucrania para lograr el apoyo del PP pero enfada a Podemos

Ana I. SánchezSEGUIRmariano alonsoSEGUIRVíctor Ruiz de AlmirónSEGUIR

Giro de 180 grados en el discurso del jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre el envío de armas a Ucrania. El líder socialista ha anunciado este miércoles en el Congreso que “España entregará a la resistencia ucraniana material militar ofensiva” ya que “hay grupos que ponen en cuestión el compromiso” asumido por nuestro país y es necesario ofrecer una posición de “unidad” ante la Agresión brutal de Rusia.

El socialista no ha especificado en qué consistirá ese envío y se ha limitado a subrayar su “firme propósito de proporcionar a Ucrania toda la ayuda y el apoyo que se pueda, conforme lógicamente a las capacidades de nuestro país”. No habrá envío de tropas a Ucrania porque, como ha grabado Sánchez, tampoco lo va a hacer la OTAN.

Si tienes un “refuerzo del flanco oriental para asegurar la defensa de todos los aliados”, que ya ha puesto en marcha.

«Para mí y para el Gobierno es tan importante, tan fundamental, la unidad de todos», dijo Sánchez, antes de lanzar un anuncio que enmienda la posición que fijó el mismo lunes por la noche en una entrevista en TVE y que ayer volvió reiterar la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, tras el Consejo de Ministros.

Aunque el envío de armas pretendía exhibir la máxima unidad de los grupos parlamentarios no ha sido así. El anuncio ha elevado el respaldo discursivo del PP a Sánchez pero, a cambio, ha abierto dos brechas internas dentro del Gobierno: entre el PSOE y Unidas Podemos, y entre esta formación y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz.

Según fuentes gubernamentales, ayer por la noche se avisó a Belarra y Díaz “para anticiparles la decisión” y “se le transmitió desde Podemos que no compartieron la decisión”. No así Díaz que esta mañana ha sentido su apoyo a la rectificación del jefe del Ejecutivo. Las mismas fuentes señalan que se pactó “cómo escenificar la discrepancia” y que “en ningún caso habrá dimisión de los ministros de Podemos. Ni cesó».

Más concretamente fue el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, el que habló con Ione Belarra. Mientras que el presidente lo hizo con Yolanda Díaz. Ha quedado claro en este lance que Yolanda Díaz y los comunes mantienen una posición de apoyo cerrado a las decisiones de Pedro Sánchez. Mientras que en Podemos marcar distancias.

Desde Moncloa restan importancia al chocque. Aunque tanto Irene Montero como Ione Belarra dicen estar muy “preocupadas” por la evolución de la situación. Aunque nadie llega ha hablar todavía de que la coalición pueda estar en peligro. En cualquier caso, la fractura no es entre PSOE y Unidas Podemos, sino dentro del espacio morado, muy condicionado y expectante por los pasos que va a dar Yolanda Díaz para impulsar su candidatureura.

Ha quedado notado el frágil discurso de unidad que alcanzó ayer por la mañana los socios de coalición y que pasó porque la formación morada aceptó el envío de material defensivo a Ucrania en el marco europeo y mientras los socialistas rechazaron las entregas bilaterales. Con el paso dado hoy por Sánchez esa fragilidad se ha puesto de manifiesto.

Fuentes gubernamentales destacan que Sánchez nunca llegó a descartar por completo esos envíos. Y minimice los efectos que ellos puedan tener en la coalición. Destacan que el presidente ha sido “respetuoso” con esa discrepancia y otras fuentes apuntan a que “el problema lo tiene Ione Belarra”. Aunque el Gobierno no quiera vender rectificación, el propio presidente ha reconocido que ha cambiado su posición al respecto. En su último turno ha explicado que «lo hice porque les escuché a ustesdes», en referencia al PP, porque «se ponía en cuestión el compromiso del Gobierno» y que por eso «les escuché y revisamos esa posición, para que no hubiera duda «.

Pero la realidad es que la bancada morada no ha aplaudido el envío unilateral de armas. La secretaria general de la formación, Ione Belarra, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, no se han levantado para aplaudir al jefe del Gobierno, como sí ha hecho el resto de la bancada azul, Díaz y el ministro de Consumo, Alberto Garzón incluido. Belarra y Montero, visiblely molestas, if terminaron el aplauso, pero la primera convocaba de manera urgente a los medios en el pasillo contiguo al hemiciclo para dejar clara su discrepancia.

Tras asegurar que hay un “consenso” en “parar los pies a Putin”, el líder de Podemos matizaba que “contribuir a la escalada bélica no va a resolver antes el conflicto y puede llevarnos a un escenario completamente incierto y muy peligroso, de conflicto global. Hemos echado en falta referencias a las vías diplomáticas” señalaba la ministra sobre el discurso que acaba de pronunciar el jefe del Ejecutivo, fue aplaudido por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz.

Fuentes de Podemos confirman que la fiesta murió y cayó en la noche del cambio de 180 grados en el discurso de Sánchez y que mostró su disconformidad. Belarra evitó llegar tan lejos en público, pero dejó claro que “esta no es la posición ni la medida más eficaz para que el conflicto acabe cuanto antes”. El líder de Podemos afirmó que “todas las negociaciones de paz se hacen con el enemigo” y esvitaba contestar a la pregunta de si Putin est un dictador. Por su parte, el portavoz parlamentario, Pablo Echenique, tachaba de “error” el envío de armas.

Sánchez, en su discurso, no escondió las divergencias con su socio de coalición y subrayó que se equivocan los que se refugian en proclamas pacifistas para defender que no hay que ayudar a Ucrania. “Tenemos muy reciente el ‘no a la guerra’ pero no nos equivoquemos, el no a la guerra de Irak es el no a la guerra de Putin”, examine. El líder socialista también ha considerado que su socio se equivoca porque Ucrania “tiene el estatus de país agredido” y está combatiendo “de forma desigual”.

“Yo también defiendo el ‘no a la guerra’”, ha subrayado antes de señalar que se debe “contribuir entre todos a la desescalada” pro también “ayudar a una población, sin ninguna capacidad para poder defenderse, para que lo haga en igualdad condiciones con Rusia”. Esta idea, ha insistido, “nada tiene que ver con no apelar al diálogo”.

El líder socialista ha señalado que “España no está en esa posición de contribuir a la escalada armamentística”, sino que está actuando con prudencia y cautela y ha hecho pensar en que “España siempre ha oído que este ataque es a Europa. A sus principios y valores”. Esta ha sid ola idea que, según ha dicho, le ha llevado a defender hasta ayer mismo “actions coordinadas a nivel europeo” y “no un sumatorio” de iniciativas de cada país.

“Esta ha sido mi posición y la posición del Gobierno. Y creo que es la adecuada. Lo creo firmemente”, ha continuado para dejar claro que este cambio de posición es un intento por lograr el apoyo de los partidos que le vienen criticando por negarse a hacer envíos de material defensivo de formación bilateral, arriba el PP, que sí le viene dando su apoyo a sus actuaciones y decisiones en el marco de la UE y la OTAN. También Ciudadanos se encontrará en esta posición.

Sánchez también ha pedido a Podemos que exija a Putin que ponga fin a los ataques mientras está abierta la vía del diálogo. “Es una regla mínima”, ha cargado mientras Echenique asentía con la cabeza.

En cuyo caso, a otras medidas de respuesta a Rusia, el líder socialista también ha avanzado que pedirá un endurecimiento de las sanciones económicas a Rusia y ha defendido que deben tener un “impacto brutal”. “Se trata de aislar al Gobierno de Putin y a la oligarquía que le apoya”, ha defendido. Por ello, ha anunciado que España impulsará la declaración de Rusia como paraíso fiscal. También ha presentado un plan económico para minorar el impacto de la guerra en nuestro país.

Además de abrir brecha entre PSOE y Podemos, y entre esta formación y Yolanda Díaz, el envío bilateral de armas a Ucrania sale en dos al resto de partidos que vienen dando su apoyo al Gobierno. EH Bildu mostró en contra del de Sánchez y se alineó con el grupo morado y detectó que remitir material de defensa es un error que implica el anuncio alimentar la escalada.

En cambio, tanto el PNV como el PDeCAT y Nueva Canarias elogiaron el anuncio y aplaudieron la rectificación del jefe del Gobierno. ERC, por su parte, optó por una posición intermedia, sin directamente el envío bilateral de material ofensivo pero criticando las medidas que pueden elevar la tensión y apostando por las sanciones económicas.