Pensilvania: un debate de infarto que puede decidir el futuro de EE.UU.

Un suspiro incómodo se escapó de la boca de varios asistentes a un encuentro en Harrisburg (Pensilvania) para seguir el debate entre John Fetterman y Mehmet Oz, los candidatos demócratas y republicanos al escaño en juego por ese estado para el Senado de EE.UU. Fetterman, que se recuperó de un infarto cerebral que sufrió la primavera pasada, atrancaba de forma dolorosa en una sobria respuesta ‘fracking’. No encontré las palabras, parecía bloqueado, repetía palabras sin cohesión, como le había pasado en otras fases del debate. “Ahí sí le ha costado”, lamentó uno de los presentes, simpatizante demócrata. Harrisburg es una ciudad en el camino intermedio entre las grandes ciudades de Pensilvania, Filadelfia y Pittsburgh. El debate fue en un estudio de televisión local, sin público. Pero todos los ojos del estado, y buena parte de los países, estaban puestos en la pantalla de televisión. El próximo 8 de noviembre, los estadounidenses acuden a las urnas para renovar el Congreso, donde los demócratas tienen la mayorías exiguas. Las encuestas dan por hecho que perderán la Cámara de Representantes y que les costará mucho retener el Senado, donde empatan a cincuenta senadores (la vicepresidenta Kamala Harris, que actúa como presidenta de la Cámara Alta, tiene el voto de calidad). Código Desktop Se le pide a John Fetterman que explique por qué ahora dice que apoya el fracking cuando en el pasado ha dicho que no lo apoya. Sólo mira. pic.twitter.com/MhQzS9ytph— Clay Travis (@ClayTravis) 26 de octubre de 2022 Imagen para móvil, amp y app Código móvil Se le pide a John Fetterman que explique por qué ahora dice que apoya el fracking cuando ha dicho que no lo apoya en el pasado. Sólo mira. pic.twitter.com/MhQzS9ytph— Clay Travis (@ClayTravis) 26 de octubre de 2022 Código AMP Se le pide a John Fetterman que explique por qué ahora dice que apoya el fracking cuando ha dicho que no lo apoya en el pasado. Sólo mira. pic.twitter.com/MhQzS9ytph— Clay Travis (@ClayTravis) 26 de octubre de 2022 Código APP Se le pide a John Fetterman que explique por qué ahora dice que apoya el fracking cuando ha dicho que no lo apoya en el pasado. Sólo mira. pic.twitter.com/MhQzS9ytph— Clay Travis (@ClayTravis) 26 de octubre de 2022 Una de las claves para que los demócratas no pierdan el Senado es Pensilvania, un estado siempre decisivo -es uno de esos territorios ‘bisagra’, disputados por ambos partidos, que deciden eleccionesque en estas elecciones lo es todavía más. Toda la atención estaba puesta en el desempeño de Fetterman, que apenas ha parecido en campaña por su recuperación del infarto. Lo sufrió en mayo, pocos días antes de que celebraran las primarias demócratas. Ganó a pesar del incidente, pero desde entonces ha tenido que lidiar con los efectos del infarto en su capacidad auditiva y de hablar. Fetterman siguió adelante con su campaña, pero sin exponerse. Solo en las últimas semanas, a las puertas de las elecciones, ha comenzado a parecer en actos multitudinarios y ha concedido entrevistas. Además, requiere que se muestren las preguntas de forma simultánea por escrito, con subtítulos, para poder escucharlas bien. Las miradas también estaban sobre Fetterman en Rookies, una hamburguesería de Harrisburg donde el partido local demócrata organizó un encuentro para seguir el debate. Falta de transparencia Pese que los problemas de audiencia y de Habla de Fetterman su público y conocidos, se nota la tensión en el rostro de los simpatizantes en cada intervención del candidato demócrata. “Voy a hablar del elefante en la habitación”, Feterman nada más dijo comenzar el debate. “He tenido un infarto y él nunca va a dejar que me olvide”, aseguró en referencia a su contrincante, Oz, que ha exigido a Fetterman más información sobre su estado de salud y su capacidad para cumplir con el cargo si vence el mes que venir. La realidad es que el candidato demócrata no ha brillado por su transparencia en ese respecto. Su campaña tardó dos días en reconocer el infarto y hasta junio no revelaron que Fetterman sufría una dolencia cardíaca. Tampoco han permitido que los medios intervisten hayan conocido equipo de médicos ni han revelado los datos médicos del caso. Fetterman se limita a emitir un expediente médico en el que reconoce sus problemas auditivos y de habla, pero asegura que está perfectamente capacitado para el cargo y que su recuperación mejora con el tiempo. Oz no cargo contra la salud de Fetterman en el debate. No le hizo falta, porque la aparición del candidato demócrata fue sufrida sin necesidad de ataques de Oz. Tardaba en responder las preguntas de los moderadores, quizás porque procesaba el texto subtitulado que se le ofrecía, y que los espectadores de televisión también podrían ver. Confundía palabras, hablaba con dificultad, dejaba silencios incómodos. El formato de respuestas rápidas tampoco lo benefició. Todo lo contrario que a Oz, un cirujano retirado que hizo fortuna en televisión. Es conocido como ‘Doctor Oz’, el número de su programa, y ​​se mueve en ese medio como pez en el agua. Fetterman tuvo algunas dificultades con la noche, pero este momento fue más complicado por una pregunta sobria del ‘fracking’, el sistema de extracción de gas natural que es una de las principales fuentes de riqueza de Pensilvania. Los moderadores le preguntaron sobre su opinión al respecto, después de haber mostrado en contra -como hacen muchos ecologistas- en 2018 y de respaldarlo ahora. «Siempre defendió el ‘fracking’. Yo apoyo el ‘fracking’… Y no, no… Yo apoyo el ‘fracking’ y mi postura…» John Fetterman de lo contrario presentado por los moderadores. Cuando le insistieron sobre ello, dio una respuesta deslavazada: “Yo apoyo el ‘fracking’… Y no, no… Yo apoyo el ‘fracking’ y mi postura… Y yo apoyo el ‘fracking’”. «Creo que no ha podido brillar», reconocía a este periódico tras el debate Honey Feaney, votante demócrata. “Me preocupa que ni siquiera esto haya sido un empate”. “Fetterman ha mostrado que tarda en responder, pero también que es fuerte”, opinó con optimismo Nacole Moore. “Ese retraso en responder no tiene nada que ver con la comprensión, ni con la respuesta, ni con sus políticas. Así que creo que ha quedado en buen lugar”. Quizá Fetterman preferirá no comparar en un debate, pero terminó por aceptar después de presiones desde la campaña de Oz y desde los medios. Él dijo que lo hacía por “transparencia”, para convencer al votante de su capacidad para el cargo. Lo cierto es que el demócrata comprende las preguntas y las responde con coherencia, pesa sobre la dificultad para transmitir por esos problemas de su recuperación. Fue también capaz de asestar ataques a Oz: le acusó de mentiroso, de vender productos falsos, de querer deteriorar los servicios sociales… Pero es difícil anticipar que su desempeño maravillara a lotos votantes, incluso con la empatía de ver a alguien que lo da todo para recuperar. En especial, aquellos que no tengan mucha información sobre el impacto de un infarto y sobre las vicisitudes de la recuperación. MÁS INFORMACIÓN noticia If Biden y los demócratas, abocados a loser el control del Congreso de Estados Unidos La realidad es que el debate complica las opciones de Fetterman, que tendrá una ventaja mínima frente a Oz y habrá que vers si su desempeño no la deteriorará. De ello depende el poder demócrata en el Senado y que el presidente de EE.UU., Joe Biden, tenga que aguantar los dos años que le quedan de mandato sin apoyos en el Congreso.