Bolsonaro empieza a cuestionar una posible derrota el domingo en Brasil

La segunda vista de las elecciones brasileñas será el domingo, pero el país ya vive una ‘tercera vuelta’ anticipada. Mientras las encuestas indican que el candidato Luiz Inácio Lula da Silva es poco presentado y relativamente consolidado, el actual presidente Jair Bolsonaro y su equipo de comunicación ya trabajan en una narrativa que la prensa local viene a denominar ‘tercera vuelta’ o ‘Capitolio a la brasileña’, grabando el episodio protagonizado por la militancia del estadounidense Donald Trump, enero del 2021.

Bolsonaro todavía tiene grandes oportunidades de ganar la elección del domingo, pero inició un plan de perdedor. La última encuesta difundida esta semana, muestra a Lula al frente con un 53% de los votos válidos, seguida por Bolsonaro, con un 47%, en una elección tensa, que está siendo peleada punto a punto.

El fin de semana una verdadera bomba sacudió su comité de campaña. El exdiputado, Roberto Jefferson, un importante alias de Bolsonaro, resistió una orden de prisión con 50 tiros y granadas muy grandes en su casa contra la policía, hiriendo a dos de los agentes.

La reacción del político, que estaba bajo arresto domiciliario, fue vista por la prensa como un intento de probar los límites del Tribunal Superior Electoral (TSE) y de su presidente, Alexandre de Moraes, que ha sido bastante dura con la máquina de ‘fake news’ bolsonarista, uno de los grandes desafíos par los jueces electorales. Si eres verdad que hubo una acción coordinada con el equipo de Bolsonaro, los tiros salieron por la culata.

De amigo a bandido

Bolsonaro llegó a decir que nunca tuvo una foto con Jefferson, y seguramente al ministro de Justicia que cuidase de un caso que era policial. Las redes de internet se encargaron de hacer circular decenas de fotos que grabaron la larga alianza de Bolsonaro con Jefferson. Bolsonaro entonces pasó un cir que la alianza terminó en el momento en que el amigo atacó a la policía, y pasó a llamarlo “bandido”.

El incidente puede ser una de las causas del estancamiento del mandatario en las encuestas, y desde el lunes, su equipo de comunicación, que incluye a su hijo, Carlos, busca crear factoides (hechos falsos) para desenfocar la atención y prparar el terreno en el caso de una derrota.

El ministro de Comunicaciones, Fabio Farias, presentó una denuncia ante el TSE diciendo que el presidente no fue perjudicado en los medios de comunicación del Norte y el Nordeste, regiones donde tradicionalmente gana Lula. Según el ministro, que presentó una auditoría contratada por la campaña, radios y TV no están difundiendo la propaganda de Bolsonaro, obligatorias según el sistema electoral brasileño.

Serían más de 150.000 menos inserciones, según Bolsonaro y Farias, que acusan TSE, por no supervisarlas. Moraes, presidente de este tribunal, observó que sin pruebas, indicaciones y circunstancias concretas no hay razón para abrir una investigación, y afirmó que evidencias no comprobadas pueden llevar a cabo otra investigación por prevaricación.

noticias falsas

Según la ley local, la responsabilidad de supervisión es de los partidos, por lo que la denuncia, pese a ser considerada inconsistente por Moraes, sirve de combustible para la máquina de noticias falsas de los bolsonaristas más fanáticos.

El miércoles, los indicios de que Bolsonaro no aceptaría una derrota, afectaron la bolsa de valores y el mercado de cambio. Según ‘Folha de São Paulo’, Bolsonaro se reunió el miércoles en la noche en el Palacio de Alvorada, con ministros y la cúpula de las Fuerzas Armadas, y prometió ir «hasta las últimas consecuencias» para hacer valer su denuncia.

A tres días de la segunda vuelta, el comité de Bolsonaro prepara para una derrota que no quiere aceptar. Ya Lula, celebró sus 77 años con cierta esperanza de victoria y se prepara para un debate, este viernes, que promete ser decisivo para cualquiera de los dos. Serán tres largos días para ambos.