Pausa activa, el eficaz método para mantenerte en forma en verano

Las pérdidas de verano y las altas temperaturas producen en el cuerpo una importante sensación de cansancio que fácilmente puede inducirnos en el sedentarismo absoluto durante el periodo vacacional. Si está claro que un descanso semanal de la rutina de entrenamiento habitual es beneficioso y necesario, también es importante saber que este reposo no debe ser absoluto, sino que es recomendable seguir ejercitando el cuerpo con menor intensidad. Esto nos ayudará a que la vuelta al entrenamiento ordinario sea más llevadera física y mentalmente.

Entró en un juego entonces lo que los expertos denominan como pausa o resteo activo, que consiste en adoptar un hábito de actividad de mayor intensidad y duración a los habituales y su mayoría distinto a los que estamos acostumbrados. Deberían ser actividades o ejercicios de carácter general, multiarticulares y que ayuden a mejorar la circulación sanguínea y la oxigenación de los músculos.

¿Qué ocurre si dejo de entrenar?

La importancia de estabilizar activo en veranoLa importancia de estabilizar activo en verano – Pexels

Como explica Sara Álvarez, cofundadora y creadora de la metodología Reto48: y las que se toman el veraneo como una ruptura total con el fitness. Ni un extremo, ni el otro”. Como añade la experta, “obsesionarse no es bueno, pero dejar por completo el ejercicio colgante las vacaciones deja secuelas que se notarán ¡y mucho! a la vuelta”.

“Notarás que tu organismo se va estancando y perderás fuerza, resistencia, flexibilidad”, explicó Andrea Andrea Viloria, entrenadora de Reto48. Entre otros efectos secundarios del parón estival, la experta destaca: “El rendimiento general en tu día a día se reducirá. Estarás más irascible puesto que dejar de producir serotonina -la hormona de la felicidad- así como endorfinas y dopamina, hormonas que influyen directamente en nuestro estado de ánimo y la vuelta al gym, no será como empezar de cero, pero sí como si hubiera pasado en un nivel inferior. “Lo peor de todo es que te costará volver a introductor en tu día a día el ejercicio y en lugar de hacerlo con ganas, notarás cierta pereza y es por estos motivos por los que lo ideal es no parar e intentar hacer, aunque sea, algo de ejercicio Durante los meses de vacaciones”, concluyó Sara Álavrez.

¿Qué actividad puedo realizar?

Nadar en la playa o la piscina es uno de los ejercicios más completos que puedes hacerNadar en la playa o la piscina es uno de los ejercicios más completos que puedes hacer – Pexels

Por otro lado, los expertos del área de fitness del Club Metropolitan proponen las mejores disciplinas para que garanticen un descanso activo con el que combatir el sedentarismo durante el verano:

Nadar: Un clásico apto para todos los públicos. Hay gente que disfruta más nadando en la piscina y otra en el mar. Sin embargo, Nadar en el mar es más ligero debido a la cantidad de sal del agua, ya que hace que el agua esté más densa y flotemos con mayor facilidad. Además, nadando trabajó la mayor parte de los grupos musculares y ejercitamos el sistema cardiopulmonar, fortaleció las articulaciones y mejoró nuestra postura corporal.

Senderismo: Andar tiene numerosos beneficios para la salud, por ejemplo, disminuye el riesgo de sufrir hipertensión y en el caso de que fra esta dolencia, caminar reducción los valores de presión arterial. También ayuda a reducir el colesterol y prevenir la aparición de diabetes puesto que al caminar el organismo procesa el azúcar más rápido. Caminar es un ejercicio que contribuye a bajar de peso, sobre todo si se dedica entre 45 minutos y una hora diarias. Si andamos en un terreno con cierto alivio, como el de una ciudad con alguna pendiente, la montaña o playa, nuestro cuerpo requiere de un mayor esfuerzo – con una mayor demande muscular, y por lo tanto cardiorrespiratorio-, trabajando así su fortalecimiento a la ver que la resistencia cardiovascular. Con ello también mejorará la circulación y la tonificación de los diferentes músculos del cuerpo ejercitados (piernas, abdomen y glúteos). Favorece además el retorno venoso.

Yoga: Esta disciplina ayuda a relajar el sistema nervioso y a reducir el estrés. Realice ejercicios de relajación y respiración para conseguir el equilibrio perfecto entre cuerpo y mente. Para ponerlo en práctica, solo necesitas un tapete o colchoneta y relajar la mente a la hora de realizar las clases ya que es una práctica que no solo te beneficia por fuera, sino también por dentro. Con la práctica del yoga, aumentas la flexibilidad corporal, ganas cierto tono muscular, mjoras la movilidad de músculos y articulaciones y trabajas el equilibrio de todo el cuerpo. Además, esta práctica se combina con ejercicios respiratorios que reducen el ritmo cardíaco y relajan el organismo, facilitan esta calma mental, mejoran el descanso y aumentan la capacidad de concentración.

Pilates: Este método se basa en diferentes disciplinas como el yoga o la danza. Durante su práctica, se trabajó sobre todo el desarrollo de los músculos internos que ayudan a mantener el equilibrio corporal y fortalece la columna vertebral. Integrando esta práctica en tus rutinas de entrenamiento, además de mejorar la postura corporal y reafirmar diferentes grupos musculares, puedes lograr un cuerpo en forma, flexible, armonioso y saludable. Además, en el plano emocional, el método Pilates es realmente beneficioso para lograr la conciencia corporal.

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