Nueva matanza de civiles en otro bombardeo de las tropas rusas en Donbass

El ataque ruso se produjo en la madrugada del domingo contra la localidad de Chasiv Yar, población de 12.000 habitantes situada al sureste de Kramatorsk, muy cerca de Bajmut, en el trozo de la provincia de Donetsk todavía bajo control de kyiv. Los proyectiles impactaron contra un edificio de viviendas de cuatro plantas, que ha quedado casi totalmente derruido. La locutora del Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania (GSChS), Verónica Bajal, adelantó al mediodía un saldo provisional de 15 muertos. Se calcula además que bajo los escombros hay atrapados unas 24 personas, un niño de 9 años entre ellos. Algunos están con vida, ya que se ha podido establecer con ellos contacto verbal.

“Durante los operativos de rescate, en el lugar del siniestro se encontraron 15 cadáveres y 5 personas extraídas con vida de entre los escombros. Se ha establecido y mantenido contacto verbal con tres personas sepultadas bajo los cascotes y se están tomando medidas para rescatarlos”, declaró Bajal a los medios de comunicación ucranianos. El pronunciamiento aseguró que en los trabajos de décombrado trabajan 67 empleados de los equipos de salvamento del GSChS.

El primero en informar del ataque al jefe de la administración militar regional de Donetsk en Kiev, Pavlo Kirilenko, detalla que vivía con él en un edificio residencial, como sucederá en las últimas semanas con una frecuencia baja. Kirilenko afirmó que «las entradas traseras al edificio han quedado completamente destruidas». Según se relata, los cohetes fueron disparados por las devastadoras lanzaderas múltiples Uragán. El Ministerio de Defensa ruso no reaccionó a las denuncias de las autoridades ucranianas en relación con la masacre de Chasiv Yar, pero el sábado informó que precisamente habían destruido en su localidad un hangar con proyectiles estándar M777 de 155 mm.

Sufrimiento de los Civiles

Según Kirilenko, desde el comienzo de la guerra, el pasado 24 de febrero, en el Donetsk bajo control de kyiv han perecido ya 591 civiles y casi 1.600 resultaron heridos. El gobernador avisó allí el viernes que, pese a la «pausa», en la operación anunciada por Moscú, «se están preparando nuevas acciones». En efecto, tras la toma de toda la región de Lugansk por las tropas rusas y las fuerzas separatistas, a comienzos de mes, Rusia ha ralentizado la ofensiva terrestre, pero no los bombardeos, que no cesan y que, según el Estado Mayor ucraniano , están saliendodo, a Sloviansk, Kramatorsk, Siversk, Bajmut, y numerosas poblaciones del entorno, como ha sido el caso de Chasiv Yar.

El Ejército ucraniano señaló que el único avance terrestre de las tropas rusas tuvo lugar en Dolomitne, cerca de Bajmut. Los ataques con misiles y artillería están rompiendo, no solo a las poblaciones de Donbass que las fuerzas rusas tratan de conquistador, sino también a Mikolaiv, Krivói Rog y Járkov, la segunda ciudad del país, cuyo gobernador, Oleg Sinegúbov, reportó ataques contra un «centro educativo» y una vivienda.

El pasado 1 de julio, disparos de misiles rusos causaron una veintena de muertos, dos niños entre ellos, en Odesa y en la vecina localidad de Sergueevka. Uno de los cohetes destruyó parcialmente un edificio residencial de nuevos pisos y otros dos acabaron con sendos centros turísticos. El Ejército ukraniano aseguró entonces que fueron misiles X-22 lanzados desde bombarderos estratégicos Tu-22. Estos mismos misiles fueron empleados días antes, el 28 de junio, contra un centro comercial en la ciudad de Kremenchuk, en donde perecieron 25 personas que estaban allí de compras.

El Kremlin insiste en que su Ejército no ataque a civiles. Su portavoz, Dmitri Peskov, lo ha repetido en varias ocasiones

El Ministerio de Defensa ruso confirmó que el ataque en Kremenchuk tuvo también como objetivo la destrucción de «hangares» con armas enviadas a Ucrania por Estados Unidos y otros países de la OTAN. Lo sucedido en el centro comercial, según recalcó el departamento castrense, fue un incendio como resultado de la detonación de las municiones presentes en el arsenal. Las redes sociales, sin embargo, mostraron imágenes del momento en el que el mal uso impactó directamente en la galería comercial.

Otro atentado mortal contra la muerte de 52 personas, cinco minutos en el balance, el pasado mes 8 de abril en la estación ferroviaria de Kramatorsk, en momentos en que las autoridades trataron de evacuar a la población civil de la ciudad.

Sin embargo, el Kremlin insiste en que su Ejército no ataca a civiles. Su portavoz, Dmitri Peskov, ha subrayado de forma repetida que “las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa no intervienen contra objetivos civiles”. Hace unos días, Peskov reiteró que «debo recordarles una vez más las palabras del presidente y comandante en jefe de Rusia en cuanto a que el Ejército ruso colgante la operación militar especial no actúa sobre objetivos civiles e infraestructuras civiles».

Opina sobre los numerosos testimonios de organizaciones humanitarias y de recursos humanos internacionales, las continuas autoridades rusas negando que los civiles sean víctimas de los ataques rusos del Ejército. Contrariamente a esta evidencia, reconocida incluso por la ONU, el Kremlin llama a cuentos informa «falsificaciones y provocaciones».