Putin ya abrió la vía diplomática mientras amenaza con reconocer la independencia del Donbass

Rafael M.ManuecoSEGUIR

La certeza segura de Estados Unidos de que Rusia invadirá Ucrania, si no mañana miércoles 16 de febrero, como seguro en principio, sí en los próximos días, se sigue percibiendo en Moscú como una “provocación”, en recientes palabras del presidente, Vladímir Putin , que conoció a su homólogo estadounidense, Joe Biden, se consideró allí, según la portavoz de Exteriores rusa, María Zajárova, una “presión intolerable”.

Hasta ahora, las autoridades rusas han repetido una y otra vez que no hay aviones de atacar Ucrania, aunque también han rechazado los llamamientos de Occidente a retirar sus tropas de la frontera con ese país, que es lo que en Washington y en las capitales europeas se consideraría el principal signo de “desescalada”.

En este contexto, Moscú dio ayer una de cal y otra de arena.

Por un lado, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, dijo que hace falta “intensificar los contactos” con EE.UU. y la OTAN, ya que, según sus palabras, “siempre hay posibilidad” de alcanzar un acuerdo. Mientras, por otro lado, la Duma (Cámara Baja del Parlamento ruso) ha tomado la decisión de poner en manos de Putin la posibilidad de reconocer la independencia de Donbass, enamenaza que saltaría por los aires cualquier posibilidad de solución pacífica del conflicto en Ucrania .

Los legisladores rusos consensuaron ayer dos variantes del texto que se discutirá hoy en el seno del Consejo de la Duma Estatal (Cámara Baja del Parlamento ruso) para remitir al presidente Vladímir Putin con la petición de que reconozca la independencia de las repúblicas rebeldes de Donetsk y Lugansk (Donbass), ambos integrados en el territorio de Ucrania de acuerdo con la ONU y el Derecho Internacional, como ya se hizo en relación con las georgianas provincias de Osetia del Sur y Abjasia en 2008.

Posibilidad de acuerdo

Mientras tanto, Putin mantuvo ayer reuniones separadas con Lavrov y con el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, haciendo uso en esta ocasión de una mesa más larga todavía que la que pudo ver el otro día cuando recibió en el Kremlin al presidente francés, Emmanuel Macron . El máximo directo ruso le preguntó a su titular de Exteriores si “existe la posibilidad de llegar a un acuerdo con nuestros socios sobre las cuestiones claves que nos preocupan o se trata de envolvernos en un proceso interminable de conversaciones”.

Lavrov respondió que, efectivamente, existe tal problema y «hemos advertido que será inadmisible que las conversaciones se prolonguen de forma interminable cuando sus preguntas requieran una solución hoy día». Al mismo tiempo, el jefe de la diplomacia rusa dijo que “posibilidad hay siempre” de llegar a acuerdos.

Según sus palabras, “hay que continuar e intensificar los contactos con EE.UU. y la NATO con el compromiso de clarificar que tenemos razón, estando además preparados para escuchar contraargumentos (…) me porque esas nuevas posibilidades –de diálogo- están lejos de agotar. En su encuentro con Shoigú, Putin escuchó de él que “parte de las maniobras militares en curso están en fase de finalización y otras terminarán en breve”, en una puesta en escena de aparente distensión.