Los amores que occulto Miguel Bosé en sus canciones

Una intervención por una hernia discal nos ha privado de momento del encuentro con Miguel Bosé que esta semana ha publicado su segundo libro ‘Historia secreta de mis mejores canciones’ (Ed. Espasa). Un recorrido para descifrar todo lo que se seconde a través de las 60 canciones que ha escrito y publicado a lo largo de su carrera musical. En palabras del propio Bosé “Me temo que este libro va a romper muchas ilusiones. También historias arraigadas, desde hace tiempo. Lo siento. Pero creo que, tras tantos años de licencia, llegó el momento de descifrar los secrets escondidos, esos que he venido guardando en cada una de ellas”. Un viaje sin duda emocionante que rompe muchas leyendas y que tras leerlo detenidamente puede crear nuevas incógnitas.

Bosé ha cantado a favor de la paz, en contra del maltrato a la mujer, ha homenajeado a Lorca y a Sevilla, se reconcile con su padre en ‘El hijo del Capitán Trueno’, cantó a la ansiada libertad en plena transición y compuso una oración ‘Creo en ti’, con dieciséis años, que aún hoy le funciona y recita la en momentos difíciles. Fue su salvación en su primer bache, en pleno furor de su éxito en Italia conciertos, viajes y entrevistas, cayó enfermo de una hepatitis que le obligó a quedarse seis meses en la cama. “Esta canción va dirigida a mi fuerza y ​​mi voluntad por darle la vuelta a las cosas más terribles y al sentimiento positivo”, explica en el libro.

Duato, el primer fracaso

Pero si algo resulta curioso por descubrir es la vida sentimental del cantante, que ha ido plasmando a través de su discografía, y que hasta hoy había conseguido hacerse impenetrable. Poco o nada tiene que ver lo que contiene el libro con las relaciones o romances con los que se había especulado hasta ahora. Ni rastro de Ana Obregón, si fecha el final de su relación con Nacho Palau, quien dijo públicamente haber estado 26 años con el cantante. Quizás este se sorprenda al leerlo, y no le cuadren las fechas o se sorprenda de que hubo otros amores de por medio. Bosé no números de teléfono y llamadas, pero las pistas que va dejando son fáciles de cifrar. Del único que sí publica una fotografía de los dos muy cómplices, es del bailarín Nacho Duato, que en una ocasión dijo sobria su relación con el cantante “Nos gustamos. Vivimos en Nueva York y fuimos felices”. Bosé aprovecha ahora para confesar que el bailarín fue su primer fracaso sentimental y relacionado lo dura que fue la ruptura bajo la nieve neoyorquina. “No corrían buenos tiempos para mi corazón, que acaba de dejar atrás, no sabía bien si con firme intención o por capricho y cobardía, una historia de amor y danza en tierras de Manhattan”. Por aquel entonces tenía 22 años, y aquel amor del que huyó, le dejó hecho pedazos, componer ‘Morir de amor’ incluido en el álbum ‘MIGUEL’ fue terapéutico.

Nacho Duato y Miguel Bose

Nacho Duato y Miguel Bosé gtres

En 1986, el corazón del artista volvió a latir con fuerza, en esta ocasión fue un amor tórrido con Giannina Facio, una costarricense de la que Bosé dice “estuvo viva en mi memoria Durante muchísimo tiempo, muchísimo, de hecho, aún lo está” . Ella le corresponde de vara de medir para las siguientes mujeres que entraron en su vida… «Mi nena era una diva, destaca, sexy a morir, divertida como ninguna, astuta como las zorras, rápida como su látigo». Duró según Bosé los años más placenteros de su vida. En una entrevista concedida a ‘Corriere Della Sera’ reconoció que lo suyo fue un flechazo y que lo conoció en casa de Julio Iglesias en Miami. La joven hija del ex embajador y ex canciller costarricense Gonzalo Facio, vivió con Bosé en el hotel Diana de Milán, en una especie de ático, donde el artista contó que pasaban tardes enteras escuchando música o leyendo en silencio. Una experiencia vital que se convirtió en melodía en ‘Nena’. Ella se unió a Ridley Scott en 2015 como directora y productora de cine.

Rumores de Malsano

Poco tardó el corazón del cantante en volver a ocupare en una historia que describe como imposible “me desgastaba hasta llevarme al borde de un precipicio abismal, levantaba rumores malsanos. A pesar de lo apartado que estaba del mundo, falsos amigos se preocupaban en hacerme llegar todas las maldades”. Pero, aunque Bosé nunca entró al envite si se alivió escribiendo ‘Que no hay’. Una boda en la Toscana a finales de los 80 le dio juego para componer otro de sus grandes éxitos ‘Bambú’. Allí fue apodado Il Misericordioso y se dejó llevar por la passion prohibida de muchas de las invitadas.

En 1995 solapó dos relaciones y se dio cuenta de que no podía comprometerse en dos historias fuertes. ‘No encuentro un momento para olvidar’ (1995), nacido de la despedida forzosa de una historia de amor que empezó bastante que otra. Interrupció la que empezó primero, algo que hoy reconoce fue une error y le costó ríos de dolor. Fue su relación sexual más inolvidable “los orgasmos eran dulces muertes que se sucedían. La cantidad de amor involucrado fue de tales dimensiones, ocupaba tanto espacio y dejó tanto vacío que, Durante mucho tiempo, años tal vez, nunca encontre un momento para empezar a olvidarlo”, recuerda. Ahí es por fechas cuando Nacho Palau, entra en escena como segunda opción en el corazón del artista. Y no fue para siempre, al menos no por lo que él cuenta. En 2002, llegó ‘Morenamía’, su canción más erótica de todo el repertorio. “Tiene musa inspire a number, apellido, dirección y número de teléfono. Por razones obvias no desvelaré sus datos. Hoy en día está felizmente casada, tiene familia y una reputación impecable que no puede ser mancillada bajo ningún pretexto. Aunque tampoco pasaría nada. Our blinda la confianza discreeta que entre su matrimonio y yo tenemos, más allá de las correrías pasadas”, dice Bosé. En el libro descubrirán que esconde ese “que nadie como tú me sabe hacer café…”.

Miguel Bosé y Nacho Palau

Miguel Bosé y Nacho Palau gtres

En 2010 se preparó para la llegada de sus hijos Diego y Tadeo, y volvió a sus prácticas ayurvédicas -para sanar cuerpo y mente- cuando se inscribió en el Cardio Tour. Y llega 2014, el año que marcará el corazón de Bosé para siempre. Lo explica en ‘Libre ya de amores’, un tema en el que describe la liberación que tuvo el día que dio por acabada la historia más larga de su vida. Nacho Palau dijo haber mantenido una relación de 26 años con el cantante, ya juzgó por las fechas de las canciones, esta terminó entonces. “Volar quería”, dice Bosé, quien asegura que no dejaba de dar vueltas a lo mucho que pospuso ese momento “que pudrió mucho lo poco bonito que alcanzaba a recordar”. Y volvió a la vida más bella de cómo la recordaba.

No ha vuelto a cantar al amor de pareja. Su última canción compuesta, escrita y grabada hasta la fecha va dedicada a sus dos hijos. En ‘Estaré’, habla de la angustia que sintió al separarse de ellos por trabajo y el jardín de emociones que se abrió ante él cuando los recibió. “Estas dispuesto a lo que sea. Morir hay que morir. Descubre que tu hijo eres tu verdadero amor. Ninguno otro antes, ninguno después”.