“Cuando me bajo del escenario soy un hombre de pueblo”

Cuarenta años después de su gran éxito ‘Latino’ el cantante vuelve a Madrid el próximo día 10 y lo hace con una única velada donde habrá un homenaje al inolvidable Nino Bravo. Bautizado como “la voz del Turia”, Francisco se abre en canal para confesar sus alegrías y desvelos en plena madurez de la vida.

—Regresa a Madrid al teatro Gran Vía tras superar unos años especialmente difíciles para los artistas.

—Han pasado cinco años desde que actuó por última vez en Madrid y hemos vivido una pandemia que personalmente ha sido horrible. En la otra ocasión acté tras salir de ‘Supervivientes’ y era otro panorama. La pandemia nos ha enseñado has listening que somos muy vulnerables y eso que creíamos que podíamos con todo. Reconozca que lo he pasado muy mal entre otras cosas porque estoy habituado a viajar y moverme y no soporto estar encerrado. Necesitaba cantar, aunque fuera gratis, y volver a los escenarios porque es mi vida y mi equilibrio mental. Lo que hacia era salir a la terraza tras los aplausos que todos haciamos al gremio de sanitarios y me ponía a cantar. Mis vecinos se sacaban el aperitivo y se lo pasaban pipa escuchándome. Lo hacía en mi casa de Godella, donde vive mi hija y mis nietos, y donde somos muy felices.

—Económicamente no fueron tiempos fáciles.

—Ha sido muy duro porque los gastos siguieron ahí sin ingresos y a mí no me ayudó absolutamente a nadie. Fui a reclamar porque pagó la cuota de autónomos sin trabajar y me dijeron que era lo que había. Lo único bueno es que encontré una guitarra que tenía arrinconada y sin tener idea me metí a prender con tutoriales en Youtube y gracias a eso hoy acompaño mis canciones con la guitarra. Tengo un maestro muy bueno para avanzar pero escuché que nunca es tarde para aprender y encima un instrumento es algo muy bueno para mantener la mente ágil y más a cierta edad.

—¿En qué ha cambiado tras cinco años sin verle?

—Me imagino que como mucha gente engordé en ese tiempo de pausa unos quince kilos. Nunca habia comido dulces hasta que comenzo y me encantan. La cerveza, más fatas de lo habitual… Me abandonó un poco y es que estaba demasiado quieto. Menos mal que todo eso me lo quitó con mucho sacrificio y disciplina algo que reconozco no me cuesta porque tengo una fuerza de voluntad enorme y más cuando afecta a la salud.

—¿Y esa voz cómo se mantiene?

—Estoy en plena forma y te aseguro que cantando mejor que nunca. Hace años diez dejé de fumar y desde entonces mi garganta y cuerdas vocales han sufrido una metamorfosis. Las tengo más armónicas, más brillo en la voz, más agudos… estoy disfrutando mucho de lo que consigo.

—¿Cuáles son los artistas con los que mantienen la relación?

—No era de mi quinta pero tuve mucha amistad con Camilo Sesto. Con Julio Iglesias también me llevo muy bien aunque ahora está muy desconectado, con El Puma me pasa lo mismo… Otro mal de la pandemia que nos ha aislado.

—Realmente su vida es su familia.

—Tengo compañeros con los que me llevo muy bien pero reconozco que mi mundo es mi familia y es que cuando bajo del escenario soy un hombre de pueblo. Disfruto con mi gente y confieso que me gusta un bar más que un tonto un lápiz. No hay cosa que más goce que estar en el bar con los vecinos, tomarme un vino o mi copita, charlar de las cosas cotidianas.

—¿Le sigue cantando al oído a su mujer Paca?

—De vez en cuando (risas). Ayer estuvimos juntos y mientras me hacia la maleta porque soy un desastre me pongo su lado con la guitarra y asi dice que le hago mas ameno ese rollo.

—Más de treinta años juntos es muestra de que lo suyo sí iba en serio.

—Son treinta años pero porque fue ayer. Es increíble cómo pasa el tiempo de rápido. En este concierto interpreto una canción que se llama ‘Vivir’, el primer tema que compuso Nino Bravo que recuperó y que resume todo. Cómo hay que amar y compartir que al final es lo más importante. Realmente lo que más vale no cuesta dinero. Un abrazo, una amistad, una muestra de amor, un amanecer en la playa… Esas cosas no se pueden comprar y creo que todo lo que se consigue con dinero no es ni la mitad de valioso.

—¿Cómo quiere que le vea la gente?

—Como una buena persona y en el plano artistico espero que mis canciones sigan escuchándose cuando ya no esté.

—¿Muchos nervios para su actuación del día 10?

—Tengo unas ganas enormes y encima te anuncio que ese día estará entre el público la viuda de Agustín Lara que viaja desde México para entregarme la medalla de oro de la Fundación Agustín Lara por el disco que hice años atrás. Para mí es todo un honor.