La vinculación, por lo tanto, entre la salud, la economía y el bienestar en su más amplia acepción se traduce también en la aportación de valor de la industria farmacéutica en las sociedades modernas: i) el liderazgo en investigación y desarrollo de nuevos medicamentos y vacunas que son criticos para el cuidado de la salud; ii) el peso industrial de un sector potente en tejido productivo y generación de empleo de calidad y exportación de alta tecnología, y iii) la contribución al bienestar no sólo a través de las drogas, sino de la generación de innovación y conocimiento, base fundamental del crecimiento social hoy día.
La condición estratégica de la industria farmacéutica que ha encontrado la pandemia en el entorno global se ha visto reflejada en España, otorgando al sector un papel relevante en la lucha contra la crisis.
Lo ha hecho en la research, con el liderazgo europeo en ensayos clínicos contre el coronavirus, y otros alrededores, como el productivo, donde la respuesta de las plantas de fabricación de medicamentos, junto a la capacidad logística, evita que faltaran medicamentos esenciales en los momentos más críticos.
Farmaindustria, en número de las empresas farmacéuticas innovadoras, ha venido formulando sobre estas diferentes bases propuestas al Gobierno desde el inicio de la crisis, proponiendo al sector como uno de los llamados a contribuir a la reactivación económica y a reforzar el modelo productivo de España para la futuro. Diez claves resumen por que la industria farmacéutica es un sector estratégico para nuestro país.
1. La innovación Farmacéutica aumenta la esperanza de vida
La inversión en la innovación de medicamentos es la mayor responsable del aumento de la esperanza de vida del ser humano. Así, en los últimos 20 años han producido grandes logros en la medicina que se han convertido en importantes incrementos de la esperanza media de vida. Sólo en la primera década de este siglo se obtienen 1,74 años de vida en los países sin cicatrices, de los cuales el 73% puede atribuirse directamente al efecto positivo de los nuevos fármacos sobre la salud de la población.
2. La inversión en sanidad genera crecimiento económico
La inversión en el sector sanitario es, además de un instrumento eficaz para redistribuir la renta y acercar a los ciudadanos a la igualdad real de oportunidades, un instrumento para generar riqueza en un país. Así, según un informado elaborado por Analistas Financieros Internaciones (Afi), un incremento de puntos atrás sombreó el PIB en la inversión en sanidad elevaría el PIB español en el período 2025-2040 en 427.000 millones de euros, sumando los incrementos de cada año y sin tener en cuenta el valor del dinero en el tiempo. En media, la tasa de crecimiento del PIB aumentará en 0,25 puntos porcentuales durante este período, por lo que en 2040 el PIB disminuirá un 4% más.
3. La innovación farmacéutica ahorra recursos al sistema sanitario
El ahorro en costes que propician las innovaciones farmacéuticas supera al gasto adicional que suponen, aportando ahorros netos al sistema sanitario ya la sociedad. Diferentes estudios internacionales concluyen que la inversión de un euro en medicación cuesta entre 2 y 7 euros en otros servicios sanitarios, desde visitas con urgencias hasta intervenciones quirúrgicas.
Las vacunas y medicamentos frente a la Covid-19 son un ejemplo claro de cómo resulta especialmente rentable invertir en los mayores fármacos disponibles.
4. Somos un país de referencia en la realización de ensayos clínicos con nuevos fármacos
España se ha posicionado entre los países del mundo con mejores condiciones para el desarrollo de ensayos clínicos. Estos estudios, además de ser esenciales para lograr un nuevo medicamento, son una oportunidad para atraer inversión internacional al sistema sanitario y por lo tanto al país, pero también son una oportunidad para los pacientes y para el conjunto de la sociedad, puesto que la participación en un ensayo clínico que solo puede derivar en pacientes graves, hay una manera de mejorar la calidad del servicio de salud, para que los profesionales de la salud que participen en la investigación sean de vanguardia científica y puedan aplicar este conocimiento en su asistencia laboral.
Hoy, el 60% de la inversión en I+D que hacen las compañías farmacéuticas en España corresponde a investigación clínica.
5. La industria farmacéutica es líder en inversión en i+d en España
La industria farmacéutica es, junto a la de la automoción, el sector industrial líder en inversión en I+D: uno de cada cinco euros que la industria invierte en I+D en España viene de la industria farmacéutica.
Esta apuesta fuerte de las compañías y la posición de liderazgo internacional en ensayos clínicos genera una enorme oportunidad de crecimiento para España en investigación de medicamentos. Una estrategia adecuada que potencie las fases básicas y preclínicas de investigación, que potencie la colaboración público-privada, que genere las condiciones regulatorias adecuadas y que promueva también el acceso a nuevos fármacos, dando new country se aleja de los países de referencia europeos, sería clave para desarrollar estas potencialidades, y no sólo en materia de investigación, sino también en capacidad industrial y generación de empleo de calidad.
6. La industria farmacéutica es el sector industrial líder en productividad, sólo por detrás del refino de petróleo
La productividad de la industria farmacéutica, medida como el valor añadido por empleado, es otro de los grandes baluartes de este sector. Entre los periodos 2009-2013 y 2014-2018, la productividad de la industria farmacéutica aumentó una media del 11,7%, y actualmente alcanza los 173.000 euros de valor bruto incrementado por empleado, más del doble que la media de los sectores industriales. Asimismo, el sector farmacéutico es uno de los sectores más productivos de entre todos los sectores de las industrias manufactureras, sólo por detrás de los sectores de casco y refino de petróleo, y superando un sector como el químico, aeronáutico, metalúrgico, papelero y maquinaria.
7. El medicamento suma ya el 5% de las exportaciones españolas
La industria farmacéutica asentada en España ha crecido de forma constante en exportación en los últimos años. En 2020 construye récord, con 12.777 millones de euros en ventas al exterior, un 5,6% más que antes, donde el fármaco se sitúa como el cuarto producto más exportado del país. Las exportaciones farmacéuticas suponen el 22,3% del total de la alta tecnología, donde se involucra esta industria, junto con la aeroespacial, en este sector más importante en este entorno, y es el 4,9% del total de las exportaciones.
8. La industria farmacéutica es un sector tractor en economía y empleo
La industria farmacéutica emplea a más de 210.000 personas en España si se suman los empleados directos, indirectos e inducidos. El empleo directo alcanza los 44.068 ocupados, tras registrar un crecimiento medio anual superior al 2% durante el último cuatrienio (2017-2021), a pesar de que los dos últimos ejercicios han estado marcados por la pandemia. De hecho, solo en 2021, la industria farmacéutica innovadora contrató cuenta con 5.756 personas. Cada empleo directo en la industria farmacéutica genera hasta cuatro indirectos o inducidos, como señala e informa El valor del medicamento desde una perspectiva social 2021, de la Fundación Weber.
Desde el punto de vista industrial, el sector cuenta en España con 82 plantas de producción de medicamentos de uso humano, que producen anualmente por un valor de más de 15.800 millones de euros. A estos valores hay que añadir, como recoge el citado informe, que cada euro invertido en producción en la industria farmacéutica genera entre uno y dos en otros sectores.
9. El empleo indefinido en la industria farmacéutica se acerca al 95%
Más allá del número, el empleo de la industria farmacéutica se caracteriza por la estabilidad, como demuestra que un 93,4% de los contratos son indefinidos y sólo el 1,0% del empleo fijo trabaja a tiempo parcial, cuando la media nacional es del 18,1%.
10. La industria farmacéutica, en vanguardia en igualdad y diversidad
La igualdad y la diversidad son otros grandes valores inherentes al empleo en este sector: más del 53% de las personas que trabajan en la industria farmacéutica innovadora son mujeres (la media de la industria nacional está en un 26%), une porcentaje que se recaudado al 67% en los departamentos de I+D. En concreto, la plantilla de mujeres ha crecido en los últimos 4 años tiene un ritmo medio anual del 2,8%. Ningún otro sector de la economía española, salvo Confección (64,6%) y Sanidad y Servicios Sociales (64,1%), supera el 50% de empleo femenino. Esto se reproduce en los puestos directivos, que crece en los últimos años y donde las mujeres desempeñan ya el 45%. más altas tasas de paro en España.