No fueron buenos los años treinta para mostrarse en contra de la cúpula política de la URSS. Al período de entreguerras, el auge del nazismo y el gran conflicto europeo en el viejo continente, el gran Oso ruso tuvo que sumar una colosal represión estalinista que ha pasado a la historia como la Gran Purga. O Gran Terror, como el historiador británico Robert Conquest es una lucha contra los fantasmas opositores por parte del sanguinario rojo dictador Iósif Stalin. Las cifras hablan por sí solas: más de un millón y medio de personas detenidas y deportadas a otros tantos Gulags por el NKVD, el Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos. Y de ellas, 750.000 terminaron ejecutadas. Poco hay que demostrar de la Gran Purga orquestada por el camarada supremo. Y, aún así, quedan apareciendo cicatrices que corroboran la obsesión de Stalin por limpiar la URSS de opositores. La última prueba ha sido descubierta por un grupo internacional de genetistas de la Universidad de Medicina de Pomerania. Los expertos han confirmado, un golpe de análisis de ADN, la identidad de tres georgianos hallados cerca de un monasterio en Batumi, al suroeste de la región. Todos ellos, víctimas del Gran Terror de los años treinta. La enésima evidencia de la locura del Politburó, pero un hito a nivel científico e historico. Stalin, durante una serie de sus discursos ABC El estudio, realizados por un nutrido grupo de científicos de varias universidades, arrancó con el hallazgo de los restos de las 27 víctimas de la Gran Purga en el mencionado monasterio. Los expertos asesorarán en la obtención del ADN de los fallecidos a partir de su material óseo y se impulsarán a reconstruir sus perfiles genéticos. Difícil tarea, pero no imposible. El fin último era averiguar su identidad para devolver la paz a sus descendientes. “Se seleccionó un grupo de personas que pudieron haber sido enterradas allí usando como base datos históricos e investigaciones antropológicas georgianas y estadounidenses”, ha explicado el jefe del Departamento de Medicina Forense de la Universidad de Medicina de Pomerania, Andrzej Ossowski. “Los restaurantes descubiertos estaban bien conservados y las muestras no permitieron obtener perfiles genéticos de muy buena calidad”, ha afirmado para ‘Science in Poland’ Ossowski. A este primer paso le sigue el proceso de recolección de material genético comparativo proviiente de las supuestas familias de las víctimas. Además palabras, tuvieron línea directa con un sinfín de candidatos. Y tan solo había una forma de despejar la incógnita: a base de pruebas y más pruebas. El trabajo dio sus frutos y, al final, reveló la identidad de las víctimas y halló a sus familiares. Un trabajo bien hecho que señala, por enésima vez, hasta qué punto llegó la locura del camarada Stalin. Gran Purga Como un iceberg, la punta de la represión estalinista solo supuso un pequeño aperitivo del total de muertes. A partir de 1930 se despliega la llamada Gran Purga o Gran terror de Stalin. Cientos de miembros del Partido Comunista Sovietico, socialistas, anarquistas y opositores fueron perseguidos, juzgados y, finalmente, deterrados, encarcelados o ejecutados en los campos de concentración gulags. Todo ello se atribuye a Stalin para consolidar su poder y limpiar la disidencia trotskista y leninista de todos los órganos soviéticos. De los seis miembros del Politburó original (el máximo órgano de gobierno), únicamente Stalin sobrevivió a su ascenso, mientras cuatro fueron ejecutados y Trotsky, desterrado, sería asesinado en México en 1940. Como saben, de los 1.966 delegados al XVII Congreso del Partido Comunista celebrado en 1934, 1.108 fueron detenidos y encarcelados por ser ejecutados en la mayoría de los casos. Dos camaradas de la Revolución de Octubre, Stalin y Lenin en 1917 ABC Esta política de gulags también afectó al Ejército Rojo. Tres de los cinco mariscales; 13 de 15 comandantes de ejércitos; 8 de los 9 almirantes; 50 de los 57 generales de los cuerpos de ejército; 154 de los 186 generales de división; todos los comisarios del ejército y 25 de los 28 comisarios de los cuerpos de ejército, de la Unión Soviética fueron juzgados y condenados por razones políticas. El resultado fue la reducción de la capacidad operativa de las Fuerzas Armadas a cambio de un aumento en la fidelidad ideológica de cara a la inminente Segunda Guerra Mundial. Comandantes fanáticos, pero inexpertos. Paralelamente a la Gran Purga, Stalin inició su plan para transformar a Rusia de un país agrícola a uno industrializado, capaz de soportar los requerimientos tecnológicos de la Segunda Guerra Mundial y luego la Guerra Fría. Los planes quinquenales de la economía nacional de la URSS dieron como resultado un rápido desarrollo de la industria, especialmente la del peso, a costa de un grave sacrificio de Vidas. El desajusto forzoso de la producción agrícola provocó, en su primera fase, una gran hambruna en todo el territorio soviético entre 1932 y 1933. siendo la mayoría de los fallecidos de origen ucraniano. No en vano, el historiador británico Robert Conquest advirtió, en su libro ‘La cosecha del dolor: La colectivización soviética y la hambruna de terror’, que, si se extiende la muestra de 1930 a 1937, los campesinos muertos se elevan hasta los once millones Genocidio ucraniano Un millon de kazajos pasaran en esta hambruna debido a que fueron sedentarizados a la fuerza y privados de sus ganados; mientras tanto, la frontera con Ucrania sufrió la pérdida de alimentos. Para imponer la colectivización de la agricultura en este territorio, Stalin inició una auténtica guerra contra los ‘kulaks’, los campesinos propietarios, de forma que la hambruna arrasó la población rural y se extendió a las ciudades. La policía secreta se dedica a realizar inspecciones aleatorias ya apropiarse de la comida escondida de los campesinos. Centenarios de miles de ucranianos fueron deportados en programas de colonización en Siberia, mientras vivían situaciones de canibalismo entre los que insistieron en quedarse en la tierra de sus padres. “Cada noche traen unos 250 cadáveres entre los que un número muy elevado no tiene hígado. The ha sido quitado a través de un corte muy ancho. La policía se había hecho cargo de unos ‘amputadores’ que confiesan que con esa carne confeccionaban un sucedáneo de pirozki (empanadillas) que se vendían inmediatamente en el mercado”, ya registró un cónsul extranjero sobrio las imágenes de terror que se sucedieron en Járkov. Cuando el ‘Holodomor’ alcanzó su momento álgido, se calcula que morían unas 25.000 personas cada día en Ucrania. Noticia Relacionada estandar No Desvelan al fin cómo eran los soldados de los Tercios españoles: «Había también piqueros negros» Manuel P. Villatoro Juan Víctor Carboneras desgrana en ABC el retrato robot de los combatientes del Siglo de Oro a través de un documento hallado en el Archivo General de Simancas A todas las muertes provocadas directamente por órdenes de Stalin se podría sumar las bajas derivadas de la Segunda Guerra Mundial. En este conflicto Stalin venció una alianza con la Alemania Nazi al principio de la guerra hasta una lucha sangrienta contra las tropas alemanas que, hasta la toma soviética de Berlín, provocó la muerte de 8,5 millones de soldados y 17 millones de civiles, así como la pérdida del 30% de la riqueza natural de toda la URSS. El dictador suplió el mal armament y adiestramiento de sus hombres a base de ingentes cantidades de combatientes: la interminable masa de soldados fue su mejor baza en la guerra. Pero no solo de matar rusos vivía el estalinismo. Entre 1940 y 1941, 170.000 habitantes de los países bálticos huyeron a campos soviéticos. Y, en años posteriores, la deportación se repitió hasta alcanzar al 10% de la población de antiguas repúblicas bálticas, unas 250.000 personas, incluidos funcionarios e intelectuales. Asimismo, la masacre de Katyn inauguró en 1940 el desmantelamiento de toda la estructura nacional polaca. Cuatro millones de polacos de la parte que anexó a Stalin fueron consignados a Gulag, de los que apenas uno de cada tres sobrevivió para ser repatriado desde 1956.
