Junto a uno de los pasillos de la feria, un chico joven corre en una máquina entre estrellas de color ámbar. Este es el comienzo de la introducción para cuidar el otro lado: un stand brillante y luminoso a la entrada del Guest Lounge de ARCO. En este espacio conoceremos a Patricia Urquiola, artífice conceptual de la ‘Technogym store’, una autodenominada «caja amarilla» en la que se encuentran disponibles diferentes aparatos para hacer ejercicio separados por paredes de plástico translúcidas, que invita a descubrir por el propio pie que se seconde detras de cada una.
‘Movámonos por un mundo mejor’ es el lema que se puede leer en neones dorados. Juega con las ideas de movimiento y bienestar que la diseñadora asturiana ha utilizado para dar forma a un espacio expériencial y coherente tanto con los valores comerciales como con el objetivo artístico de la feria.
“Es un término que me gusta: si no hay un cierto movimiento no hay un acercamiento, es parte de poder cruzarse, de poder encontrar. También significa mover comunidades que están divididas por el mundo pero unidas por una actividad”, reflexionó el diseñador, que abre el concepto jugando con sus límites.
“Me gusta oírlo de manera más amplia, no solo físicamente”. Urquiola evoca la idea mediata de la iluminación, la distribución de los elementos y la creación del espacio propio. Oculta unas cabinas de otras y utiliza desplazamientos cromáticos del amarillo que al reflejarse en muros transparentes crean luces y sombras que se mezclan de manera sutil pero presente. “La luz pasa por estos filtros y generará una relación con el producto más interesante que una simple presentación”, argumentó.
“Si no hay un cierto movimiento no hay un acercamiento, es parte de poder cruzarse, de poder encontrar”
Claves conceptuales
Su manera de abordar una propuesta es también su modo de escuchar el mundo. Para ella, la experimentación con herramientas y materiales y sus limitaciones suponen alicientes creativos. Como arquitecta y diseñadora, su acercamiento creativo es práctico, espacial y conceptual, en que la estética nace como virtud de una combinación de sensibilidades. Ella explicó que “un proyecto tiene que tener un equilibrio” y este muchas veces se consigue mediante “una serie de contrastes –de razonamiento, del planamiento, de cómo resolver un espacio–”. “Es la solución para encontrar una fórmula que conlleve bienestar”, asegura. “A veces el equilibrio consiste en romper un esquema y, en otras ocasiones, es al contrario: bajar un tono. En cada caso es distinto”.
Considerando la necesidad del arte en lo cotidiano, Urquiola reafirma la idea de que la cultura se encontrará en todo cuanto nos rodea: “El bagaje cultural que tenemos cada uno está en continua transformación, especialmente en los tiempos que vivimos de guerras, tecnologías y crisis climática . Yo creo que esta mochila es algo que vas creando día a día, por lo tanto, tiene mucho que ver con lo cotidiano”, remata.
