Los conservadores alemanes barren en las elecciones de la región más poblada

Rosalía SánchezSEGUIR

Hace una semana. los cristianos demócratas alemanes (CDU) lograron una contundente victoria en las regiones de Schleswig Holstein con el 43 por ciento de los votos, y este domingo han vuelto a barre en las de Renania del Norte-Westfalia, el más poblado de los Bundesländer, con un 35 centavos. Al frente de los renanos conservadores, Hendrik Wüst repite victoria con un aumento de dos puntos porcentuales en comparación con los resultados de 2017 y ha referido sur su primera reacción a “mandato de gobierno claro para mí y la CDU en Renania del Norte- Westfalia”.

El calendario electoral está devolviendo las urnas alemanas a los porches conservadores de antes de la salida de Merkel, cuando el nuevo Gobierno de Berlin, encabezado por el socialdemócrata Olaf Scholz y con el apoyo de liberales (FDP) y Verdes, lleva en solamente ejercicio desde Enero.

“La CDU retrocede, avanza nuevo rumbo, se ha confirmado”, ha titeado el líder federal de la CDU, Friedrich Merz.

El SPD pierde en Renania del Norte-Westfalia un 3.7 por ciento y queda en el 27 por ciento, un resultado “muy por debajo de nuestras expectativas”, según ha reconocido Thomas Kutschaty en su primera comparecencia. “Podemos intendar un gobierno como subcampeones”, ha dicho el secretario general del SPD, Kevin Kühnert, aunque inmediatamente le ha parado los pies el ministro de Sanidad, el también socialdemócrata Karl Kauterbach, recordando que “este no es el momento de especular sobre que gobierno vamos a formar sino de reflexionar sobre el hecho de que somos los perdedores y debemos esperar humildemente a ver cómo se déarrollan las primeras negociaciones”. Lauterbach alude al peor resultado histórico regional.

Mientras Los Verdes mejoró el resultado con un 18.4 por ciento, el SPD paga la factura de un desgaste precoz, una tendencia que se también en las encuestas a escala federal. Si hubiera elecciones generales en Alemania este domingo, la CDU podría contar con el 26 por ciento de los votos y el SPD con el 23 por ciento. Se deshace la ventaja socialdemócrata y el partido de Scholz queda solamente un 2 por ciento por delante de Los Verdes.

Las encuestas señalan el descontento que ha generado la gestión de la pandemia y muestran un repunte de la reputación del canciller por cómo está llevando, sin embargo, la crisis de Ucrania. El 70 por ciento de los encuestados consideró que las críticas a Scholz por no apoyar suficientemente a la resistencia ucraniana y sus reticencias a enviar armamento pesado alemán son “injustificadas”. Incluso el 63 por ciento de los votantes de la CDU encuentran “apropiada” la posición de Scholz al respecto.

La oscuridad de Scholz

Pero en las urnas, quien se está llevando el rédito de esta política son Los Verdes, debido a que sus dos ministros más destacados, la de Exteriores, Annalena Baerbock, y el de Economía y Clima, Robert Habeck, se han vuelto omnipresentes y sustituyen a Scholz tanto en presencia como en exposición mediática. Se han convertido en los dos políticos más valorados del país y Los Verdes están celebrando el resultado en Renania del Norte-Westfalia como una victoria propia. JLogramos el mejor resultado electoral regional histórico. No se puede formar ningún gobierno más allá de nosotros», ha jaleado la candidata Mona Neubaur la fiesta en la sede del partido de Düsseldorf.

La formación de la coalición de gobierno regional permite múltiples posibilidades y esperanzas para las negociaciones, pero se advierte una tendencia de recuperación de la CDU con marcas incluidas por encima de las que anota su nuevo líder y sucesor de Merkel, Friedrich Merz.

“Merz vive en dos mundos: en el de las empresas y los medios de comunicación es conocido y respected, pero en el que se ganan las elecciones, el de las mujeres trabajadoras, los jóvenes y el entorno sindical no reparan en é y, si lo hacen, no les gusta demasiado», explicó Gabor Steingart, editor de ‘The Pioner’, «por eso el descontento con la ‘coalición semáforo’ fruit de la pandemia y de la inflación sobre todo, no da todos los réditos que pudiera la CDU». Scholz alimentó esta indiferencia y, cuando quiere hacer consultas antes de una conversación con Putin, sigue llamando a Merkel en lugar de llamar a Merz, aunque mantiene a la CDU puntualmente informada de todos sus pasos. «Hay que analizar con mucho cuidado, la vistaria en Schleswig-Holstein est atribuible, por ejemplo, a ala del partido diferente a la del presidente Friedrich Merz», anota el analista de ‘Die Welt’ Thomas Petersen, «y su significado quizás sea ​​que la CDU debería cambiar de rumbo en Berlín, porque quiénes están ganando elecciones son los candidatos carismáticos”.