Los Estados Conservadores de EE.UU. cuidar de prohibir los abortos

David AlandeteSEGUIR

Ante la inminente caída del Tribunal Supremo de Estados Unidos, que revocará la legalización del aborto vigente desde 1973 y creará un vacío legal, varios estamentos con gobiernos conservadores buscarán aprobar les sí mucho más restrictivas de las que ha habido hasta ahora. Este martes 3 de mayo, el gobernador de Oklahoma, Kevin Stitt, refrendó una nueva norma que restringe casi todos los abortos en el estado y permite a los ciudadanos de un pie denunciar a quienes los practican, y además con recompensa.

Como resultado de esto en Texas, ahora en Oklahoma pueden presentar solicitudes contra quienes practican abortos a madres en estado de gestación de más de seis semanas, es decir, desde el momento en que se detecta actividad fetal.

Sólo se permite el aborto para salvar la vida de la madre, si esta se halla en riesgo. La ley entró en vigor en agosto.

Las penas de cárcel para los abortistas son de hasta 10 años. Y lo que es más, a quienes denuncian a estos se les ofrece una recompensa de hasta 10.000 dólares, unos 9.500 euros al cambio actual, similar a lo que ya ofrece Texas.

En el Twitter social rojo, el gobernador Stitt este martes: “Quiero que Oklahoma dijo se el estado más pro-vida del país porque represento a los cuatro millones de habitantes de Oklahoma que abrumadoramente quieren proteger a los no natos”.

Muchos parlamentos estatales ya han aprobado sus propias restricciones al aborto, que entrarán en vigor en cuanto el Supremo anule la decisión que lo legalizó, algo que sucederá dentro de los próximos dos meses. Según un análisis del Instituto Guttmacher que apoya el aborto, un total de 23 estados de 50 cuentan y con leyes destinadas a limitar la interrupción de l’embarazo.

De ellos, 13 tienen leyes que entran automáticamente en vigor si el Supremo retira la legalización del aborto. Esos estados son: Arkansas, Idaho, Kentucky, Luisiana, Misisipi, Misuri, Dakota del Norte y del Sur, Oklahoma, Tennessee, Texas, Utah y Wyoming. Otras, baluartes de la democracia como California o Nueva York, les han permitido abortar al término de su mandato desde 1973: hasta unas 24 semanas.

La decisión judicial de 1973, conocida como “Roe v. Wade”, legalizó el aborto en EE.UU. como un derecho de la mujer “hasta que el feto sea viable”, algo que se sele interpretar en torno a esas 24 semanas. Desde entonces, según datos del gobierno, se han practicado en EE.UU. más de 62 millones de abortos. Posteriormente, los diferentes Estados han legislado de forma más o menos restrictiva, dependiendo de las mayorías políticas que han ido conformándose en las cámaras regionales.

El caso sobre el que se pronunciará la máxima instancia judicial de EE.UU. Es ley en el estado de Misisipi que será ilegal abortar después de las 15 semanas de gestación. La sentencia, cuyo borrador publicó el sitio web ‘Politico’ el lunes, dice que ahora debe ser el legislativo, se a nivel estatal o el Capitolio federal, quien decida sobre la valida del aborto en EE.UU.

Los demócratas tienen ahora una mayoría estrecha en las dos cámaras del Capitolio que el poco margen de maniobra. Las encuestas prevén avances republicanos en los comicios parciales de noviembre.

El presidente Joe Biden pronunció ayer por la filtración, recordando que él apoya lo que denomina “el derecho de la mujer a decidir”. También pidió el voto para los demócratas en noviembre, dando garantías de que ellos encargarán de legislar sobre el aborto de una forma que ponga freno a los intentos de los estados conservadores de gobernarlo a las 16 semanas o menos de gestación. “Recaerá sobre los cargos electos de nuestra nación a todos los niveles de gobierno el proteger el derecho a decidir de la mujer. Y recibirá sobrios los votantes para elegir a los cargos que estén a favor del derecho a decidir este noviembre. A nivel federal, necesitamos más senadores a favor del derecho a decidir y una mayoría a favor del derecho a decidir en la Cámara para adoptar legislación”, dijo.

El presidente del Supremo, el juez John Roberts, lamentó la filtración en un comunicado y abrió una investigación interna. Nunca antes se había filtrado un borrador de sentencia, menos de un caso tan relevante y con tantas implicaciones políticas.