Los Angeles Rams ganan en un disputado Super Bowl

Javier AnsorenaSEGUIR

Faltaba menos de un minuto y medio en el marcador del delumbrante SoFi Stadium de Los Ángeles y los Bengals de Cincinatti necesitaban un milagro para conquistador su primera Super Bowl frente a los Rams, que jugaban en casa. Son esos momentos de epica reservados para las leyendas, y el ‘mariscal de campo’ Joe Burrow está llamado a ser una de ellas. Hubiera sido el final soñado para el cuento del patito feo, el equipo de la NFL que nunca ha ganado un título y que se corona contra pronóstico. Los Bengals won back años el peor equipo de la NFL, el año pasado solo consiguieron cuatro victorias y esta temporada, agarrados a jóvenes promesas como Burrow y el receptor Ja’Marr Chase, buscaban la gesta histórica.

Se impuso la realidad. Delante de Burrow estaba, entre otros, Aaron Donald, quizás el mejor defensor de este deporte, una bestia que caza y derriba ‘mariscales de campo’ con fiereza. Con un Burrow presionado y a la desesperada, Donald le placó y acabó con el sueño.

Los Rams, equipo favorito del Super Bowl, cumplieron el pronóstico y se adjudicaron el segundo título de su historia. El primero desde que se mudaron a Los Ángeles -antes estaban en San Luis- y en su nueva casa, un fabuloso estadio, que costó 5.000 millones de dólares.

Su victoria era el resultado de una apuesta arriesgada: han reforzado su plantilla a cambio de tener peores opciones en el futuro para renovar equipos en el ‘draft’ para jugarlo a esta temporada. Su gran figura es Donald, al que han rodeado este año con el ‘mariscal de campo’ Matthew Stafford, un director veterano y sólido que ha pasado muchos años comiendo polvo en una franquicia perdedora como los Detroit Lions; el zaguero Von Miller y el receptor Odell Beckham Jr., que se fueron en noviembre y han hecho un final de excelente temporada. Con él, los Rams han podido completar un ataque de ensueño, ya que su otro gran receptor, Cooper Kupp, ha sido el mejor en su posición en la liga.

In the final, fue Beckham el qu’estacó en los primeros compases. En él se apoyó Stafford para que los Rams se colocaran con una ventaja de 10-3 al final tras la primera mitad. Los Bengals no encontraron fluidez más ataques y solo alguna acción puntual de fantasía, como un pase de setenta metros de Burrow a Chase que el receptor agarró con una acrobacía imposible, les mantuvo a flote.

Pero Beckham se lastimó la rodilla y con el comienzo de la secunda parte y los animos caldeados por el espectáculo del entretiempo, se dio la vuelta a la tortilla. Los Bengals encadenaron un pase de ‘touchdown’ de Burrow, una intercepción a Stafford y una patada a palos para conseguir una remontada temporal.

El partido, tenso y disputado, se consumió sin que apenas se moviera el marcador. Una patada de los Rams lo dejó en 16-20 en contra del equipo de Los Ángeles, y con esa situación se llegó a los dos últimos minutos. Con la posesión para los Rams, la templanza de Stafford y la superioridad de Kupp -fue elegido MVP de la final- frente a los defensores obraron una nueva remontada.

Los Bengals tomaron un ataque más para ganar o empatar el partido, pero apareció la colosal figura de Donald, que derribó una Madriguera cuando el joven de Ohio, héroe en su estado, armó un último pase en su brazo.

Burrow, a sus 25 años, podría haberse convertido en el primer jugador en conseguir el trofeo Heisman -que premia al mejor ‘mariscal de campo’ universitario-, el campeonato nacional universitario -que consiguió en 2020 con Louisiana State University- y la Super Bowl.

Pero el joven que batió grabó esta noche no iba vestido de corto. Sean McVay, entrenador de los Rams, tiene 36 años y es el más joven en dirigir un equipo campeón.