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El ecosistema de las criptomonedas se ha encontrado en el ‘software de marca blanca’ una palanca de crecimiento con la que impulsa su expansión. Con este tipo de software, que también se utiliza en otras industrias, es posible lanzar nuevos ‘tokens’ o plataformas de negociación de actividades digitales (‘intercambios’) de forma rápida y personalizada con un tercero. En otras palabras, la ‘marca blanca’ es un software lanzado por un esfuerzo que puede ser revisado y ajustado según sea necesario para parecer propio, lo que resulta más barato y rápido de desplegar que abrir internamente una solución de software.
“El software desarrollado por empresas sspecializadas y licenciadas en ‘marca blanca’ trae soluciones más rápidas de implementar que si las abordas con desarrolladores propios para crear un producto ad hoc”, dice Rocío Álvarez-Ossorio, CMO y compañía de Token City, una empresa que proporciona un software de ‘marca blanca’ que proporciona la infraestructura tecnológica necesaria para que otra compañía pueda emitir su ‘token’.
De esta forma, este tipo de software, que ser comercializado bajo el modelo de licencia SaaS, ayuda en el uso y escalabilidad de los proyectos digitales.
Otro ejemplo de ‘marca blanca’ es el ‘token’ TUT, lanzado recientemente por Tutellus, una plataforma que también ofrece cursos de formación en blockchain. “Crear un token independiente requiere una inversión considerable, además de otras necesidades como el token líquido”, dijo Miguel Caballero, CEO de Tutellus. Con TUT, que está disponible de forma gratuita para universidades y empresas, es posible lanzar ‘tokens’ con los que incentivar a los empleados o estudiantes para motivarlos a cumplir determinados objetivos. «Los usuarios ganan ‘tokens’ y más tarde los pueden usar para comprar productos ou servicios de la empresa en pluses condiciones», dijo Caballero, quien confirmó que ya están en negociaciones con quince universidades y empresas para que implementen TUT.
Este es un claro ejemplo de la transformación que se ha producido en Web3, una nueva fase de internet que consiste en descentralizar la economía. Esto significa que las empresas crean ‘tokens’, es decir, cualquier tipo de unidad de valor que pueda representar un retorno, con los que buscan incentivar a los usuarios en una plataforma. Cada unidad del ‘token’ puede representar, por ejemplo, una fracción de una criptomoneda, un número de derechos de voto o un archivo digital.
También existe en ‘intercambios’ de criptomonedas de ‘marc blanca’, es decir, estas soluciones permiten a una empresa lanzar rápidamente en su propia plataforma unde los usuarios pueden en comercio con Bitcoin, Ethereum, Cardano u otros activos digitales. Algunos productos que permiten construir un ‘intercambio’ de este tipo de OpenLedger White Label DEX o Velmie, entre otros.
«Los ‘exchanges’ de ‘marca blanca’ ayudan a la expansión y adopción de las criptomonedas al suponer un incremento del número de plataformas desde las que se puede acceder al mundo cripto», dice Javier Castro-Acuña, business controller de Bitnovo, una plataforma de compraventa de criptomonedas. En este aspecto, Castro-Acuña coincide en que el software de ‘marca blanca’ contribuye a la expansión de los ‘intercambios’ al hacer la tecnología más accesible para otras empresas.
Cristina Carrascosa, CEO de ATH21, despacho legal especializado en criptoactivos y tecnología ‘blockchain’, matiza que la marca blanca «no es una tendencia en cripto, es una cosa habitual en software», y defiende que estas propuestas «no se diferencian en nada de un ‘token’ desarrollado internamente”. Y establece un paralelismo con la ‘marca blanca’ en gran consumo: «Un proveedor te crea el ‘token’ a medida, pero al final es como todos los demás, como si eres un supermercado y fabrica tus propios yogures, o los compras a una empresa que se dedica a hacerlos”.
Volatilidad
El mercado de las criptomonedas vive momentos de incertidumbre por la caída del precio del Bitcoin, alrededor de un 50% desde noviembre. “El mercado de las criptomonedas es cíclico y ahora es obvio que lleva unos meses de corrección tras alcanzar máximos históricos”, dice Castro-Acuña, de Bitnovo.
Dentro del amplio mundo del ‘blockchain’, la tokenización de activos es una de las que mayor potencial tiene por la posibilidad de ofrecer de crear incentivos para que los usuarios participen en el desarrollo de una plataforma. Una muestra es la posibilidad que ofrece Token City de que con su software de ‘marca blanca’ se puede conseguir mediante la financiación de la emisión de ‘tokens’ que pueden representar capital social, prestamos o derechos de propiedad intelectual, por ejemplo.
«Se tata de una democratización total, ya que las compañías pueden acceder directamente a productos de inversión que en los mercados financieros tradicionales no tendrán a su alcance», dice Álvarez-Ossorio sobre las posibilidades que ofrecen para les pequeñas y medianas empresas la creación de ‘tokens’ centrados en servicios financieros.
¿Qué es la ‘tokenización’ de la economía?
¿Qué es la ‘tokenización’ de la economía? Un ‘token’ es una unidad de valor representada por un retorno. Su objetivo es animar a los usuarios de una plataforma a participar en su desarrollo. Un ejemplo claro para escuchar la ‘tokenización’ es dividir una casa de 100m2 en fracciones de 1m2. De esta forma, una empresa puede querer motivar a sus trabajadores, una de esas cien unidades a cambiar de completar una tarea. Este ‘token’ recibirá un derecho de propiedad de 1m2 de la casa, de modo que si se vendiera o si se alquilara, cada titular tendrá derecho a recibir un beneficio proporcional al número de ‘tokens’ que poseyera. La empresa puede emitir muy diferentes tipos de ‘tokens’: ‘utility tokens’, que representan derechos de acceso a bienes; NFT, que representa un archivo digital único; y los ‘security tokens’, que representan derechos económicos, explicó Rocío Álvarez-Ossorio, CMO y compañía de Token City.