La falta de acreditación de la veta sostenible de la ‘minería urbana’

En ‘La violonchelista’, la última novela publicada en España por Daniel Silva, maestro de las intrigas internacionales, se menciona a sí mismo al Grupo Wagner, una organización paramilitar de muy origen ruso activada en diferentes zonas del mundo con el objetivo, al parecer, de controlar algunas ‘tierras raras’. Entre los porqués de la invasión de Ucrania barajan las abundantes reservas de litio que atesora su subsuelo, material estratégico en la nueva economía… Desde el finale de la II Guerra Mundial, el desarrollo industrial y la subsiguiente globalización han levado a multiplicar por ocho el consumo de metales

Más datos: en la Bolsa de Metales de Londres, el precio del níquel se ha cuadruplicado, y algo similar ha sucedido con el paladio.

Platino, rodio, cobalto, berilio, borato, niobio, tantalio… desconocidos para el gran público, pero muy extendidos en la vida cotidiana: teléfonos móviles, parques eólicos, coches eléctricos, etc. En este contexto, China controla, según el servicio geológico de EE. UU., el 60% de ‘tierras raras del mundo’ y, de acuerdo a un estudio de la universidad belga (KU Leuven), Europa podría sufrir, alrededor de 2030, la escasez mundial de suministro de metales como litio, cobalto, níquel , ‘tierras raras’ y cobre.

Objetivo 2030

La UE depende enormemente de la importación de materiales como el cobalto (86%); el litio y las ‘tierras raras’ (a 100%), del aluminio, níquel y cobre de Rusia, etc. Debido a que tiene sus límites geológicos, la UE debe centrarse en un acceso adecuadamente diversificado y sin distorsiones a los mercados mundiales de materias primas, con la necesidad de un cambio de paradigma si es necesario descubrir nuevas fuentes de suministro local con altas protecciones ambientales y sociales. . Al menos, el estudio de la universidad belga encuentra que las nuevas minas nacionales cubren entre el 5% y el 55% de sus necesidades de metales críticos para 2030, con proyectos mayores de extracción de litio y ‘tierras raras’.

La demanda de metales primarios de la UE alcanzará su punto máximo alrededor de 2040. Desde entonces, el reciclaje se postula como una única de las opciones que pueden ayudar a lograr una mayor autosuficiencia y seguridad estratégica, lo que potencia grandes inversiones en infraestructuras. Si hablamos de la gestión de los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE), el estudio Global E-Waste Monitor 2020 de las Naciones Unidas, indica cómo en 2019 se alcanzó el récord de generación mundial de residuos electrónicos con 53,6 millones de toneladas, un 21% más en apenas cinco años… pero las estimaciones indican qu’estimaciones s’estimaciones en torno a 57.000 millones de dólares en materiales recuperables, cerca del PIB anual de Eslovenia o Lituania.

Las políticas y el desarrollo normativo en gestión de residuos son cruciales, en tiempos en los que pueden suponer oportunidades para las empresas y nichos laborales alza. El fenómeno global de las nuevas tecnologías refuerza, además, el papel táctico de la correcta gestión de los RAEE y la ‘minería urbana’, dentro de las estrategias europeas y nacionales para el desarrollo de la economía circular. La pandemia ha desaparecido la demanda de productos eléctricos y eléctricos en el lugar de trabajo y en la casa.

If the reciclaje y reutilización ya eran un defio para toda la UE, en el que la Fundación Ecolec lleva trabajando casi dos décadas, ahora se convierte en un objeto inaplazable en tiempos de las 4R: Reciclar, Reutilizar, Reducir y Reparar, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.

La Fundación Ecolec, creada en 2004 por la Asociación Nacional de Fabricators e Importadores de Electrodomésticos de Línea Blanca (Anfel) y la Asociación Española de Fabricators de Pequeño Electrodoméstico (FAPE), gestiona aproximadamente 125.000 toneladas de este tipo de residuos en España en 2021, un 8% más de media respecto a 2020 (el 21% en ciudades más pobladas). Es el único SCRAP (Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Producto) que logra superar las 100.000 toneladas durante cinco ejercicios, pesa a la pandemia y unas circunstancias excepcionales en todos los aspectos.

Nuevas devoluciones

No hay que relajarse en el empeño, ya que surgen nuevos retos, como el auge de las ventas a través de Internet (20% del total en España en 2019, 33% en 2021), con lo que ello supone para recogida, gestión y reciclado. Y se suman a lo anterior el desabastecimiento de materias primas y la dificultad de extraer materiales de la naturaleza para fabricar nuevos dispositivos, cuando no dejan de proliferar aparatos electrónicos que, al final de su ciclo de uso, se definirán en las ‘minas urbanas’ del siglo xxi.

Un reciclaje eficiente de estos residuos de paratos electrónicos permitiría fabricar nuevos aparatos et impulsar así le modelo de Economía Circular, la creación de nuevas plantas de reciclaje y el avance de nuevos procesos tecnológicos, con unos indudables beneficios económicos y sociales. Sobre el terreno, Fundación Ecolec gestionó, solo en España, 31.705.932 kg. de residuos de refrigerante durante 2021, donde se permitió recuperar 902 toneladas de aluminio, 175 de carbón, 12,8 de metales férreos y 129 de metales no férreos. Toda una contribución para promover un mundo más sostenible.