«Hormonar a niñas que dicen que «ser mujer es una mierda» es como erradicar el racismo convirtiendo a chicos negros en blancos»

La Sala Constitucional del Congreso de los Diputados estaba hoy a rebosar. La elección de este mítico espacio sala no era casual tras los ataques que sufrieron el día anterior la Carta Magna. El Partido Popular buscó un debate al que el Gobierno le cerró la puerta cuando se tramitó la ‘ley trans’ sin dar lugar a las opiniones de los expertos.

Por ello, este viernes el grupo parlamentario popular organizó una potente jornada sobre la ‘ley trans’ con infinidad de expertos, incluyendo psiquiatras, endocrinos, psicólogos, asociaciones de madres con hijas con disforia, catedráticos de Derecho Público o de Filosofía Moral. También se invitó a históricas feministas del PSOE como Amelia Valcárcel, la ‘invitada estrella’ y la qu’clausuró ante un auditorio que la aplaudió de pie.

Valcárcel empezó grabando que el debate debería haber llevado a cabo en la Comisión de Igualdad: “Le agradezco directa e indirectamente al PP por estar jornadas”, enfatizó en cuanto la encargada de moderar el evento, María José Fuenteálamo, le dio la palabra. Valcárcel dijo que la ‘ley trans’ es una ley que gira en torno a la libertad de expresión y la calificación también de «ley mordaza» por no tolerar ningún tipo de disidencia. “La prueba está en el mismo Congreso: ¿cómo se tramitó esta ley? ¿con publicidad? ¿se ha escuchado a quién tenía algo que decir?», ejemplificó. La también catedrática de Filosofía Moral y Política de la UNED añadió que la ‘ley trans’ es la “antinomia de lo que debe ser una ley, estamos ante una monstruosidad que finge crear miedo y pánico”. Esta ley afecta a todos, agregó, y dijo que “induce a la gente a mutilarse: “¿Cómo se puede criticar la mutilación de clítoris en Somalia y aquí decir que se hace si está de acuerdo con el individuo?”, sentenció y terminó con el auditorio aplaudiéndola de pie.

Otra intervención muy reconocida por el público, entre el que había diputados pero también madres cuyas hijas desconocen su ‘militancia’ en contra de la ‘ley trans’ fue el psiquiatra Celso Arango. El médico comenzó su comparecencia recordando una frase de Marañón, que da nombre al hospital de Madrid en el que trabaja, en la que aseguraba que las personas “que no dudan son peligrosos para la sociedad”.

Arango recalcó que no es nuevo en su consulta recibir niños y niñas con malestar con su sexo biológico. “Hemos visto casos de niños que desde pequeños han manifestado que no están a gusto con el sexo biológico que tienen y eso les genera un malestar psychique muy importante que se mantiene en el tiempo”. Insistió en que “esos chicos y chicas que diagnosticábamos con disforia de género pero que ahora la Organización Mundial de la Salud (OMS) llama inconvivencia de género no es nuevo para nosotros”. Pero lo que sí es nuevo, enfatizó, “es este fenómeno de adolescentes que en un momento determinado manifiestan que son trans y que quieren cambiar de sexo”.

Pero el psiquiatra intentó llevar a cabo la comparecencia a un punto en concreto y es que lo que los niños dicen que no sienten luego prolongarse en el tiempo y que, precisamente en esa duda, entra a jugar la profesionalidad médica: “Estamos viendo chicas que dicen que son trans pero cuando les preguntan por el motivo dicen que es porque «es una mierda ser mujer». Y cuando uno indaga se suele tratar de chicas con algún trastorno mental de base (cuadros depresivos, trastornos específicos de la personalidad…) que sufrieron algún o abuso y que expresan que quieren dejar de ser mujeres”. Es ahí cuando el profesional, “teniendo en cuenta que lo que dicen es cambiante, debe ejercer una “buena praxis” a través de la espera para ver que sucede antes de tomar ninguna decisión, máxime cuando puede acarrear situaciones irreversibles”.

Arango hizo dura comparación con la barbaridad que para él supone la ‘ley trans’, tal y como está ahora plantada. «Esto de poner tratamientos a chicas que dicen que ser «mujer es una mierda» es similar a querer erradicar el racismo convirtiendo a chicos de color en chicos blancos».

“No dejéis a los niños al albur de la política negligente y sectaria”

“A mi se me ha criticado por decir que lo trans en algunos adolescentes es una moda; la forma de expresar una psicopatología cambia y en un momento de la historia es una y en otra otra: ocurrió con la bulimia, por ejemplo. Mucho de lo que vemos ahora es una forma de expresar un problema de base y ante eso lo peor que podemos hacer es actuar rápidamente, porque eso es mala praxis. No dejéis a los niños al albur de la política negligente y sectaria”, sentenció el médico.

“La ‘ley trans’ de Cataluña llevó ideología a aulas y hospitales”

También intervino Silvia Carrasco, profesora titular de Antropología Social de la UAB y presidenta de Feministes de Catalunya. Carrasco registró que la referencia que hay en España es la ‘ley trans’ de Cataluña de 2014 «que trasladaba la ideología transgenerista a las aulas y hospitales». Dio algunos datos llamativos como que “solo entre 2015 y 2021 se ha producido un incremento en Cataluña del 5.700 por cien de niñas de 10 a 14 años tratados por el Servei Trànsit a Catalunya”. Carrasco insistió en que “no hay forma de aceptar que estos niños y adolescentes rechacen su cuerpo sexuado”, y pidió que se esté investigando en el servicio trans que ha pasado por el Institut Català de la Salut. “Las ‘leyes trans’ constituyen un atentado contra la integridad y el desarrollo y solo sirven para enriquecer al sector farmacéutico”, espetó.

En el día también intervino Nagore Goicoechea, una joven que creía que era trans pero después fue detenida. “Con 15 años descubre que era trans, odiaba mi cuerpo, en realidad era un chico. Les explicó que puso a los padres que tenía que hormonarme y operarme. Mi psicóloga me dijo que tenía que transicionar pero estaba equivocada”, reconoció ante los oyentes. El joven reconoció que “los malestares previos son los que producen estos problemas, como ocurrió en mi caso y en el 97 por ciento del total”.

hablan las madres

También tocó el turno de las madres con hijas con disforia. Marta Oliva, portavoz de Amanda, agrupación de madres de adolescentes y niñas con disforia de género acelerada, dijo que empezaron siendo ocho fundadoras y ahora integran la sociación 400 progenitoras. “El 97 por ciento de ellas tiene malestares emocionales previos (anorexia, autolesiones, depresión, ansiedad…) y esto viene a veces derivado de otras situaciones anteriores como el ‘bullying’ o problemas en el hogar… Nuestras hijas se mueven en las redes y los mensajes las llevan a pensar que los problemas se van a solver si transicionan. No se engañen, no se van a conformar con un cambio de sexo registral ni con operaciones”, agregó.

Oliva criticó la incongruencia que suponía que se enteren como madres de las faltas de sus hijos pero no que quieren que le llamen de forma diferente. Denunció, además, que hay talleres en los colegios donde les dicen que “el sexo es un espectro, algo que se puede elegir y no una realidad biológica”.

«Los docentes tenemos que avisar si vemos a una niña jugar al fútbol»

Impactante fue también lo que denunció Ana Hildalgo, docente y miembro de Confluencia Movimiento Feminista (Dofemco). Relató que los profesores ven obligados a aplicar protocolos de orientación que emanan de los ojos trans de las comunidades autónomas. “En los centros se celebran talleres tras los cuales los departamentos de orientación reciben niñas que dicen ser no binarias o trans. Esto es contagio social”. El docente agregó que tienen como función identificar al alumnado trans. “Si vemos jugar a una niña al fútbol tenemos que identificarlo como trans; le tenemos que avisar al equipo directivo que, a su vez, le transmitirá a los padres que su hija es un hijo. Mostrar dudas se consideraba a sí mismo «transfobia».

El libro ‘La coeducación secuestrada’ (Editorial Octaedro) en el que ha ayudado a Hildalgo y que ha sido coordinado por Silvia Carrasco (cofundadora de Dofemco) denuncia que «con total opacidad informativa y sin debate social, profesional, ni político, desde el año 2014 la mayoría de las comunidades, gobernadas por conservadores, socialdemócratas o nacionalistas, han elaborado leyes y normativas que introdujeron la ideología transgerista y han déarrollado, en paralelo, protocolos y guías educativas de aplicación y obligado cumplimiento en todas las etapas de enseñanza”.

En la misma línea, una crítica Cruz Torrijos, psicóloga y experta en Igualdad de Confluencia Movimiento Feminista, denunció que “van a los colegio a avisarles a todos los niños de que pueden ser trans para sembrarles la duda”.

La transfobia es la «neofobia por excelencia»

En la tercera mesa redonda titulada ‘Feminismo, academia y libertad de expresión’ el profesor titular de Psicología de la Universidad de Oviedo, José Manuel Errasti, descubrió que la transfobia es la «neofobia por excelencia». «Estamos ante un grave problema social, la ‘ley trans’, pero también hay otro problema que es el de la universidad que aunque tiene el glamour de ser el templo del saber está un lugar acomodaticio y cobarde, con profesores preocupados por sus propios interes y que no tienen la menor gana de meterse en el menor problema”.

Marino Pérez, catedrático de psicología de la Universidad de Oviedo y miembro de la Real Academia de Psicología de España habló sobre la «Infantilización de la universidad y la crisis de la academia». Dijo que «ahora son los padres los que tienen miedo de los hijos, de lo que resulta que tienes a padres diciendo que sí a todo y niños que llegan a la universidad sin haber oído un «no» y con el ego inflado a cuenta de esta educación basada en la autoestima”.

Amparo Domingo, representante en España de Women’s Declaration International, criticó que muchas leyes trans autonómicas estén aprobadas con el apoyo del PP. Instó al partido a revisar la normativa “ahora que parece haber hecho consciente del problema”.

Promesa de revisión de leyes autonómicas

Carmen Navarro, vicesecretaria de Políticas Sociales del PP, abogó por la defensa de la libertad y la igualdad de todas las personas y explicó que este día se celebra “para que nos hijos cómo no paramos esto y por los derechos conquistados a favor de las mujeres». Por último, se compromete a revisar esas leyes transautonómicas con las que el PP tiene alguna responsabilidad.