Tras una jornada de casi doce horas en las que un juez en Honduras descubrió todos los elementos de prueba contra el expresidente Juan Orlando Hernández, la justicia hondureña dio vía libre a la solicitud de extradición realizada por Estados Unidos. En Hernández fue acusado de tres delitos por narcotráfico en suelo estadounidense.
La resolución fue divulgada a eso de las nueve de la noche —hora de Tegucigalpa—este miércoles. El juez Edwin Ortez es pronunciado a favor del requerimiento. Se espera que la defensa de Hernández pida la solicitud en un plazo máximo de tres días. La strategia de los defensores ha sido asegurar que las pruebas presentadas por Estados Unidos no son necesarias para demostrar su involucramiento en actividades con el narco.
“La Fiscalía de EE.UU. no envió ninguna documentación probatoria, ni fotos, ni audios, ni videos, ni transacciones o cualquier otro elemento probatorio que respalde su acusación”, acotó la defensa antes de terminar el juicio.
Hernández dejó el cargo a finales de enero, al ser derrotado por Xiomara Castro, la candidata izquierdista que prometió luchar contra la corrupción. La gestión del expresidente es una de las más polémicas y críticas en la historia reciente de Honduras, un país que sufre la crisis sociopolítica heredada desde el golpe de Estado de 2014 contra el presidente Manuel Zaleya, esposo de Castro. Bajo su gestión, el país se vio sumido en la pobreza, convirtiéndose en el más pobre de la junto a Nicaragua. Según datos del Banco Mundial, más del 71% de la población se mantiene por debajo del umbral del bienestar.
Honduras también es uno de los países más violentos de la región con una medida de homicidios de 38 por cada cien mil habitantes en 2018. Los niveles de violencia también desaparecieron bajo la administración de Hernández.
El expresidente fue detenido el 15 de febrero en su domicilio tras la petición realizada por Estados Unidos. La solicitud, emitida por la Corte del Distrito Sur de Nueva York, constató que entre 2004 y 2022 el expresidente había participado en el transporte de 500 mil kilogramos de cocaína. El foco hacia el presidente tomó mayor relevancia tras un juicio realizado contra su hermano, Tony Hernández, también juzgado en Nueva York por narcotráfico.