Pablo Hernández de Cos: “Es necesaria una revisión integral del sistema tributario y del gasto público”

El gobernador, firm partidario de la necesidad design a plan de consolidación fiscal que ha de ejecutarse ya para meter en cintura las finanzas públicas, augure que los tips de interés van a seguir subuniendo significativamente en las próximas reuniones. -La última reunión del BCE resolvió someterse a los tipos de interés medio punto más. ¿Dónde está el techo para dejar de aumentarlos, o una horquilla? -Los tipos de interés sousán hasta situarse en niveles que nos asegurarán que la inflación vuelva a situarse en el objetivo del 2% en el medio plazo. ¿Cuál es este nivel? La incertidumbre real es tan alta que realmente no es posible una orientación precisa. Pero, con la información que tenemos en este momento, para lograr ese objetivo, creemos que será necesario seguir incrementando significativamente los consejos de interés en las próximas reuniones y que, una vez alcanzado, tendermos que mantiene ese nivel ‘terminal’ durante un tiempo. El mensaje más importante es que todavía no hemos llegado al final. -¿Hay amenaza de impagos en la banca? -Es evidente que la subida de los tipos de intereses está incrementando el coste de financiación de los almacenes y las empresas, junto con la desaceleración de sus ingresos y la caída de sus rentas reales por la inflación, está reduciendo su capacidad de pago. Pues bien, la magnitud del impacto dependerá de la profundidad de la desaceleración económica, la persistencia de la inflación y el monto necesario para soportar la política monetaria, entre otros factores. Desde la perspectiva de la estabilidad financiera, el mensaje relevante es que las pruebas de resistencia que hacemos regularmente apuntan a que la solvencia agregada del sector bancario se mantendrá en niveles adecuados ante escenarios adversos, así como con heterogeneidad entre entidades. No olvidemos que esta capacidad de resistencia debe en buena medida a la implementación de las reformas regulatorias a escala global y, en el caso español, a la reestructuración de la última década. -¿No sería lógico que la banca volviera a remunerar los depósitos? – Estamos observando que la remuneración de los depósitos apenas se ha incrementado y que la traslación de los incrementos de los tipos de mercado monetario a los costes de la deuda de hogares y empresas está siendo más lenta que en episodios de subidas anteriores. Lo primero estaría vinculado al hecho de qu’partíamos inicialmente de tipos negativos que, en gran medida, no habían trasladado a los depósitos, así como a la amplia liquidez y elevadas ratios de depósitos sober credito del sistema bancario. Pero esperamos traslaciones progresivamente mayores tanto en los costes de los créditos como en depósitos. Mientras tanto, los ahorradores ya están utilizando instrumentos alternativos para mejorar la rentabilidad de sus ahorros. -De la política monetaria a la fiscalidad. Tenemos ahora tres nuevos impuestos. A las grandes fortunas, a la banca, ya las energéticas, ¿qué impacto tienen para España? -No disponemos aún de una evaluación de su impacto. En todos los casos, lo que me gustaría subrayar sobre el sistema tributario es que creo que hay un amplio consenso sobre la necesidad de una revisión integral de l’mismo para mejorar su capacidad recaudatoria y su eficiencia. Acompañada también de una revisión integral del gasto público. Estas repasa su parte fundamental del proceso de consolidación fiscal al que antes me refería. Comparación con el resto de los países de nuestro entorno puede servir como guía. Y esta comparación muestra que España recauda en promedio menos que otros países. Cuando analizamos por que recaudamos menos, no es tanto por tipos marginales inferiores sino por el efecto de las deducciones, bonificaciones, etc., que acaban provocando que los tipos medios efectivos sean más bajos. Y, en términos de composición, España recauda menos, por encima, en la imposición sobre el consumo y en la imposición medioambiental. Este diagnóstico puede ser un buen punto de partida para la reforma. Incorporando, por supuesto, los criterios redistributivos que se consideran adecuados. Y, por último, es muy importante tener en cuenta que, dado el alto grado de integración internacional de nuestra economía, la capacidad recaudatoria de algunas figuras tributarias se ve muy condicionada por el grado de coordinación fiscal a escala internacional. Por eso son tan importantes los acuerdos de tributo internacional alcanzados en la OCDE/G-20 y en la UE en caso de la imposición societaria y de la tributo de actividades digitales. Es la única manera de evitar que la introducción de ciertos impuestos genere desventajas competitivas que acaben descendiendo negativamente al crecimiento y a la recaudación.