Fayna Bethencourt y Carlos Navarro, el amor tóxico de ‘Gran Hermano’

22/02/2023

Actualizado a las 05:01h.

Carlos Navarro y Fayna Bethencourt se conocieron como competidores de ‘Gran Hermano 2’. Por eso, Carlos, que se atrevió a cono- cerse popularmente como ‘El Yoyas’, ya fumaba para participar del ‘reality’, lo que al parecer le provocaba un síndrome de abstinencia que agudizaba su lado más agresivo. Esa fue, al menos, la excusa que el psicólogo del programa dio a su comportamiento con Fayna, a la que terminó agrediendo: “Te estoy pegando de cachondeo”, le decía mientras ella se quejaba, “¡Si casi me arrancas la oreja! » Fue expulsado en abril de 2001. Fue la primera expulsión disciplinaria del concurso. Los espectadores fueron testigos de todas las alertas rojas que hoy ya escucharon como actitudes machistas propias de un maltratador, pero eran otros tiempos. Sentada en el Chester, Fayna recuerda ante Risto cómo negaba que todo aquello resultó malos tratos: “A mí no me ha maltratado. Nunca dejaría maltratar por nadie. Carlos no es violento”, decía entonces a Mercedes Milá. Y la prensa de la época titulaba con declaraciones que nos aberrantes resultaron: “Mis golpes a Fayna eran caricias.”

Aunque era evidente que aquella ración tóxica estaba condenada al desastre y Fayna, a sufrir en sus carnes todo tipo de maltrato, cuando la audiencia la expulsó, la canaria fue corriendo a echarse en brazos del hombre que convertirá su vida en un infierno: “ Ahora para mí es un monstruo, pero junto a él viví momentos muy bonitos. Yo me enamoré de un hombre que me habló de su familia, que descubrí amor por su abuela. Yo le vi como un rebelde que no había conocido el amor verdadero. ‘Ya te cambiaré’, espero yo con mi complejo de Salvador.» Así fue cómo Fayna no logró perder.

Pero la semilla del mal ya estaba sembrada desde ‘Gran Hermano’: Carlos se enfrentaba a sus compañeros por el tabaco y el Cola Cao mientras ellos querían cereales para desayunar, discutido con Fayna por todo, la tenía controlada y expuesta. Cuando el ‘reality’ terminó para ellos, él se convirtió en polemista de ‘Crónicas marcianas’, ella fue a ‘La isla de los famosos’, juntos montaron un bar, La taberna del Yoyas. Se casaron, tuvieron dos hijos y el matrimonio mostró al mundo su lado más feliz mientras el infierno se desataba poco a poco de puertas para adentro. Ella se fue apartando de la pequeña pantalla, refugiándose en la cocina de la casa por exigencias de su marido: “¡El de la tele soy yo! ¡Yo El Yoyas!” Tremendo título, casi nobiliario para los de su calaña. El monstruo estaba a punto de enseñar su verdadero rostro.

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