Una jugadora del Barcelona denuncia el acoso sufrido dentro del club: “Fueron meses de angustia”

No conoce la derrota el Barcelona, ​​​​victorioso allá donde va con un equipo plagado de estrellas que domina desde hace tiempo el fútbol femenino. Una balsa de aceite de repente amenazada por el tsunami desatado por Gio Queiroz, la jugadora brasileña cedida en el Levante, que ha denunciado el acoso sufrido durante meses dentro del club en una carta dirigida al presidente Joan Laporta.

“Estimado presidente, no ha sido fácil llegar a este punto. Fueron muchos meses de angustia y sufrimiento”. Así comienza la misiva hecha pública por la joven brasileña, en la que denuncia el trato recibido por diferentes personas del club azulgrana -debidamente identificados en la denuncia enviada a la directiva-durante sus años en Barcelona.

El origen de ese acoso, según reconoce Gio, está en la primera convocatoria que recibió por parte de la selección brasileña de fútbol.

Ella, que podía elegir entre España, Estados Unidos o Brasil, se decantó por esta última para defender sus colores. “Estaba en una buena dinámica hasta que recibió la primera convocatoria de Brasil. Desde ese momento comencé a recibir un trato distinto dentro del club. Recibí indicaciones de que jugar con la selección brasileña no sería lo mejor para mi futuro dentro del club. A pesar del desagradable y persistente acoso, no le di mucha importancia y atención al asunto”, cuenta.

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— Gio 🇧🇷 (@gio9queiroz) 29 de marzo de 2022

“Con el tiempo, las embestidas comenzaron a realizarse a través de otros mecanismos de presión dentro y fuera del club. Me estaban acorralando de manera abusiva para que retirara a un defensor a la selección brasileña”, explicó Queiroz, al tiempo que detalla que ha enviado pruebas de todo ello al club.

El futbolista denunció que fue presionado porque se le constató un internamiento ilegal por parte de los servicios médicos del club que le impidió viajar en la final de la Copa de la Reina. Si el hizo con su selección, con la que dio siempre negativo, y al regreso se reprodujo su calvario. “Me acusaron de haber incumplido el confinamiento, de haber viajado sin autorización del club. Me dijo en tono agresivo y amenazante: ‘No te preocupes, te cuidaremos bien’”.

Aquello desembocó en una situación de defensa total de la brasileña. “Volví a casa detrozada. Lloré muchas veces, sentí un enorme vacío y no tenía fuerza para luchar por mis derechos. A partir de este momento, mi vida cambió para siempre. Estuve completamente expuesto a humillantes y vergonzosas colgantes meses dentro del club. Estaba claro que él buscaba destruir mi reputación, minar mi autoestima y menospreciar e infravalorar mis condiciones psicológicas”, indica en su denuncia Gio, menor de edad en el momento de los hechos.

“Con el paso del tiempo, el responsable y la violencia psicológica se hicieron más intensos y destructivos”, señala, al tiempo que exime al club de ser el directo, pero sí que es el último responsable de lo que ocurre dentro de cada equipo .

De ahí esta carta pública al presidente y la denuncia hecha dentro del club, con el objetivo de que se depuren responsabilidades y esto no le precede a ninguna otra persona dentro del Barcelona.